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Ciclismo urbano

Palabras en dos ruedas

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Un ciclista realiza una travesía poco habitual, durante la cual busca y encuentra conexiones entre la literatura y la bici. Algunos libros, reabastecimientos por Internet y un pedaleo por nuevos caminos de ficción y otros de realidad.

Por Raúl Fernández Rojas*

En lo que va de este 2010 Biciclub se acercó a la literatura en varias ocasiones. En enero se publicó el poema Oda a la Bicicleta, de Pablo Neruda, y en mayo La Bicicleta Blanca, tango con letra de Horacio Ferrer y música de Astor Piazzolla. En junio apareció el cuento La Bicicleta Fea, del director de la revista, Mario García. Parece que la bicicleta, como objeto en algunas obras literarias o como medio para buscar la inspiración, ha estado presente en muchas ocasiones entre los que toman la pluma.
Sin mapas ni GPS pero con expectativas, para hacer esta nota encaré para ese lado. Empecé esta extraña travesía con unos pocos libros y con el plan de ir reabasteciéndome en la biblioteca y en Internet. Sabía que me iba a encontrar con sorpresas, como siempre ocurre cuando se pedalea por caminos nuevos.

Mundos ficcionales

En la primera etapa encontré a la bicicleta directamente involucrada en la ficción narrativa.
Julio Cortázar, en el relato Vietato Introdurre Biciclette, incluido en su libro Historias de Cronopios y de Famas, denuncia la discriminación y la humillación que padece la bicicleta en ciertos ámbitos, describiéndola como un ser inocente y dócil, poseedor de sencilla espontaneidad. Sin embargo, Cortázar advierte sobre la posibilidad de que ellas —las bicicletas— formen legión y enfurecidas, esgrimiendo manubrios como astas, embistan a sus ofensores.
En su novela París era una Fiesta, el norteamericano Ernest Hemingway relata sus memorias durante un viaje a esa ciudad junto a su esposa. Entre sus páginas cuenta cómo deja la afición por las carreras de caballos para descubrir algo más entretenido, que lo fascina por lo novedoso y que no implica apostar: las carreras de bicicletas. Allí el autor confiesa que muchas veces empezó a escribir cuentos sobre las competencias, pero que nunca le salió uno que fuera tan bueno como lo son las carreras. En el capítulo siete insiste con el tema, retándose a sí mismo a escribir sobre el extraño mundo de las carreras de seis días y las maravillas de las competencias por carretera en la alta montaña.
En la novela La Revolución en Bicicleta, del escritor chaqueño Mempo Giardinelli, la vida del ex oficial del ejército paraguayo don Juan Bartolomé Gaite aparece incuestionablemente ligada a la bicicleta, que siempre estuvo presente en los momentos trascendentales de su vida. Su recuerdo más imborrable refiere a una noche, cuando el Sargento Chamorro recorrió en bicicleta los puestos de guardia levantando la tropa con arengas para la revolución.
Dublineses es una obra del genial escritor irlandés James Joyce que fue publicada en 1914, en donde ya hay una mención de lo que nosotros llamamos cicloturismo. En el relato titulado Los Muertos, uno de los personajes, Gabriel, le dice a la señorita Ivors que todos los años emprende una gira ciclística con varios compañeros por Francia, Bélgica y Alemania, explicando que lo hace en parte para mantenerse en contacto con otros idiomas y en parte para innovar.
El mismo autor escribió la enorme novela Ulises, que transcurre un jueves 16 de junio de 1904. Su protagonista, Leopold Bloom, recorre durante ese día la ciudad de Dublín. Desde 1954, todos los años en esa fecha se celebra el Bloomsday, que consiste en hacer ritualmente un peregrinaje por la ciudad, reproduciendo el recorrido que en la ficción hizo Bloom, pasando por los mismos bares, negocios, monumentos, parques que aparecen en la novela. Entre los eventos de importancia está el Messenger Bike Rally, durante el cual decenas de antiguas bicicletas con sus conductores adecuadamente ataviados se pasean por la ciudad.
A la muerte de Leonardo da Vinci, ocurrida en 1519, quedaron muchos documentos de su enorme obra dispersos en distintos lugares. Algunos fueron recopilados tiempo después en lo que se llamó el Códex Atlánticus. Se dice que durante una restauración de ese volumen, oculto en el reverso de uno de sus folios, se halló el dibujo de una bicicleta con características generales similares a las actuales. Se discute si el bosquejo lo hizo Leonardo o no, pero a los efectos de esta nota eso no importa. El fantástico descubrimiento nutre las páginas de la novela negra de Paco Ignacio Taibo II, titulada La bicicleta de Leonardo.

Escritores en dos ruedas

A mitad de camino de esta travesía me crucé con algunos escritores que fueron ciclistas o, al menos, que usaron la bicicleta con distintos propósitos.
El uruguayo Horacio Quiroga, hacia 1897, realizó la “hazaña” de unir en bicicleta Salto —su ciudad natal— con Paysandú, en un recorrido de 120 kilómetros. Sus biógrafos dicen que era ante todo un corredor y que su contagiosa devoción lo llevó a fundar un club ciclista en la ciudad de Salto. Quiroga dijo: “El gran atractivo de la bicicleta consiste en transportarse, llevarse uno mismo, devorar distancias, asombrar al cronógrafo y exclamar al fin de la carrera: ¡mis fuerzas me han traído!”
Lejos del deporte y de la vida sana pero muy cerca de la bicicleta estuvo el dramaturgo, novelista y poeta francés Alfred Jarry, quien paseaba su espíritu libertario por París montado en su hermosa bicicleta Clement de Luxe, la cual se dice que tardó 10 años en terminar de pagar. Él también incluyó al ciclismo en sus relatos.
Por su parte, el escritor bonaerense Andrés Neuman, al mencionar algunas de las estrategias de las que se valió para escribir su novela El viajero del Siglo, publicada en 2009, cuenta que un verano recorrió en bicicleta el nordeste alemán, no para tomar nota de lo que viera, sino de lo que se le ocurriese mirando.
También el novelista, ciclista y director del diario francés Le Monde, Eric Fottorino, llegó a decir que andar en bicicleta es un modo de escritura, y que muchas ideas vienen mientras se pedalea.
En ensayos y vidas

Por un atajo llegué hasta donde la bici sale de la ficción y se desvía hacia el terreno de la biografía y del ensayo académico.
Ahí estaba el relato autobiográfico de Isak Dinesen, seudónimo de Karen Blixen. Se trata de Memorias de África, en donde la autora —quien pasó muchos años en una granja en ese continente— cuenta que entre las invenciones de la civilización que los nativos más admiraban estaba la bicicleta. Este relato fue en parte llevado al cine por Sidney Pollack en la película África mía, que obtuvo un Oscar en 1985.
También el antropólogo Marc Augé reflexiona sobre la bicicleta como recuerdo, mito y utopía en Elogio de la bicicleta. Dice que la bicicleta forma parte de la historia de cada uno de nosotros y que su aprendizaje remite a la infancia y a la adolescencia. El autor la compara con la playa, como un renacer o reencuentro con sensaciones que no tienen edad.
Además, en el capítulo El Mito Vivido Augé escribe acerca de la dimensión mítica del ciclismo. Menciona al Giro de Italia, la Carrera de los Seis Días, la París-Roubaix y, principalmente, el Tour de France, mientras evoca a viejos gladiadores de la bici como Fausto Coppi, Louison Bobet, Jacques Anquetil y Bernard Hinault.
Así como hace un análisis de la individualidad del ciclista, el autor también reflexiona sobre los vínculos sociales y la solidaridad que genera el ciclismo, actividad que concibe como un milagro que transforma la ciudad en escenario de aventuras o, por lo menos, de travesías. Al mismo tiempo imagina una ciudad utópica, un futuro en el que la bicicleta es símbolo ecológico y de reconciliación de la sociedad consigo misma. Estas son las ideas que, brevemente, pude interpretar del ensayo como ciclista y lector. Sin dudas, algún entendido le sacará mucho más jugo.
Seguramente se podría ir más lejos andando por este ajetreado camino, pero hasta aquí he llegado, y acaso estas líneas puedan ser de alguna utilidad.
Como sea, para transporte o deporte, recreación o inspiración, la bicicleta sigue avanzando a través de los siglos montada por toda clase de personas, dejando un aura que trasciende su mera condición de máquina para dar ocasión a que algunos pedaleen sobre el papel, dejando huellas de tinta en libros y revistas.

1 Comentario

1 Comentario

  1. jos

    26 julio, 2011 a las 5:54 am

    Las Bicicletas, de Julio Torri
    Es un deporte que para practicarlo no necesita uno de compañeros. Propio pues para misántropos, para orgullosos, para insociables de toda laya. El ciclista es un aprendiz de suicida. Entre los peligros que lo amenazan los menores no son para desestimarse: los perros, enemigos encarnizados de quien anda aprisa y al desgaire; y los guardias que sin gran cortesía recuerdan disposiciones municipales quebrantadas involuntariamente.

    Desde que se han multiplicado los automóviles por nuestras calles, he perdido la admiración con que veía antes a los toreros y la he reservado para los aficionados a la bicicleta.

    En ella va uno como suspendido en el aire. Quien vuela en aeroplano se desliga del mundo. El que se desliza por su superficie sostenido en dos puntos de contacto no rompe amarras con el planeta.

    El avión y el auto no guardan proporción por su velocidad con el hombre, que es mayor de la que él necesita. No así la bicicleta.

    Raro deporte que se ejercita sentado como el remar. Todos los intentos para compartirlo con otros han sido frustráneos.

    Lo exclusivo de su disfrute la hace apreciable a los egoístas.

    Llegamos a profesarle sentimientos verdaderamente afectuosos. Adivinamos sus pequeños contratiempos, sus bajas necesidades de aire y aceite. Un leve chirrido en la biela o en el buje ilustra suficientemente nuestra solícita atención de hombres sensibles, comedidos, bien educados. Sé de quienes han extremado estos miramientos por su máquina, incurriendo en afecciones que sólo suelen despertar seres humanos. Las bicicletas son también útiles, discretas, económicas.

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Clases para aprender a andar en bici en Buenos Aires

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Laureano Núñez es ciclista, organiza salidas en bici para principiantes y da clases para todos aquellos –adultos y niños a partir de los 12 años– que aun no saben pedalear y quieren aprender. Las clases son 100% personalizadas.
Debido a la situación actual, disponen de comunicación electrónica para un distanciamiento social efectivo.
Las clases se realizan en Puerto Madero, una vez por semana, acordando los horarios según los requerimientos de los alumnos, y duran una hora.
La idea es tener nociones básicas de cómo pedalear en la ciudad, aprender la técnica, perder el miedo y practicar. También se enseñan nociones básicas de mecánica (como arreglar una pinchadura y cambiar una cámara) y teoría básica sobre seguridad vial para movernos de forma segura.
Las clases finalizan cuando el alumno siente que alcanzó su meta y siente que puede seguir por si solo.

Más info sobre las clases: 112823-1343

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Ciclismo urbano

Seguros Rivadavia: Bici Pro, la cobertura especial para ciclistas que compiten

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Seguros Rivadavia desarrolló un seguro que otorga la máxima seguridad a los que andamos en bicicleta: protege al asegurado y a su bicicleta ante fenómenos tales como el robo, los accidentes personales y la responsabilidad civil, pudiendo incluir el robo de efectos personales, equipos electrónicos o daños.

Seguros Rivadavia ofrece tres alternativas, de acuerdo a las características de la bicicleta y el uso dado a la misma: Bici Total, Bici Max y Bici Pro. En esta nota te contamos sobre el plan Bici Pro, un producto especialmente diseñado para ciclistas que participan en competencias amateurs, con mayor flexibilidad en las sumas asegurables y coberturas a medida.

Coberturas
-Robo Total.
-Robo de Efectos Personales.
-Robo de Equipos Electrónicos Portátiles.
-Daños a la Bicicleta.
-Muerte Accidental.
-Invalidez Total y Parcial Permanente por Accidente.
-Gastos de Asistencia Médico-Farmacéutica por Accidente.
-Cobertura de Responsabilidad Civil del Ciclista.

Coberturas adicionales para todos los planes
Con el fin de brindar un servicio de excelencia, para este seguro se ofrecen, sin cargo, los siguientes servicios ante una urgencia:
-Traslado por avería de la bicicleta.
-Asistencia por rotura de neumático.
-Reintegro de medicamentos como consecuencia de intento de robo.
-Envío de taxi o remís para traslado a domicilio a causa de robo.
-Envío de ambulancia hasta el centro médico más cercano en caso de accidente.
-Cambio de cerraduras por robo.
-Envío de taxi o remís hasta la dependencia policial más cercana en caso de robo.
-Reembolso de gastos de DNI por robo.
-Asesoramiento legal ante el robo o accidente sufrido.
-Conexión con centros de reparación de bicicletas.

 

Visitá el cotizador online de Seguros Rivadavia en http://www.segurosrivadavia.com/personas/bicicletas/cotizacion.php

Para más información: www.segurosrivadavia.com | 0810-999-3200 | info@segurosrivadavia.com
O bien contactarse con cualquiera de los Productores Asesores de Seguros Rivadavia en todo el país.

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Ciclismo urbano

Ya está todo listo en Mar del Plata para el 5° Foro Argentino de la Bici, a celebrarse entre el 10 y el 12 de noviembre

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El evento ciudadano a favor de la movilidad sostenible más importante del país ya está preparado para recibirte en la ciudad de Mar del Plata entre el 10 y 12 de noviembre próximos. Luego de que en el pasado pre-foro en la Villa Victoria se viviese una jornada de gran entusiasmo y amor por la bicicleta, la ciudad se prepara para la quinta edición de un Foro que reúne a gente del todo el país.


El  cronograma aún no está cerrado, pero  podemos  adelantar  algunas  actividades que pondrán muy felices a quienes amen a la bicicleta y la movilidad sostenible.

El día viernes 10 de noviembre, las actividades se realizarán en la Plaza Mitre (Colón y Mitre). Allí habrá varias charlas:
-Cómo construir infraestructuras seguras.
-Siniestralidad vial.
-ONGs vinculadas a la bici y el cicloactivismo.
-Una actividad con la ONG marplatense Guías a la par, con prueba de tándems y convocatoria de guías.
-Demostraciones de bicipolo, deporte que está arribando a Mardel.
-Números de monociclos y demostración de Stunt.
-Talleres para infancias, para aprender a andar en bici y cuidados a tener en cuenta.

Y a las 17 hs se saldrá pedaleando en caravana hacia el camping municipal Centro Scout, donde acamparán los cicloviajeros que vayan llegando desde todo el país, y a donde se desarrollarán los siguientes días del Foro.

Esa misma noche se proyectarán cortometrajes y habrá un encuentro en el bar cultural La Periferia, ubicado a unas cuadras del camping.

El día sábado, ya en el camping, la jornada comenzará con una clase de yoga ofrecida por Lulea. Luego se realizará un paseo en bici recorriendo la naturaleza de la zona, para
regresar al medio día y disfrutar de un día pleno de charlas interesantísimas, entre otras:

-Mujeres y disidencias en el mundo de la ciclomecánica.
-Experiencias de viajar en bicicleta.
-Psicología del tránsito.
-Diseño y arte enfocado en la bicicleta.

También habrá talleres de primeros auxilios, emparchado y sobre aprender a andar en bicicleta.

En la jornada del domingo, más distendida, se eligirá la ciudad sede del FAB 2025 y luego de almorzar se partirá en una caravana colectiva hacia el centro, para darle un cierre a puro pedal, a este encuentro que dará que hablar.

Recordamos que todas las actividades son gratuitas y abiertas a toda la comunidad.

Info: Agustín Arevalo (11 58222110)  | Luciana Fernandez Ravelo (11 69811446) |  Vanesa Camino (2233 482931) | Luz Calabrese ( 2235 794099)
Fotos: Patricio Devoto y Soledad Gonzalez Lagarde  @soledadgonzalezlagarde

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Ciclismo urbano

3 ventajas y 3 desventajas del ciclismo urbano

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LO POSITIVO
Tiempo al tiempo
Dice una vieja frase que el tiempo es oro, pero en verdad ni todo el oro del mundo puede comprarnos tiempo de vida. Por eso el primer ítem en esta lista corresponde al invaluable beneficio de controlar nuestros horarios. Contrariamente al cliché acerca de los ciclistas urbanos, estos no eligen tanto la bici por ahorrar dinero ni por amor al medio ambiente, pero sí lo hacen por esta ventaja.
La comparación más clara las podemos hacer con el uso del automóvil particular. El viaje de un punto a otro de la ciudad manejando está sujeto a numerosos factores que hacen impredecible el horario de llegada. Embotellamientos, desvíos, cortes y conseguir un lugar de estacionamiento son cuestiones que afectan directamente el tiempo que nos llevará arribar a destino. Para paliar esta situación algunos conductores eligen salir con mucha anticipación, lo que, si bien puede resultar útil, en definitiva no es otra cosa que alargar la duración del viaje.
Respecto del transporte público en nuestro país, la bici todavía sigue siendo mejor ya que colectivos, trenes y subtes no suelen cumplir los horarios establecidos. Esto puede generar largas esperas en las paradas y estaciones, lo que torna muy difícil ser puntuales en nuestros compromisos. Si en cambio comparamos ir en bici o ir caminando, encontramos que ambas opciones comparten la previsibilidad del tiempo y los horarios de llegada. Pero si de tiempo de viaje se trata, trasladarse pedaleando podría llevarnos la tercera o la cuarta parte de hacerlo a pie.

Estar presentes
Moverse en dos ruedas permite estar en una conexión total con la ciudad. Necesitamos que casi todos nuestros sentidos estén en alerta. Esto nos lleva a estar presentes en el aquí y el ahora, algo que desarrolla muy sabiamente Juan Carlos Kreimer en su libro Bici Zen (Grupo Planeta, 2013). El beneficio es llegar a destino sintiéndonos con energía. Esto impacta positivamente en el rendimiento de quien se moviliza a trabajar o estudiar. Además, estar atentos durante todo el viaje hará que cada trayecto sea distinto. Aún si repetimos la misma ruta constantemente siempre habrá algo en el entorno que nos llamará la atención porque vamos en el mejor vehículo descapotable que se puede usar en una ciudad.

Comunidad
Este punto está muy relacionado al anterior. Contrariamente al aislamiento y la competencia que puede generar el uso del auto particular, la bici promueve el encuentro humano. La cercanía física, el poder estar cara a cara con el otro fomenta la rehumanización de la gran ciudad. Cruzar una mirada, hacer un comentario (¡sí, aunque sea sobre el clima!) o ayudar a resolver un pinchazo nos saca del individualismo y hace que las personas pasen de ser cohabitantes de un espacio físico a miembros de una comunidad. Esta diferencia no se da solamente con los autos; curiosamente también ocurre con el transporte público.
Tal vez en el futuro la gente que viaje en colectivo o tren entable relaciones más parecidas a las de los ciclistas. Pero por el momento les sugiero que hagan el siguiente experimento: al detener la bici en un semáforo prueben entablar una conversación con el ciclista que se detuvo a su lado. Ahora intenten hacer lo mismo en un subte con la persona que va parada junto a ustedes. Intuyo que encontrarán una diferencia.

LO NEGATIVO
Vulnerabilidad
En los países de nuestra región los ciclistas todavía somos muy vulnerables frente al transporte motorizado. Aunque la reaparición masiva de la bicicleta en el escenario urbano lleva ya más de un lustro, todavía es vista por mucha gente como algo extraño. Las últimas décadas se encargaron de fijar en el imaginario colectivo que las calles son de los autos. Esta intrusión de la bici genera reiteradas conductas violentas de parte de quienes manejan un vehículo grande y pesado y que muchas veces ponen en serio riesgo la integridad de los ciclistas. Poco a poco pareciera que esto va cambiando, pero hay que admitir que todavía estamos muy lejos de que nuestras calles sean bike friendly.

Clima
Es cierto que no tiene por qué ser un impedimento para agarrar la bici, pero siendo sinceros, hay días en que la temperatura, el viento y la humedad no son para nada favorables al ciclista urbano. Si bien existen varios trucos que ayudan a minimizar los inconvenientes de andar con lluvia, nieve o un solazo que raje la tierra, lo cierto es que los climas extremos no son nada agradables para optar por la bici. Más de una vez vamos a mirar con ojos de perro mojado a aquellos felices automovilistas, atascados pero con el bendito aire acondicionado.

Prejuicios
Fue tan grande el reinado del automóvil durante décadas que se llegó a pensar que quien no poseía uno era un marginal. El progreso era tener un auto propio y andar en bici era para pobres, hippies o veganos. Todavía esta idea persiste, aunque ya agrietada y con vistas a quebrarse del todo en los tiempos que vendrán. Por lo tanto es común recibir ciertos comentarios desagradables y discriminatorios cuando le contamos a gente desconocida que nos movemos en bici. La tendencia va cambiando (hoy hay CEOs de multinacionales que van a trabajar en bici) pero es necesario saber que todavía es muy frecuente enfrentar este tipo de situaciones.

Les propongo que hagamos una acción concreta: enviar esta nota a alguna persona que podríamos entusiasmar para que empiece a trasladarse en bici por la ciudad. Quizás estas palabras honestas acerca del ciclismo urbano puedan hacer florecer más ciclistas por las calles de la ciudad.

*Periodista y guía de ciclismo urbano en eventos turísticos y corporativos:
Twitter: @tincholehmann, tincholehmann.com.ar

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