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Ciclismo urbano

Por qué y como ir al trabajo en bici

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Foto: Vlad B en Unsplash

El camino al trabajo es una parte de la rutina diaria que nos insume una parte de nuestro valioso tiempo y que en general es percibido como un momento tedioso, tiempo perdido, “un mal necesario”. Solemos darle una connotación negativa por las dificultades y el estrés que muchas veces implica: tránsito colapsado en horas pico, interrupciones, choques, cortes que demoran más de lo planeado. El transporte público saturado, incómodo y muchas veces deficitario en frecuencias y comodidad. Quienes viven cerca de su lugar de trabajo y pueden llegar caminando suelen considerarse afortunados. ¿Y qué tal poder llegar después de habernos cargado de energía en bicicleta?
Quienes llegan al trabajo en bicicleta, suelen llamar la atención de sus colegas: “¿Y dónde la dejás?” “¿Por donde venís hay bicisendas?” “¿Cómo hacés para no transpirar?” Y muchas otras preguntas cargadas de dosis iguales de fascinación e incredulidad. Seguramente las respuestas a esas preguntas sean mucho más simples y sencillas que lo que existe en el “imaginario popular”.

Los prejuicios
Ir a trabajar en bicicleta es una actividad que usualmente está cargada de prejuicios, en parte por desconocimiento, en parte por asociar al ciclismo con la competencia o el ejercicio y no con un medio de transporte. Pensar en llegar todo transpirado, con malos olores, sucio y agotado adonde vamos a pasar las próximas 8 horas no es una idea que consiga adeptos. Vivir lejos (más de 6 o 7 kilómetros) o imaginarse más de una hora pedaleando es también una barrera a superar a la hora de adoptar la bici. Ni hablar si la rutina matinal incluye dejar hijos en la escuela o cargar elementos de trabajo. Un baño de realidad es necesario para admitir que ir al trabajo en bicicleta no es algo que necesariamente esté al alcance de todo el mundo. Aunque poniéndole una dosis de creatividad y voluntad veremos que pueden ser muchos más de los que imaginamos.

A favor
Un viaje de 30 o 40 minutos permite llegar de buen humor al trabajo. Está comprobado que andar en bicicleta libera endorfinas, que contrarrestan los efectos de la depresión y la ansiedad. Vamos a arrancar nuestro día de trabajo con las pilas puestas y más motivación. Y la vuelta nos permitirá dejar en cada pedaleada toda la tensión y energía negativa acumuladas para llegar a destino relajados y sin llevar los problemas del trabajo a casa.
Si lo que nos espera son 8 horas sentados tras un escritorio, ese viaje en bici se convierte en nuestra dosis diaria para combatir el sedentarismo, reduciendo el estrés, los riesgos de enfermedades cardíacas o la diabetes, además de ejercitar los músculos y articulaciones que nos evitarán los dolores asociados a la mala postura.
También el bolsillo va a estar agradecido de elegir la bici para movernos. Si lo que cambiamos fue el auto para el trayecto al trabajo, la diferencia puede ser abismal. Y no solo por lo que cuesta el combustible, quizás el costo más directo a la hora de poner en la balanza. El tiempo que ahorremos buscando lugar para estacionar también es tiempo ganado. Y ese ahorro podemos volcarlo en premiar a nuestra bici con accesorios más facheros ;).
El tiempo de viaje constante también es una ventaja que puede redundar en un beneficio económico: al no estar afectado por embotellamientos o demoras del transporte público, salvo que tengamos un percance con la bici (una pinchadura, o rotura de cadena, por ejemplo), nuestro tiempo de viaje será siempre el mismo, evitando perder presentismos o simplemente llegar tarde.
Para el empleador, también es una ventaja que sus empleados elijan la bicicleta para ir a trabajar. Está demostrado que el nivel de ausentismo disminuye de manera importante, asociado a un mejor estado de salud general, que hace que se enfermen menos y soliciten menos licencias por cuestiones médicas. Es por eso que cada vez más empresas ofrecen incentivos a sus empleados para que elijan la bicicleta, facilitándoles el lugar para estacionar y hasta otorgando incentivos económicos para quienes lo hagan regularmente.


Foto: Evgenii Pliusnin en Unnsplash

No todo es color de rosa
Las mencionadas ventajas tienen su contrapartida. A diferencia de viajar en auto, transporte público o caminando, la bicicleta requiere una cierta preparación previa y posterior al viaje. Si estamos dispuestos a ese “esfuerzo extra”, les aseguro que la recompensa bien la vale.
Como en nuestro viaje no competimos contra nadie, (salvo que estemos llegando tarde) no hace falta ir rápido. Eso va a evitar llegar transpirados y desaliñados y también nos permitirá disfrutar más el viaje, transitar relajados.
En un escenario ideal y perfecto, llegaríamos a un lugar en donde contaríamos con una ducha para finalizar la travesía “frescos como una lechuga”. Solo deberíamos procurar contar con jabón, un toallón y desodorante para llegar impecables al inicio de la jornada.
Si no es esa la opción (como en la gran mayoría de los casos), podemos llevar una toalla de mano, desodorante y una camisa limpia para emprolijarnos a nuestra llegada y tener la ropa en condiciones. Si el ritmo de viaje fue tranquilo, seguramente no va a ser un impedimento este pequeño “ajuste”.
Para no sufrir la excesiva sudoración, tenemos que evitar el uso de mochilas en la espalda. Existe en el mercado una gran variedad y diseños de bolsos, alforjas, canastos, entre otros accesorios, en los que podemos llevar nuestras cosas de manera más cómoda, sin perder la elegancia. También tendremos que pensar en adaptar nuestra bici a esta nueva rutina, agregando portaequipajes y guardabarros (FUN-DA-MEN-TA-LES para evitar salpicaduras).
Si el trayecto es extenso, evaluemos las posibilidades de combinar con el tren o el subte (en este último caso en los horarios en los que está permitido) para acortar el camino. Si nuestra bici es una plegable, también contamos con la posibilidad de compartir el viaje con colegas con auto, yendo a su encuentro y guardando la bici en el baúl.

Se hace camino al andar
Es importante, sobre todo las primeras veces, tener en cuenta la planificación del camino. Un buen consejo, antes de comenzar, es hacer la ruta un fin de semana para ir familiarizándonos con el entorno y los tiempos de viaje. La bicicleta nos proporciona la versatilidad y flexibilidad para ir cambiando las rutas para elegir la que más nos convenga. No siempre la más rápida y corta es la mejor, ya que quizás implique andar por avenidas transitadas, calles ruidosas o quizás simplemente no tan vistosas. Busquemos alternativas que incluyan parques, plazas, calles arboladas, barrios más calmos y que nos incentiven a meternos por ellos, con bares, negocios o paisajes urbanos que nos agraden.

En conclusión…
Como todo hábito, lleva su tiempo adoptarlo. Tengamos la paciencia para ir ajustando las distintas variables con el correr de los días y un día nos encontraremos sacando nuestra bici a la mañana como algo totalmente normal y preguntándonos: “¿Cómo fue que no hice esto antes?”.
Quizás no todos los días podamos usar la bici. El clima, otras obligaciones o impedimentos hacen que según el día nos convenga utilizar otro medio. Eso no quita que aunque sea una o dos veces a la semana nos privemos de nuestro pequeño placer de ir pedaleando al trabajo. Repliquemos y contagiemos nuestra experiencia en las redes. Y seamos nosotros quienes respondamos a las preguntas y curiosidades, y por qué no, animemos a ellos o ellas a que se sumen a esta movida de ir #AlTrabajoEnBici

 

Por Matías Avallone*

*El autor de la nota es conductor del programa de radio B Invasión Bicicleta.
https://twitter.com/matiasavallone | https://twitter.com/binvasionbici

2 Comentarios

2 Comments

  1. Marcelo Quirico

    18 junio, 2022 a las 12:08 am

    Buenísimo! Yo soy uno de los que va y vuelve del trabajo y del estudio en bicicleta, doy clases en dos escuelas técnicas de acá de Berazategui y con la bici llego rápido, ahorrándome el disgusto de tener que espera el colectivo y llegar tarde. Y me ayudó a bajar varios kilos de peso.
    Ojalá más gente use la bicicleta.

    • Biciclub

      20 junio, 2022 a las 12:41 pm

      ¡Felicitaciones Marcelo! así es…

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Clases para aprender a andar en bici en Buenos Aires

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Laureano Núñez es ciclista, organiza salidas en bici para principiantes y da clases para todos aquellos –adultos y niños a partir de los 12 años– que aun no saben pedalear y quieren aprender. Las clases son 100% personalizadas.
Debido a la situación actual, disponen de comunicación electrónica para un distanciamiento social efectivo.
Las clases se realizan en Puerto Madero, una vez por semana, acordando los horarios según los requerimientos de los alumnos, y duran una hora.
La idea es tener nociones básicas de cómo pedalear en la ciudad, aprender la técnica, perder el miedo y practicar. También se enseñan nociones básicas de mecánica (como arreglar una pinchadura y cambiar una cámara) y teoría básica sobre seguridad vial para movernos de forma segura.
Las clases finalizan cuando el alumno siente que alcanzó su meta y siente que puede seguir por si solo.

Más info sobre las clases: 112823-1343

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Ciclismo urbano

Seguros Rivadavia: Bici Pro, la cobertura especial para ciclistas que compiten

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Seguros Rivadavia desarrolló un seguro que otorga la máxima seguridad a los que andamos en bicicleta: protege al asegurado y a su bicicleta ante fenómenos tales como el robo, los accidentes personales y la responsabilidad civil, pudiendo incluir el robo de efectos personales, equipos electrónicos o daños.

Seguros Rivadavia ofrece tres alternativas, de acuerdo a las características de la bicicleta y el uso dado a la misma: Bici Total, Bici Max y Bici Pro. En esta nota te contamos sobre el plan Bici Pro, un producto especialmente diseñado para ciclistas que participan en competencias amateurs, con mayor flexibilidad en las sumas asegurables y coberturas a medida.

Coberturas
-Robo Total.
-Robo de Efectos Personales.
-Robo de Equipos Electrónicos Portátiles.
-Daños a la Bicicleta.
-Muerte Accidental.
-Invalidez Total y Parcial Permanente por Accidente.
-Gastos de Asistencia Médico-Farmacéutica por Accidente.
-Cobertura de Responsabilidad Civil del Ciclista.

Coberturas adicionales para todos los planes
Con el fin de brindar un servicio de excelencia, para este seguro se ofrecen, sin cargo, los siguientes servicios ante una urgencia:
-Traslado por avería de la bicicleta.
-Asistencia por rotura de neumático.
-Reintegro de medicamentos como consecuencia de intento de robo.
-Envío de taxi o remís para traslado a domicilio a causa de robo.
-Envío de ambulancia hasta el centro médico más cercano en caso de accidente.
-Cambio de cerraduras por robo.
-Envío de taxi o remís hasta la dependencia policial más cercana en caso de robo.
-Reembolso de gastos de DNI por robo.
-Asesoramiento legal ante el robo o accidente sufrido.
-Conexión con centros de reparación de bicicletas.

 

Visitá el cotizador online de Seguros Rivadavia en http://www.segurosrivadavia.com/personas/bicicletas/cotizacion.php

Para más información: www.segurosrivadavia.com | 0810-999-3200 | info@segurosrivadavia.com
O bien contactarse con cualquiera de los Productores Asesores de Seguros Rivadavia en todo el país.

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Ciclismo urbano

Ya está todo listo en Mar del Plata para el 5° Foro Argentino de la Bici, a celebrarse entre el 10 y el 12 de noviembre

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El evento ciudadano a favor de la movilidad sostenible más importante del país ya está preparado para recibirte en la ciudad de Mar del Plata entre el 10 y 12 de noviembre próximos. Luego de que en el pasado pre-foro en la Villa Victoria se viviese una jornada de gran entusiasmo y amor por la bicicleta, la ciudad se prepara para la quinta edición de un Foro que reúne a gente del todo el país.


El  cronograma aún no está cerrado, pero  podemos  adelantar  algunas  actividades que pondrán muy felices a quienes amen a la bicicleta y la movilidad sostenible.

El día viernes 10 de noviembre, las actividades se realizarán en la Plaza Mitre (Colón y Mitre). Allí habrá varias charlas:
-Cómo construir infraestructuras seguras.
-Siniestralidad vial.
-ONGs vinculadas a la bici y el cicloactivismo.
-Una actividad con la ONG marplatense Guías a la par, con prueba de tándems y convocatoria de guías.
-Demostraciones de bicipolo, deporte que está arribando a Mardel.
-Números de monociclos y demostración de Stunt.
-Talleres para infancias, para aprender a andar en bici y cuidados a tener en cuenta.

Y a las 17 hs se saldrá pedaleando en caravana hacia el camping municipal Centro Scout, donde acamparán los cicloviajeros que vayan llegando desde todo el país, y a donde se desarrollarán los siguientes días del Foro.

Esa misma noche se proyectarán cortometrajes y habrá un encuentro en el bar cultural La Periferia, ubicado a unas cuadras del camping.

El día sábado, ya en el camping, la jornada comenzará con una clase de yoga ofrecida por Lulea. Luego se realizará un paseo en bici recorriendo la naturaleza de la zona, para
regresar al medio día y disfrutar de un día pleno de charlas interesantísimas, entre otras:

-Mujeres y disidencias en el mundo de la ciclomecánica.
-Experiencias de viajar en bicicleta.
-Psicología del tránsito.
-Diseño y arte enfocado en la bicicleta.

También habrá talleres de primeros auxilios, emparchado y sobre aprender a andar en bicicleta.

En la jornada del domingo, más distendida, se eligirá la ciudad sede del FAB 2025 y luego de almorzar se partirá en una caravana colectiva hacia el centro, para darle un cierre a puro pedal, a este encuentro que dará que hablar.

Recordamos que todas las actividades son gratuitas y abiertas a toda la comunidad.

Info: Agustín Arevalo (11 58222110)  | Luciana Fernandez Ravelo (11 69811446) |  Vanesa Camino (2233 482931) | Luz Calabrese ( 2235 794099)
Fotos: Patricio Devoto y Soledad Gonzalez Lagarde  @soledadgonzalezlagarde

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Ciclismo urbano

3 ventajas y 3 desventajas del ciclismo urbano

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LO POSITIVO
Tiempo al tiempo
Dice una vieja frase que el tiempo es oro, pero en verdad ni todo el oro del mundo puede comprarnos tiempo de vida. Por eso el primer ítem en esta lista corresponde al invaluable beneficio de controlar nuestros horarios. Contrariamente al cliché acerca de los ciclistas urbanos, estos no eligen tanto la bici por ahorrar dinero ni por amor al medio ambiente, pero sí lo hacen por esta ventaja.
La comparación más clara las podemos hacer con el uso del automóvil particular. El viaje de un punto a otro de la ciudad manejando está sujeto a numerosos factores que hacen impredecible el horario de llegada. Embotellamientos, desvíos, cortes y conseguir un lugar de estacionamiento son cuestiones que afectan directamente el tiempo que nos llevará arribar a destino. Para paliar esta situación algunos conductores eligen salir con mucha anticipación, lo que, si bien puede resultar útil, en definitiva no es otra cosa que alargar la duración del viaje.
Respecto del transporte público en nuestro país, la bici todavía sigue siendo mejor ya que colectivos, trenes y subtes no suelen cumplir los horarios establecidos. Esto puede generar largas esperas en las paradas y estaciones, lo que torna muy difícil ser puntuales en nuestros compromisos. Si en cambio comparamos ir en bici o ir caminando, encontramos que ambas opciones comparten la previsibilidad del tiempo y los horarios de llegada. Pero si de tiempo de viaje se trata, trasladarse pedaleando podría llevarnos la tercera o la cuarta parte de hacerlo a pie.

Estar presentes
Moverse en dos ruedas permite estar en una conexión total con la ciudad. Necesitamos que casi todos nuestros sentidos estén en alerta. Esto nos lleva a estar presentes en el aquí y el ahora, algo que desarrolla muy sabiamente Juan Carlos Kreimer en su libro Bici Zen (Grupo Planeta, 2013). El beneficio es llegar a destino sintiéndonos con energía. Esto impacta positivamente en el rendimiento de quien se moviliza a trabajar o estudiar. Además, estar atentos durante todo el viaje hará que cada trayecto sea distinto. Aún si repetimos la misma ruta constantemente siempre habrá algo en el entorno que nos llamará la atención porque vamos en el mejor vehículo descapotable que se puede usar en una ciudad.

Comunidad
Este punto está muy relacionado al anterior. Contrariamente al aislamiento y la competencia que puede generar el uso del auto particular, la bici promueve el encuentro humano. La cercanía física, el poder estar cara a cara con el otro fomenta la rehumanización de la gran ciudad. Cruzar una mirada, hacer un comentario (¡sí, aunque sea sobre el clima!) o ayudar a resolver un pinchazo nos saca del individualismo y hace que las personas pasen de ser cohabitantes de un espacio físico a miembros de una comunidad. Esta diferencia no se da solamente con los autos; curiosamente también ocurre con el transporte público.
Tal vez en el futuro la gente que viaje en colectivo o tren entable relaciones más parecidas a las de los ciclistas. Pero por el momento les sugiero que hagan el siguiente experimento: al detener la bici en un semáforo prueben entablar una conversación con el ciclista que se detuvo a su lado. Ahora intenten hacer lo mismo en un subte con la persona que va parada junto a ustedes. Intuyo que encontrarán una diferencia.

LO NEGATIVO
Vulnerabilidad
En los países de nuestra región los ciclistas todavía somos muy vulnerables frente al transporte motorizado. Aunque la reaparición masiva de la bicicleta en el escenario urbano lleva ya más de un lustro, todavía es vista por mucha gente como algo extraño. Las últimas décadas se encargaron de fijar en el imaginario colectivo que las calles son de los autos. Esta intrusión de la bici genera reiteradas conductas violentas de parte de quienes manejan un vehículo grande y pesado y que muchas veces ponen en serio riesgo la integridad de los ciclistas. Poco a poco pareciera que esto va cambiando, pero hay que admitir que todavía estamos muy lejos de que nuestras calles sean bike friendly.

Clima
Es cierto que no tiene por qué ser un impedimento para agarrar la bici, pero siendo sinceros, hay días en que la temperatura, el viento y la humedad no son para nada favorables al ciclista urbano. Si bien existen varios trucos que ayudan a minimizar los inconvenientes de andar con lluvia, nieve o un solazo que raje la tierra, lo cierto es que los climas extremos no son nada agradables para optar por la bici. Más de una vez vamos a mirar con ojos de perro mojado a aquellos felices automovilistas, atascados pero con el bendito aire acondicionado.

Prejuicios
Fue tan grande el reinado del automóvil durante décadas que se llegó a pensar que quien no poseía uno era un marginal. El progreso era tener un auto propio y andar en bici era para pobres, hippies o veganos. Todavía esta idea persiste, aunque ya agrietada y con vistas a quebrarse del todo en los tiempos que vendrán. Por lo tanto es común recibir ciertos comentarios desagradables y discriminatorios cuando le contamos a gente desconocida que nos movemos en bici. La tendencia va cambiando (hoy hay CEOs de multinacionales que van a trabajar en bici) pero es necesario saber que todavía es muy frecuente enfrentar este tipo de situaciones.

Les propongo que hagamos una acción concreta: enviar esta nota a alguna persona que podríamos entusiasmar para que empiece a trasladarse en bici por la ciudad. Quizás estas palabras honestas acerca del ciclismo urbano puedan hacer florecer más ciclistas por las calles de la ciudad.

*Periodista y guía de ciclismo urbano en eventos turísticos y corporativos:
Twitter: @tincholehmann, tincholehmann.com.ar

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