Ergonomía: algunas medidas críticas de la bici

Consideraciones acerca de las medidas que determinan nuestra eficiencia y comodidad sobre la bici. La distancia del pedal al asiento, la longitud de las palancas, la relación entre el asiento y la caja pedalera, la distancia del asiento al manubrio y la altura del manubrio.

Distancia del pedal al asiento

La medida más crítica para el ciclista es la distancia entre el asiento y los pedales. Hay varias fórmulas para calcular esta distancia, todas ellas generalizaciones que raramente coinciden con cada individuo en particular. Todo lo que necesitamos hacer para establecer esta medida es ubicar el asiento a la altura en la cual nuestra pierna quede completamente extendida cuando colocamos el empeine tocando el pedal por debajo; de esa manera, cuando coloquemos nuestro pie sobre el pedal en la posición normal, nuestra pierna quedará levemente plegada cuando el pedal esté en la posición inferior. Este sistema (tomando en cuenta siempre qué grosor de suela de zapatillas estamos usando, así como el tipo de pedal) determinará con precisión la distancia del asiento a los pedales mejor que cualquier fórmula.

A continuación habrá que hacer el ajuste fino de esta posición, de manera de adaptarla a nuestro particular estilo de conducción y a nuestra necesidades, ya sea para salir de compras o para practicar deporte.

Dentro de estos parámetros, para hacer deporte la posición del asiento siempre deberá ser la más elevada posible. Con esta posición máxima evitaremos poner demasiado presión en nuestra rodilla cuando la pierna esté bien plegada, lo que sí sucedería si el asiento estuviera en su posición más baja posible. Por otra parte, una posición “alta” contribuye a que logremos mayores ventajas aerodinámicas, así como mayor generación de potencia, en tanto la pierna puede empujar con mayor fuerza cuando se acerca a su mayor extensión que cuando está muy plegada.

El argumento contra los asientos “altos” viene del lado de los usuarios urbanos, ya que en el tránsito es más difícil en este caso poner el pie en el piso cuando se presenta la necesidad (semáforos, por ejemplo). Por otra parte, tanto los paseantes urbanos como incluso algunos cicloturistas raramente necesiten aplicar una gran potencia de salida, y por lo tanto una posición de asiento un poco más baja que lo que indica la regla puede resultar beneficiosa.

Largo de palancas

He aquí un tema en el que muchos ciclistas “pisan el palito” de los falsos científicos de la bicicleta. ¿Quién no ha escuchado innumerables veces a ciclistas “expertos” que aseguran que cuanto mayor la longitud de las palancas, mayor es la potencia que pueden entregar a ellas, aduciendo razones “físicas”? Una afirmación que ocasiona un fenomenal derroche de energía.

La longitud de palancas es un tema muy parecido al de la distancia de los pedales al asiento. Pero en este caso, por las mismas razones que un asiento alto es mejor que uno bajo, las palancas cortas son mejores que las largas —mejores para nuestro cuerpo y para nuestra posición, y obviamente son más livianas.

Más allá del principio recién enunciado, determinar el largo de palancas correcto para cada especialidad, cada ciclista y cada circunstancia, es algo más complejo. La sana tradición y la buena experiencia (que en este caso valen más que la ciencia) indican que para un varón de envergadura promedio el largo de palancas indicado es de 170 mm.

Esto vale para la mayor parte de los casos menos para el mountain bike, donde se suelen utilizar palancas de 175 mm. Dicen algunos que “saben” que es porque las palancas más largas entregan mayor potencia. ¿Realmente lo hacen? ¿Si así fuera, por qué no se utilizan en todo tipo de bicicleta? Bueno, diría ese alguien, porque cuando se pedalea en senderos de montaña se pedalea más despacio. ¿Es verdad eso? ¿Y por qué hacer eso cuando uno tiene múltiples relaciones de multiplicación disponibles? Y, por supuesto, es lo mismo cambiar la longitud de palancas que meter cambios de multiplicación. Conclusión: cualquier largo de palancas que convenga a un ciclista en particular para usar en la ruta funcionará para él mismo tanto en un velódromo como en la montaña.

Lo que decimos puede sonar raro, ya que pareciera que palancas más largas entregarían más potencia en una multiplicación dada. Pero la potencia es una combinación de torque, que es la presión que se puede aplicar y que es mayor con palancas más largas, con velocidad, o sea cuán rápido giramos nuestras piernas, la que es mayor con palancas más cortas…

De hecho, hoy no son pocos los ciclistas profesionales que utilizan palancas de 165 mm.  



Las dimensiones críticas
de un cuadro

1. Largo total.

2. Medida del stem.

3. Ajuste atrás-adelante del asiento.

4. Longitud del caño superior (largo del cuadro).

5. Altura general.

6. Longitud del caño de asiento (altura del cuadro).

7. Altura de la caja pedalera.

8. Ángulo del caño de asiento.

9. Distancia caja pedalera- punta de asiento.

10. Ángulo de frente.



La relación asiento-caja pedalera

La medida menos “científica” en la bicicleta es la posición (más adelante o más atrás) del asiento en relación a la caja pedalera. Esta posición está en enorme medida determinada por el ángulo del caño de asiento y por la medida del cuadro, pero puede ser levemente alterada desplazando el asiento hacia atrás o hacia adelante. La recomendacián clásica de los expertos, y que respeta la mayoría de los que toman en cuenta este detalle, es que la rodilla debe quedar directamente sobre el eje del pedal cuando la palanca está en la posición horizontal delantera. Nos ha resultado imposible saber cuándo y dónde nació esta apreciación, que no tiene ningún sostén mecánico, ya que las palancas rotan 360º y pueden ser empujadas desde cualquier dirección.

La única diferencia que notamos es que desplazando el asiento hacia atrás o hacia adelante se altera el ángulo que se forma entre el tramo superior de la pierna y el tramo inferior del tronco. Y si esto establece alguna diferencia…¿qué decir de la variación en este ángulo cuando el ciclista de ruta pasa de la posición más baja en el manubrio a sentarse erguido, con sus manos en el centro del manubrio, para acometer un ascenso?

Asiento adelantado

Hagamos la prueba: adelantemos el asiento de nuestra bici todo lo que podamos hasta el límite en que aun nos sintamos cómodos. Esto no sólo significará diferentes ángulos para cada individuo sino también diferentes ángulos para diversos usos. Cuando la consideración más importante es la performance y la posición aerodinámica pasa a ser clave, necesitaremos que nuestra espalda esté lo más baja posible. Esto nunca es confortable, pero se puede hacer fácilmente desplazando el asiento hacia adelante. En este caso el ángulo entre pierna y tronco es el menor posible y produce el efecto de reducir el peso corporal que aguanta el asiento, incrementando el peso corporal que soportarán nuestros brazos.

Ángulo del caño de asiento

Es muy raro encontrar bicicletas de competición con un ángulo de caño de asiento más empinado que 75º, máxime cuando se usan manubrios normales. Pero cuando se usan aero o tri-bars este ángulo puede elevarse a 78º u 80º, como sucede en algunos cuadros de triatlón. En un cuadro con un ángulo de caño de asiento de 80º el asiento se desplaza unos 10 cm hacia adelante. Cuando recién se debuta con estos ángulos se pueden experimentar algunas molestias, a lo que se suma el hecho de que los triatletas suelen desplazar la punta del asiento 2º ó 3º hacia abajo, lo que contribuye a sentir que uno se desliza fuera del asiento.

Para cicloturismo, donde el confort tiende a prevalecer sobre la performance, la idea es lograr un balance entre el peso que apoya sobre el asiento y el que se dirige a los brazos. Los ángulos más cerrados (que llevan el asiento hacia atrás) significan más peso en los cuartos traseros, y viceversa.

Para uso urbano y distancias cortas son más comunes los ángulos de entre 68º y 70º, generalmente acoplados con asientos grandes. Esto aporta una posición más relajada y hace más fácil poner un pie en tierra. Esta idea es práctica también en bicicletas para niños.

Es bastante probable que algún escalador afirme que es imposible ascender una montaña con un ángulo de caño de asiento de 75º. Sin embargo, muchos otros afirman lo contrario, y aducen que los detractores de este ángulo probablemente nunca lo han usado —o al menos no lo han usado durante el tiempo suficiente.

Nos sentimos inclinados a afirmar que estos mismos ángulos son los ideales para las mountain bikes, excepto cuando afectan el manejo y la tracción.

Altura del manubrio

En manubrios normales, una posición más baja es más aerodinámica, mientras que más alta es más confortable.

Posición y comodidad

El tema comodidad no es siempre obvio. Si pedaleamos en nuestra bici hasta el supermercado para hacer alguna comprita resulta imbatible el tipo de bicicleta en el que podemos conducir bien sentados y erguidos. En el otro extremo, si estamos planeando participar en una contrarreloj de 150 kilómetros, la posición de “sentados y erguidos” no sólo será una enorme desventaja aerodinámica sino que incluso la comodidad inicial de nuestra posición desaparecerá a los pocos kilómetros. El problema de la posición “sentado y erguido” es que nuestro peso es soportado casi íntegramente por la parte posterior de nuestro cuerpo, lo que no es bueno. Más aun, este estilo de conducción suele estar acompañado por asientos muy anchos, lo que hace aun más incómodo pedalear largas distancias. Por ello es que para largas distancias, además de la ventaja aerodinámica, inclinar el tronco hacia adelante implica desplazar parte del peso del cuerpo hacia los brazos y, en la medida que estaremos pedaleando vivamente (ya que estamos en una carrera), parte de nuestro peso corporal se trasladará a las piernas. Por todo ello es que la posición de contrarreloj es siempre más confortable que la que usamos para ir de compras en una bici de paseo.