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Ciclismo urbano

Cómo circular en auto y proteger al ciclista

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En las calles, la relación entre autos y bicicletas no es sencilla. Para cambiar esa idea y pensar en una convivencia entre personas más allá del medio de transporte que se elija, algunas cuestiones a tener en cuenta desde el volante.

Por Martín Lehmann*

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Se sabe que el principal riesgo para quienes andan en bici se produce al compartir la calle con vehículos más pesados y rápidos, como autos y colectivos. Desafortunadamente, si ocurre un accidente las consecuencias son desiguales para unos y otros, porque el ciclista está más expuesto y suele llevarse la peor parte.
Estas situaciones generan largos debates sobre cómo el automovilista y el ciclista deberían comportarse, pero resultan inverosímiles cuando miramos la realidad y entendemos que mucha gente que conduce autos también anda en bici y viceversa. La idea de generar bandos opuestos no lleva a ninguna parte. Nadie sale a la calle con su auto a pisar a los que van en bici, ni hay personas que pedalean por el simple gusto de molestar al que maneja. Es cuestión de lograr empatía para generar entendimiento. En esta nota propongo algunas cuestiones a tener en cuenta cuando nos toca cambiar el manubrio por el volante y el asiento por la butaca.

Manejar es un privilegio, no un derecho
Es fundamental recordar que manejar un auto es un privilegio que conlleva una gran responsabilidad porque estaremos a cargo de un vehículo pesado con capacidad de levantar alta velocidad. Además, se nos está otorgando el permiso de ocupar unos cuantos metros cuadrados sólo para nosotros -un espacio muy valioso, sobre todo en grandes ciudades-, razón por la cual varias urbes están desalentando el uso del automóvil. Ya no hay suficiente espacio para que todos gocen de ese lujo al mismo tiempo. De ahí que se promocionen y alienten vehículos mucho menos voluminosos como la bicicleta.

Puntos ciegos
Un punto ciego es una zona que queda oculta a nuestra vista. Cuando manejamos un auto, vemos hacia adelante y hacia los costados, pero lógicamente no podemos ver hacia atrás. Para eso se usan los espejos retrovisores. Sin embargo, aun sumando este recurso no llegaremos a ver todo lo que ocurre en los 360 grados que nos rodean. Y esta es la causa de que se repita uno de los accidentes más comunes entre autos y bicis. Por ejemplo: un conductor se propone girar en la próxima esquina y no puede ver a un ciclista que viene junto a su vehículo. Pese a que ambos están tan cerca, la bici resulta invisible para el conductor porque está ubicada en uno de sus puntos ciegos. Finalmente el automovilista realiza el giro, cortándole la trayectoria al ciclista, que no llega a frenar a tiempo.
Por suerte la industria automotriz continúa evolucionando y si bien aún no se han podido eliminar por completo los puntos ciegos de los espejos, hay avances al respecto: “Ya hay varios modelos de autos que se comercializan en nuestro mercado, como el Chevrolet Cruze y el Citroën C4 Lounge, que incorporan el detector de punto ciego y es realmente útil”, dice Sergio Cutuli, periodista y director del sitio CosasDeAutos.com.
Mientras esperamos que esta tecnología siga evolucionando y se haga masiva, es fundamental que prestemos más atención al momento de girar o cambiar de carril, activando siempre el guiño correspondiente para anunciar la maniobra. Tampoco confiemos únicamente en los espejos. Un rápido giro de cabeza para mirar hacia el lateral trasero puede evitar un incidente.

Sobrepasos
Cuando hagamos un sobrepaso evitemos tocar bocina. Tampoco es recomendable para advertir nuestra presencia. La bocina suele ser ofensiva y/o intimidatoria para el que pedalea. La forma adecuada de sobrepasar una bici es dejar un espacio considerable para no asustar ni correr el riesgo de tocar la bicicleta, lo cual la desequilibra. Las recomendaciones (y legislaciones en algunas partes del mundo) indican que debe haber un espacio de un metro y medio de distancia. Sabemos que en la práctica eso a veces es imposible, por eso dejo esa medida al buen criterio del lector, recordándole que lo que va pedaleando no es sólo un ciclista sino una vida humana.
Es importante que sepamos que en las calles con carriles demarcados la bicicleta tiene derecho a ocupar uno completo y debe circular por el centro del mismo. Incluso en el código de tránsito de la Ciudad de Buenos Aires –Ley 2148-, se permiten hasta dos bicis en paralelo dentro de un carril. En cambio, cuando no hay carriles, deben pedalear por el borde derecho de la acera.

Gentilezas
Hay muchas situaciones que no están contempladas legalmente, pero conforman pequeños actos de bondad altamente apreciados y agradecidos por los que pedalean. Supongamos que vamos manejando por una calle suburbana o rural de tierra. La polvareda que levantamos no es problema entre autos, ¡pero sí que lo es entre autos y bicis! Si vamos a pasar cerca de gente andando en bici, bajemos la velocidad varios metros antes y evitemos llenarles los pulmones de tierra. Volvamos a acelerar solamente cuando estemos lejos. De igual manera, es bueno tener la delicadeza de hacer lo propio en rutas de ripio donde pequeñas piedritas sueltas pueden salir despedidas a velocidades peligrosas desde los neumáticos de nuestro auto.

Las bocacalles, zonas de alerta máxima
En los cruces de calles ocurren muchos accidentes: son lugares de encuentro de vehículos que van en sentidos perpendiculares u opuestos. Por eso debemos reforzar la atención acá. En nuestro país aún tenemos un desafío extra porque no se respeta la escala de prioridades. El peatón debería ser el rey indiscutido de la calle por trasladarse de la forma más humana y democrática que existe. Le siguen el ciclista, el transporte público y el automóvil particular. Sé que resulta raro leer esta teoría, porque en caso de que frenemos para dejar pasar a otro, es casi seguro que el que viene atrás nuestro nos tocará un bocinazo por haber osado cumplir la ley. Nos invito a animarnos a recuperar esa escala de prioridades. No es algo imposible y no vamos a perder nuestra identidad nacional por comportarnos correctamente (“No somos Suiza”, escuché decir muchas veces). Se trata solamente de respetar al otro y entender que esta ley está pensada para proteger a los actores más débiles del tránsito.

El portazo o “dooring”
Se conoce como dooring a la acción de abrir repentinamente la puerta de un auto cortándole la trayectoria a quien va andando en bicicleta y exponiéndolo a un accidente. Para minimizar el riesgo de que esto pase hacen falta dos cosas: que el ciclista mantenga una distancia prudencial con autos estacionados y que quien se baje del auto se asegure de que no venga ningún ciclista antes de abrir la puerta.
Hay algunas sencillas prácticas para evitar el dooring que son fáciles de convertir en hábito. Una de ellas es acostumbrarse a abrir la puerta del auto con la mano derecha. Esto de alguna manera obliga al conductor a girar el torso y la cabeza hacia su izquierda y poder advertir mejor la presencia de una bicicleta que se acerca por ese costado (¡Hagamos la prueba ahora!). Otra forma de abrir la puerta con mayor seguridad es hacerlo en dos pasos. Primero se destraba y se abre sólo unos pocos centímetros, se hace una pausa y después se termina de abrir para descender. La primera apertura corta advierte al ciclista que la puerta está por abrirse y le da tiempo de esquivarla o frenar si fuera necesario.

La relación entre autos y bicicletas no es fácil. Pero justamente debemos cambiar esa idea y pensar en una convivencia entre personas más allá del medio de transporte que se elija. De ambos lados hay derechos y obligaciones. Por eso quiero cerrar esta nota rescatando la actitud de aquellas personas que disfrutan el hecho de moverse en auto y lo hacen de manera responsable, cuidándose y cuidando a los demás. Tomo nuevamente las palabras del periodista Cutuli, que afirma: “Estamos en pleno proceso de cambio y aún no lo asumimos. Las bicis llegaron para quedarse al tránsito urbano y tanto los ciclistas como los automovilistas deben adecuarse a que forman parte de un todo.”

Ilustración Isabel García

*Periodista y guía de ciclismo urbano en eventos turísticos y corporativos.
@tincholehmann, tincholehmann.com.ar.

Nota publicada en revista Biciclub Nº 250, octubre 2015.

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Clases para aprender a andar en bici en Buenos Aires

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Laureano Núñez es ciclista, organiza salidas en bici para principiantes y da clases para todos aquellos –adultos y niños a partir de los 12 años– que aun no saben pedalear y quieren aprender. Las clases son 100% personalizadas.
Debido a la situación actual, disponen de comunicación electrónica para un distanciamiento social efectivo.
Las clases se realizan en Puerto Madero, una vez por semana, acordando los horarios según los requerimientos de los alumnos, y duran una hora.
La idea es tener nociones básicas de cómo pedalear en la ciudad, aprender la técnica, perder el miedo y practicar. También se enseñan nociones básicas de mecánica (como arreglar una pinchadura y cambiar una cámara) y teoría básica sobre seguridad vial para movernos de forma segura.
Las clases finalizan cuando el alumno siente que alcanzó su meta y siente que puede seguir por si solo.

Más info sobre las clases: 112823-1343

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Ciclismo urbano

Seguros Rivadavia: Bici Pro, la cobertura especial para ciclistas que compiten

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Seguros Rivadavia desarrolló un seguro que otorga la máxima seguridad a los que andamos en bicicleta: protege al asegurado y a su bicicleta ante fenómenos tales como el robo, los accidentes personales y la responsabilidad civil, pudiendo incluir el robo de efectos personales, equipos electrónicos o daños.

Seguros Rivadavia ofrece tres alternativas, de acuerdo a las características de la bicicleta y el uso dado a la misma: Bici Total, Bici Max y Bici Pro. En esta nota te contamos sobre el plan Bici Pro, un producto especialmente diseñado para ciclistas que participan en competencias amateurs, con mayor flexibilidad en las sumas asegurables y coberturas a medida.

Coberturas
-Robo Total.
-Robo de Efectos Personales.
-Robo de Equipos Electrónicos Portátiles.
-Daños a la Bicicleta.
-Muerte Accidental.
-Invalidez Total y Parcial Permanente por Accidente.
-Gastos de Asistencia Médico-Farmacéutica por Accidente.
-Cobertura de Responsabilidad Civil del Ciclista.

Coberturas adicionales para todos los planes
Con el fin de brindar un servicio de excelencia, para este seguro se ofrecen, sin cargo, los siguientes servicios ante una urgencia:
-Traslado por avería de la bicicleta.
-Asistencia por rotura de neumático.
-Reintegro de medicamentos como consecuencia de intento de robo.
-Envío de taxi o remís para traslado a domicilio a causa de robo.
-Envío de ambulancia hasta el centro médico más cercano en caso de accidente.
-Cambio de cerraduras por robo.
-Envío de taxi o remís hasta la dependencia policial más cercana en caso de robo.
-Reembolso de gastos de DNI por robo.
-Asesoramiento legal ante el robo o accidente sufrido.
-Conexión con centros de reparación de bicicletas.

 

Visitá el cotizador online de Seguros Rivadavia en http://www.segurosrivadavia.com/personas/bicicletas/cotizacion.php

Para más información: www.segurosrivadavia.com | 0810-999-3200 | info@segurosrivadavia.com
O bien contactarse con cualquiera de los Productores Asesores de Seguros Rivadavia en todo el país.

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Ciclismo urbano

Ya está todo listo en Mar del Plata para el 5° Foro Argentino de la Bici, a celebrarse entre el 10 y el 12 de noviembre

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El evento ciudadano a favor de la movilidad sostenible más importante del país ya está preparado para recibirte en la ciudad de Mar del Plata entre el 10 y 12 de noviembre próximos. Luego de que en el pasado pre-foro en la Villa Victoria se viviese una jornada de gran entusiasmo y amor por la bicicleta, la ciudad se prepara para la quinta edición de un Foro que reúne a gente del todo el país.


El  cronograma aún no está cerrado, pero  podemos  adelantar  algunas  actividades que pondrán muy felices a quienes amen a la bicicleta y la movilidad sostenible.

El día viernes 10 de noviembre, las actividades se realizarán en la Plaza Mitre (Colón y Mitre). Allí habrá varias charlas:
-Cómo construir infraestructuras seguras.
-Siniestralidad vial.
-ONGs vinculadas a la bici y el cicloactivismo.
-Una actividad con la ONG marplatense Guías a la par, con prueba de tándems y convocatoria de guías.
-Demostraciones de bicipolo, deporte que está arribando a Mardel.
-Números de monociclos y demostración de Stunt.
-Talleres para infancias, para aprender a andar en bici y cuidados a tener en cuenta.

Y a las 17 hs se saldrá pedaleando en caravana hacia el camping municipal Centro Scout, donde acamparán los cicloviajeros que vayan llegando desde todo el país, y a donde se desarrollarán los siguientes días del Foro.

Esa misma noche se proyectarán cortometrajes y habrá un encuentro en el bar cultural La Periferia, ubicado a unas cuadras del camping.

El día sábado, ya en el camping, la jornada comenzará con una clase de yoga ofrecida por Lulea. Luego se realizará un paseo en bici recorriendo la naturaleza de la zona, para
regresar al medio día y disfrutar de un día pleno de charlas interesantísimas, entre otras:

-Mujeres y disidencias en el mundo de la ciclomecánica.
-Experiencias de viajar en bicicleta.
-Psicología del tránsito.
-Diseño y arte enfocado en la bicicleta.

También habrá talleres de primeros auxilios, emparchado y sobre aprender a andar en bicicleta.

En la jornada del domingo, más distendida, se eligirá la ciudad sede del FAB 2025 y luego de almorzar se partirá en una caravana colectiva hacia el centro, para darle un cierre a puro pedal, a este encuentro que dará que hablar.

Recordamos que todas las actividades son gratuitas y abiertas a toda la comunidad.

Info: Agustín Arevalo (11 58222110)  | Luciana Fernandez Ravelo (11 69811446) |  Vanesa Camino (2233 482931) | Luz Calabrese ( 2235 794099)
Fotos: Patricio Devoto y Soledad Gonzalez Lagarde  @soledadgonzalezlagarde

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Ciclismo urbano

3 ventajas y 3 desventajas del ciclismo urbano

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LO POSITIVO
Tiempo al tiempo
Dice una vieja frase que el tiempo es oro, pero en verdad ni todo el oro del mundo puede comprarnos tiempo de vida. Por eso el primer ítem en esta lista corresponde al invaluable beneficio de controlar nuestros horarios. Contrariamente al cliché acerca de los ciclistas urbanos, estos no eligen tanto la bici por ahorrar dinero ni por amor al medio ambiente, pero sí lo hacen por esta ventaja.
La comparación más clara las podemos hacer con el uso del automóvil particular. El viaje de un punto a otro de la ciudad manejando está sujeto a numerosos factores que hacen impredecible el horario de llegada. Embotellamientos, desvíos, cortes y conseguir un lugar de estacionamiento son cuestiones que afectan directamente el tiempo que nos llevará arribar a destino. Para paliar esta situación algunos conductores eligen salir con mucha anticipación, lo que, si bien puede resultar útil, en definitiva no es otra cosa que alargar la duración del viaje.
Respecto del transporte público en nuestro país, la bici todavía sigue siendo mejor ya que colectivos, trenes y subtes no suelen cumplir los horarios establecidos. Esto puede generar largas esperas en las paradas y estaciones, lo que torna muy difícil ser puntuales en nuestros compromisos. Si en cambio comparamos ir en bici o ir caminando, encontramos que ambas opciones comparten la previsibilidad del tiempo y los horarios de llegada. Pero si de tiempo de viaje se trata, trasladarse pedaleando podría llevarnos la tercera o la cuarta parte de hacerlo a pie.

Estar presentes
Moverse en dos ruedas permite estar en una conexión total con la ciudad. Necesitamos que casi todos nuestros sentidos estén en alerta. Esto nos lleva a estar presentes en el aquí y el ahora, algo que desarrolla muy sabiamente Juan Carlos Kreimer en su libro Bici Zen (Grupo Planeta, 2013). El beneficio es llegar a destino sintiéndonos con energía. Esto impacta positivamente en el rendimiento de quien se moviliza a trabajar o estudiar. Además, estar atentos durante todo el viaje hará que cada trayecto sea distinto. Aún si repetimos la misma ruta constantemente siempre habrá algo en el entorno que nos llamará la atención porque vamos en el mejor vehículo descapotable que se puede usar en una ciudad.

Comunidad
Este punto está muy relacionado al anterior. Contrariamente al aislamiento y la competencia que puede generar el uso del auto particular, la bici promueve el encuentro humano. La cercanía física, el poder estar cara a cara con el otro fomenta la rehumanización de la gran ciudad. Cruzar una mirada, hacer un comentario (¡sí, aunque sea sobre el clima!) o ayudar a resolver un pinchazo nos saca del individualismo y hace que las personas pasen de ser cohabitantes de un espacio físico a miembros de una comunidad. Esta diferencia no se da solamente con los autos; curiosamente también ocurre con el transporte público.
Tal vez en el futuro la gente que viaje en colectivo o tren entable relaciones más parecidas a las de los ciclistas. Pero por el momento les sugiero que hagan el siguiente experimento: al detener la bici en un semáforo prueben entablar una conversación con el ciclista que se detuvo a su lado. Ahora intenten hacer lo mismo en un subte con la persona que va parada junto a ustedes. Intuyo que encontrarán una diferencia.

LO NEGATIVO
Vulnerabilidad
En los países de nuestra región los ciclistas todavía somos muy vulnerables frente al transporte motorizado. Aunque la reaparición masiva de la bicicleta en el escenario urbano lleva ya más de un lustro, todavía es vista por mucha gente como algo extraño. Las últimas décadas se encargaron de fijar en el imaginario colectivo que las calles son de los autos. Esta intrusión de la bici genera reiteradas conductas violentas de parte de quienes manejan un vehículo grande y pesado y que muchas veces ponen en serio riesgo la integridad de los ciclistas. Poco a poco pareciera que esto va cambiando, pero hay que admitir que todavía estamos muy lejos de que nuestras calles sean bike friendly.

Clima
Es cierto que no tiene por qué ser un impedimento para agarrar la bici, pero siendo sinceros, hay días en que la temperatura, el viento y la humedad no son para nada favorables al ciclista urbano. Si bien existen varios trucos que ayudan a minimizar los inconvenientes de andar con lluvia, nieve o un solazo que raje la tierra, lo cierto es que los climas extremos no son nada agradables para optar por la bici. Más de una vez vamos a mirar con ojos de perro mojado a aquellos felices automovilistas, atascados pero con el bendito aire acondicionado.

Prejuicios
Fue tan grande el reinado del automóvil durante décadas que se llegó a pensar que quien no poseía uno era un marginal. El progreso era tener un auto propio y andar en bici era para pobres, hippies o veganos. Todavía esta idea persiste, aunque ya agrietada y con vistas a quebrarse del todo en los tiempos que vendrán. Por lo tanto es común recibir ciertos comentarios desagradables y discriminatorios cuando le contamos a gente desconocida que nos movemos en bici. La tendencia va cambiando (hoy hay CEOs de multinacionales que van a trabajar en bici) pero es necesario saber que todavía es muy frecuente enfrentar este tipo de situaciones.

Les propongo que hagamos una acción concreta: enviar esta nota a alguna persona que podríamos entusiasmar para que empiece a trasladarse en bici por la ciudad. Quizás estas palabras honestas acerca del ciclismo urbano puedan hacer florecer más ciclistas por las calles de la ciudad.

*Periodista y guía de ciclismo urbano en eventos turísticos y corporativos:
Twitter: @tincholehmann, tincholehmann.com.ar

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