Santi Oliver, el mecánico que tu bicicleta se merece

Mecánico de excepción y de vasta trayectoria, Santiago “Santi” Oliver (44) lleva adelante un taller/laboratorio en el porteño barrio de Colegiales, un mágico rincón que todo fan de la bici debiera conocer.
Soltero como filosofía de vida, amante de los gatos y las plantas, aparte de la mecánica de bicis, que aprendió en la práctica misma del oficio con grandes maestros, ha trabajado en casas de deportes, ha sido manager de un estudio de tattoo, professional body piercer y muchas cosas más. Pero desde hace muchos años se dedica en exclusiva a presidir y llevar adelante en soledad Born In Garage, el lugar donde hace magia con las bicicletas.
Empezó con la bici de niño, como un juego, y a los 8 años su viejo y un amigo le armaron una BMX. A los 9 y 10 años (1986/1987) lo llevaron a correr y a los 16 (1994) se inscribió por primera vez en una carrera de MTB en el circuito fundacional de la Phillips, un espacio que congregó a muchos que luego serían los grandes del mountain bike nacional y que allí, en la intersección de Avenida General Paz con la Panamericana, sobre un terreno con desniveles por obras inconclusas, darían sus primeros pasos en el naciente deporte. “Por edad –recuerda– me tocaba la categoría pro, pero no podía seguirles la rueda, lo hacía por pura diversión y en esa categoría se notaba mucho la diferencia física.”
Pero aunque las disfruta y disfruta el entorno, lo suyo no fueron nunca las carreras, al punto que en los últimos años se anota de vez en cuando en algunas solo para hacer el recorrido y gozar de la previa y post de viajar al interior del país.
Lo suyo fue siempre la mecánica.

“Todo el grupo de amigos de mi viejo –recuerda– son tipos de oficio relacionados con la mecánica, aunque ninguno de la bicicleta: mecánico de motos, tornero, soldador, mecánico de autos de época, aeronáutica, náutica y más. Me crié con mecánicos absolutos y en la mecánica de bicicletas me formé en la vieja escuela y bien de abajo. En la puerta de la bicicletería, los fines de semana y feriados, o sea los días que no iba a la escuela, me los pasaba cambiando gomines e inflando ruedas. De ahí hasta tener mi propio espacio de trabajo pasé por todas las etapas. Han sido más de 30 años comprendiendo el funcionamiento de la bicicleta.”

Restaurador de finísima mano, obsesivo mecánico, dueño de las mejores herramientas posibles para su oficio, trabaja en un entorno que más parece un laboratorio que un taller, un espacio en el que ya al traspasar la puerta uno sabe que va a dejar su bici en las mejores manos.
Pero vayamos al grano. Lo sometimos a nuestro ping pong de preguntas y respuestas y lo que sigue es el resultado.

¿Andás en bici o solo las arreglás?
Ando. Mi amor por la bici empezó pedaleando.

¿Te movés en bici para movilizarte en tu vida diaria?
Durante muchisímos años sí. Hoy vivo a pocas cuadras de donde trabajo, así que me subo a la bici solo por diversión.

Tu primera bici
Una Caloi rodado 16.

Tus bicicletas actual/es. ¿Por qué las elegiste?
Voy a nombrar solo tres, jaja…
-Una Wilier Triestina GTR Team carbono con equipo full Shimano Ultegra como bici de ruta.
-Una Pivot de carbono con tecnología Sram Eagle 1×12, horquilla Rockshox y mazas Chris King como principales componentes. Esta MTB es la más actual y más tecnológica que manejo.
-Una chopper Dyno Glide completamente modificada, para uso urbano.

¿Cómo definirías tu estilo como mecánico?
Me considero un profesional y algo que me caracteriza es que a lo largo de mi trayectoria he logrado poder decir que no hay tipo o estilo de bici que no pueda atender.

¿Qué es lo que menos te gusta hacer de tu trabajo como mecánico?
Lo relacionado con lo comercial.

¿Por qué?
Me aburre el tener que vender o sentarme en la PC, hacer números. Lo que es mecánica, como me apasiona, me gusta todo.

¿Qué es lo que más te gusta hacer de tu trabajo como mecánico?
Terminar la bici, probarla, entregársela al dueño y darle la devolución de todo lo que fui notando en el proceso del servicio.

¿Por qué?
Porque es la frutilla del postre. Ver al cliente feliz.

La peor situación que viviste como mecánico
Mil veces quise llorar por no poder lograr hacer que algo quedase bien, pero como para mí el hecho de trabajar es un aprendizaje constante, nunca mezquiné el tiempo necesario para poder lograrlo.

La mejor situación que viviste como mecánico
Haber logrado ser un referente y considerado entre los mejores.

¿Qué te atrae más: la tecnología clásica o la moderna?
Depende para qué. La vieja escuela es una base fundamental para la mecánica actual.

¿Qué te produce la constante innovación tecnológica de la bicicleta?
Gastos, jajaja.

¿Cómo te las arreglás para estar al día?
Como puedo. Esto, aparte de ser mi trabajo, es un hobby, un vicio, así que considero que debo usar tecnología de punta para estar a un nivel real de las bicis que llegan al taller. Soy mi propia escuela, siempre reparé el mismo nivel de bicis que tengo. Lo mismo en el caso de la inversión en material de trabajo, grasas, aceites y herramientas específicas. Si no invertís en eso, no avanzás.

¿Shimano o Sram?
Como mecánico debo recomendar lo mejor para el usuario, pero eso es particular para cada uno. Como usuario tengo bicis con Sram, con Campagnolo, con Shimano y con Sturmey Archer. Debo decir que en cierto nivel me gustan todas, jajaja.

¿Fox o RockShox?
Desde que no tuve más mi Cannondale con Headshok siempre tuve Rockshox. Si es casualidad no lo sé. Y técnicamente me parecen buenas las dos, ya que en los servicios que hago el mayor responsable de algún daño es el usuario, al no cumplir con los tiempos de servicio que las marcas indican en el manual.

Tu herramienta favorita.
Mi mente.

Un consejo de mecánico para los que empiezan.
Que la ética profesional, el compromiso comercial y el cumplimiento de la palabra no se consiguen fácilmente y es lo que hace la diferencia, ya que la mecánica en sí tiene un límite, es hacer las cosas bien y listo, pero para llegar a ese límite son fundamentales aquellos principios.

Tu parte favorita de la bici.
Me gusta la bici toda.

 

@borningarage