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Ciclismo urbano

To lycra or not to lycra

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Hace poco me encontré con un amigo que hace rato no veía. La idea era tomar unos cafés y ponernos al día con nuestras vidas. La cita era por la tarde y coincidió con el final de una salida mía larga en bici, para las que me visto en “lycra”, cosa que sólo hago en esas especiales ocasiones.

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El asunto es que inmediatamente luego de los de rigor “¿cómo estás?”, sin decir agua va mi amigo se despachó con la siguiente historia.
“Hace poco -me dijo- venía en auto (mi amigo no sólo no anda en bici sino que ni siquiera tiene una) por Libertador (una amplia avenida de Buenos Aires, que atraviesa los Bosques de Palermo), y un cuarentón vestido más o menos como vos pedaleaba delante mío, por el medio del carril. Como había tránsito en los carriles contiguos tuve que bajar la velocidad y esperar un buen rato para poder cambiarme de carril y superarlo. Al emparejarme con él bajé la velocidad y le señalé la bicisenda que corría sobre la vereda. Seguí mi marcha y en la primera esquina me detuvo el semáforo, por lo que el ciclista me dio alcance, me hizo señas que abriera mi ventanilla de la derecha, cosa que hice, y con su más meliflua voz de teleteatro y una benévola sonrisa me lanzó un ‘la calle es para compartir’. Y concluyó: ¿A vos te parece?”
Se me quedó mirando, quizás en busca de consentimiento, quizás esperando una respuesta. Tomándome tiempo para hacerlo, inspiré profundo para mis adentros. Hace mucho que no nos veíamos, mi amigo es una buena persona, y lo menos que quería era iniciar nuestro encuentro con una polémica.
Pero como el tema está en carne viva entre los que andamos en bicicleta en las ciudades le respondí diciéndole que estaba dentro de los derechos del ciclista el rodar por medio de su carril en cualquier calle o avenida o ruta donde no esté expresamente prohibido andar en bicicleta. Y que en realidad la que había sido abusiva era su conducta, ya que había ido contra alguien que estaba en su derecho. Dije todo esto con calma y cortesía, pero lo dije.
Mi amigo probablemente entendió el metamensaje más que el mensaje, se dio cuenta que no era un tema apropiado para el momento, sonrió con cariño, asintió, evitó la inminente discusión y nuestro encuentro siguió por los carriles que habíamos planeado.
Por mi parte, la situación hizo que ni bien nos despidiéramos mi cabeza siguiera dando vueltas en torno a otras cosas que le hubiera dicho a mi amigo respecto de su anécdota.
Acepto que en mi caso, cuando pedaleo por esa zona de la Avenida del Libertador, utilizo la bicisenda en lugar de la avenida. Pero inmediatemente pensé que si el ciclista que mencionó mi amigo no conocía la zona, probablemente no haya visto una bicisenda que desde la calle es muy difícil de detectar. O incluso quizás estaba por doblar a la izquierda y por lo tanto necesitaba ubicarse en el carril de giro hacia ese lado, que en esa zona de la avenida precisamente está sobre el extremo izquierdo. O quizás estaba rodando a 35 km/h, demasiado rápido para una bicisenda que se comparte con peatones, aunque obviamente demasiado lento para una avenida en la que se puede rodar a 60 km/h. Y finalmente pensé que en última instancia si mi amigo había perdido a lo sumo uno o dos minutos en su viaje…, no daba para quejarse, ni siquiera invocando un derecho que en este caso no existía.
Llegado a este punto comencé a buscar razones del comportamiento de mi amigo. Es decir, qué razones damos nosotros los que andamos en bicicleta para que buena gente como mi amigo llegue a conclusiones tan equivocadas respecto de sus derechos y los nuestros.
La primera razón, digamos inconsciente, era la ropa de lycra. ¿Por qué si no mi amigo iba a venirle a la cabeza el tema cuando llegué si no era por mi ropa, similar a la que usaba su ciclista molesto de Libertador? Sin duda, como automovilista mi amigo nos veía en nuestro uniforme de lycra como parte de la tropa “enemiga”. Uno de esos bastardos lycrosos que dan diariamente que hablar -con razón- a los lobistas del automóvil, que pasan sin detenerse las luces rojas y los pasos a nivel de los ferrocarriles, que atraviesan las sendas peatonales a mil, que circulan por aceras sin cuidado alguno y que ignoran cualquiera regla de tránsito escrita y por escribir. Son todos iguales porque se visten igual. Así de simple. No importa que muchos de los que andan en bici por la ciudad, quizás la mayoría, respeten la mayor parte de esas normas. Si uno de ellos es un loco peligroso, todos los demás lo son.
En ese punto me enojé un poco conmigo por no haberle dicho algo de todo esto a mi amigo. Quizás hubiera servido para que en algo cambiara su actitud. Y también le debería haber contado por qué yo uso lycra en algunas ocasiones, en viajes largos por lo general. Es que no hay duda alguna de la comodidad que aporta esta ropa “especial”, en el caso de la calza por su badana protectora que evita dañar la piel de mis zonas “sensibles”, en el caso de la camiseta por su respirabilidad, y en ambos casos por lo ergonómica que resulta esta vestimenta cuando se pedalean largas distancias. Debiera quizás haberle dicho que no uso lycra para identificarme con una “banda de locos del asfalto” sino de la misma forma en que uso ojotas cuando voy a la playa o un abrigo en invierno o un paraguas cuando llueve. Por comodidad. Ni siquiera por querer verme bien (en mi caso luzco realmente ridículo en calzas y jersey), sino sólo por pura comodidad.
Pero tampoco le dije esto a mi amigo. Eso sí, la ocasión me ayudó para reflexionar sobre algunas reacciones que esta cuestión de la lycra provoca en la gente no iniciada en el ciclismo.
Una es que muchos de ellos suelen pensar que cuando uno se viste en lycra trata de emular a esos tremendos atletas que corren el Tour de France, lo que los lleva inmediatamente a reafirmar nuestra irresponsabilidad en el tránsito. Como si todos los que llevan la camiseta del Barcelona en el mundo anduvieran por ahí dribleando una pelota como Lionel Messi.
Otra es que probablemente algunos sientan envidia que gente grande, incluso en algunos casos portadora de antiestéticas panzas, no tenga empacho alguno en vestirse ridículamente y andar como en tacos por ahí.
Y finalmente, ¿no será acaso envidia de que nosotros evitamos cumplir algunas normas de tránsito que ellos no pueden violar, o que podemos circular más rápido que los automovilistas en horas pico, o llegar antes que ellos en recorridos cortos y hasta medianos, y encima divertirnos…?
La respuesta a todo eso que podría haberme preguntado mi amigo y que no hizo porque yo mismo no le conté todas estas cosas es simple: “Vengan, súmense a nosotros, súbanse a la bici. Cuanta más gente en bicicleta, menos autos para entorpecer el tránsito.” Y: “Dejemos la lycra de lado. Si encontrás que es más cómodo andar en bici en ojotas y pantalones oxford, adelante, ¡vivan las ojotas y los pantalones oxford!” Y por último: “Si nos sumamos todos a la bici, la vida en las ciudades será mejor, más pacífica, más humana. Habrá espacio para todos y todos mereceremos respeto, más allá de cómo nos vistamos.”

por Mario García

5 Comentarios

5 Comments

  1. irene

    28 agosto, 2015 a las 3:44 pm

    Muchos amigos me han comentado además, que al ir en calzas y en bici, a otros hombres les parece gracioso pegarles un chirlo en la cola.
    De alguna manera, entiendo que buscan denigrar a quien creen que está ¿trasvestido?
    Esto está mal en tantos niveles…
    En fin, la actitud me resulta horrible, sea como sea.

  2. Jorge

    29 agosto, 2015 a las 1:07 am

    Bueno el tema d la lycra no tendria porque importar tanto como lo payasesco q lucen los ciclistas con tantos colorinches que parecen piñon fijo ya, yo uso lycra pero de un solo color me daria verguenza usar tantos colores y parecer un dibujito animado jeje

  3. carlos knudsen

    29 agosto, 2015 a las 6:12 am

    Hace poco iba en mi plegable rodando junto a mi esposa en fila de uno como corresponde.. Un automóvil vora blanco se me puso a la par y bajando el vidrio me dice si no me daba vergüenza andar en una bici tan chica ( aclaro que ya peino canas 55 años ) y me molesto un poco .. No alcance a responderle pero cuando se iba raudo pensé que yo circulaba en lo que amo y junto a quien amo con el aire puro en mi cara y este automovilista encerrado en.su maquina y me sentí mucho mejor …. La bici te da felicidad y calma los nervios….

  4. Silvana

    28 octubre, 2015 a las 10:29 am

    alegar que no este expresamente prohibido circular bicicletas por las calles no es motivo…tampoco se prohibe circular rollers o caballos, y no hace falta decir que circular por la calle es muy peligroso… autos, colectivos y camoones rozandote no es la mejor convivencia…. los ciclistas en su mayoria no respetan los semaforos… hace falta mas infraestructura,
    educacion y respeto porcparte de todos! ( aclaro que yo ando en bici )

  5. hache

    14 junio, 2016 a las 2:49 pm

    Lo q hace falta es respeto y mas información.. La ignorancia de la gente de xq se usa cierta ropa técnica y el colorido, es lo q hace q hagan comentarios inapropiados…

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Ciclismo urbano

Bikleta, la aplicación móvil que reclamaba a gritos la comunidad ciclista, ya está disponible y es gratuita

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Bikleta es una aplicación móvil que permite registrar tu bici y con ese registro pasar a formar parte de la comunidad Bikleta, una plataforma que monitorea y comparte tus recorridos, reporta un eventual robo o extravío y te muestra todos los Bikleta Points asociados, promoviendo un espacio de seguridad y hábitos sustentables a través de distintas funciones de la aplicación:

1. Reporta tu bicicleta robada

Se activa desde la app móvil el estado de Bikleta robada.

2. Bikleta alerta a la comunidad

Alertamos a la comunidad a través de la app móvil si tu Bikleta ha sido robada, extraviada o encontrada.

3. Recuperación

Mediante la ayuda de la tecnología y del resto de la comunidad, se inicia el proceso de recuperación de tu bicicleta.

4. QR

El usuario puede adquirir un código QR adhesivo para colocar en la bicicleta. La obtención del QR se realiza a través de una verificación presencial en los Bikleta Points (bicicleterías asociadas). Ese código QR se escanea desde la aplicación y automáticamente queda registrado por el usuario en su cuenta Bikleta.

5. Recorridos

• Grabá tu recorrido.

• Compartí en tiempo real tu ubicación.

• Mapas de Bikleta Points / robos / tránsito.

• Recorridos sugeridos.

6. Bikleta Points

Se trata de bicicleterías asociadas al sistema y puntos de encuentro con beneficios para los usuarios de la aplicación.

7. Seguridad personal

En el código QR se puede cargar la información que el usuario crea necesaria, como teléfono de contacto en caso de emergencia, email, grupo sanguíneo, domicilio y muchísimas otras. Esto no es solo importante para el usuario principal sino también para un hijo o un adulto mayor, que en caso de algún incidente, la policía o el médico o cualquier persona que asista al ciclista pueda saber adónde llamar, cómo atenderlo. Incluso la policía podría saber si es un usuario registrado.

Muchas otras funciones que se van a ir incorporando a lo largo de este año, como el dispositivo beacon (rastreo de la bikleta), el chat Bikleta, un marketplace y otras.

Cabe destacar que la aplicación es de descarga y uso gratuito y el código QR tiene un costo muy modesto. 

Bikleta surge de una necesidad del ambiente de la bici, que uno de sus creadores, Diego Patamia, observó siendo ciclista desde muy temprana edad. “No veía algo que uniera como comunidad a todas las modalidades de uso de la bici con respecto a la seguridad —nos cuenta. Fue así que compartiendo un asado con amigos conocí a uno de mis socios, que es desarrollador tecnológico, a quien le transmití mi inquietud respecto de hacer algo por el ciclismo desde la tecnología. De inmediato arrancamos el proyecto, sumando a quien nos presentó, el anfitrión de aquel asado. Hoy Bikleta es una realidad y está definitivamente al servicio de todos los ciclistas.”

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Ciclismo urbano

Asombrosamente los ciclistas ya superan en número a los automovilistas en la ciudad de Londres

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Según el comité de Transporte de la Corporación de la Ciudad de Londres, el organismo municipal del centro financiero de la capital inglesa, el ciclismo es actualmente “el modo vehicular más grande contado durante las horas pico en la Ciudad de Londres”.

La encuesta de tránsito realizada por la Corporación proporciona información sobre los volúmenes y tipos de tránsito que se utilizan las calles de la ciudad, incluyendo ciclistas y peatones, además de obviamente vehículos a motor. 

La encuesta más reciente se realizó el 23 de noviembre de 2022. 

“En resumen —dice el informe final en sus conclusiones—, los datos de conteo de tráfico sugieren que los volúmenes de vehículos de motor durante todo el día están en aproximadamente en el 80% de los niveles previos a la pandemia (2019), mientras que los volúmenes de ciclismo de todo el día están en el102% de los niveles previos a la pandemia y los niveles de peatones durante todo el día se encuentran en el 63% de los niveles previos a la pandemia.” 

El informe concluye que a partir de datos de conteo tomados en 12 puntos de la ciudad desde 1999 muestran que “los volúmenes de vehículos motorizados continúan disminuyendo y los volúmenes de bicicletas continúan aumentando. Los volúmenes de vehículos de motor han caído en un 64 % desde 1999, mientras que los volúmenes de bicicletas han aumentado en un 386 %… En 2022 las bicicletas fueron la mayor categoría individual del tráfico vehicular en las calles de la ciudad, representando el 27% de todo el tránsito. Las bicicletas también forman más del 40% del tránsito vehicular durante las horas pico de la mañana y la tarde.”

Valga destacar que estos datos están justificados no solo por decisiones de la población en cuanto a la forma de moverse, sino también por el aporte del gobierno londinense, que ha tomado medidas drásticas para restringir el tránsito automotor en la ciudad. 

Fuente: https://democracy.cityoflondon.gov.uk/documents/s182953/TMO%20Review%20Stage%202%20End%20of%20Review%20Committee%20Report%20PT%20March%202023%20V1.pdf

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Ciclismo urbano

30 días en bici: historia de la iniciativa, en qué consiste y cómo sumarte

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30 días en bici, un evento de alcance global que ya se ha extendido a más de 70 ciudades del planeta, cumple durante este 2023 10 años en el mundo de habla hispana.

Nacido en la ciudad norteamericana de Minneapolis en el año 2010 como una iniciativa ciudadana para promover el uso cotidiano de la bicicleta, en el año 2014 fue adoptado por activistas de varias ciudades españolas y desde ahí se extendió a América

¿En qué consiste 30 días en bici?

Se trata de una campaña de fomento al uso cotidiano de la bicicleta como medio de transporte sustentable en las ciudades. La idea es naturalizar la bicicleta como una vía de movilidad personal económica, funcional y amigable con el medio ambiente.

Para difundir la propuesta, 30 días en bici propone el desafío de desplazarse únicamente utilizando bicicletas durante los 30 días del mes de abril. Es decir, que cada persona involucrada en este reto global asimile esta forma de moverse como parte de su rutina diaria.

¿Cómo participar de la iniciativa 30 días en bici?

Si quieres sumarte a la iniciativa que es tendencia en Internet, solo necesitás una bici y tener disposición para pedalear. Literalmente, basta comprometerse a usar únicamente la bicicleta para moverte durante todo el mes de abril.

No importa si solo la utilizarás para ir desde casa al trabajo, o emprenderás un viaje…, la idea es atreverse a un estilo de vida más consciente a través de la adopción de una movilidad sustentable.

Para que esta sea una actividad de ciudadanía, 30 días en bici  te propone anotarte en el sitio oficial del evento y contagiar a tus amigos y contactos compartiendo fotos en tus redes. Incluso es posible anotarse como voluntario y colaborar con los diferentes proyectos promovidos durante 30 días en bici.

También hay alternativas para hacer donaciones y unirse a las empresas asociadas con la iniciativa.

¿Cómo inscribirse en la iniciativa 30 días en bici?

A continuación, te contamos los pasos a seguir para participar de la iniciativa:

1.Durante el mes de marzo hacé tu registro en la lista mundial y comprométete a cumplir con los 30 días en bici durante el mes de abril de este 2023.

2.Adoptá tu bicicleta como tu mejor aliada para moverte a cualquier parte y animate a compartir contenidos para motivar a tus amigos a participar.

3.Compartí historias en tus perfiles usando las etiquetas #30díasenbici o #30DEB. También podés publicar en el muro de Facebook de la cuenta oficial de 30 días en bici.

En todas las ciudades participantes de 30 días en bici se celebran diferentes actividades físicas y culturales, aulas, muestras de cine y muchos otros eventos abiertos a la comunidad. Recordá consultar el calendario para confirmar fechas y horarios.

www.30diasenbici.com

#30díasenbici #30DEB

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Ciclismo urbano

El manual libre y gratuito sobre movilidad sostenible que todos los ciclistas debemos tener y difundir 

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Foto: André Renkens en Pixabay

Si bien en otras partes del mundo es ya parte de la cultura, en Argentina se empezó a hablar de manera semi consciente del tema de la movilidad sostenible recién en el 2015, cuando se firmaron las famosas ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible)*. Como Argentina es país miembro de las Naciones Unidas, no pudo hacer caso omiso a esa premisa que promete mejorar la calidad de vida de las personas en todo el mundo. 

Por supuesto, desde 2015 pasaron algunos años y acá estamos…: recién desde el 2020/ 2021 comenzamos a hablar en nuestro país de movilidad sostenible (que es el término correcto en lugar de sustentable, como le dicen muchos —tema del que hablaremos próximamente). 

Pero la verdadero cuestión es que en estos dos últimos años, a lo largo y ancho de Latinoamérica algunos funcionarios, ya sea por moda o por interés genuino, tratan de mejorar la movilidad sostenible y promover el ciclismo, creando nuevas bicisendas o ciclovías (que tampoco son la misma cosa).

Si bien hay algunos espacios muy bien logrados, la constante, en la mayoría de estos proyectos, es que carecen de criterio y muchas veces su usabilidad es baja o algunas veces hasta nula, logrando esto opacar hasta las mejores intenciones. 

Esto es lógico, ya que muchas iniciativas no cuentan con la experiencia o el conocimiento necesarios y la mayoría de la información está en inglés. Por otro lado, la mayor parte de los funcionarios ven como gesto de debilidad solicitar apoyo a ONGs especializadas (que las hay en todo el mundo), dejando esta inmensa tarea en manos de personal municipal, que con suerte a veces consulta a usuarios (algo que en parte está bien, más no es suficiente). El tema es que el diseño final del proyecto tiene que ser realizado por especialistas y bajo estándares que ya se aplican a nivel mundial. 

Es por eso que desde IMBA Argentina (International Mountain Bicycling Association)** hemos traducido al español un manual de 150 páginas que recopila todo el conocimiento aplicado y creado como norma a nivel mundial, conocimiento creado por instituciones como NACTO, ASSTHO, IMBA y BIKE BELONG, entre otras, un material que ofrece reglas claras de diseño, medidas estándar, renders, opciones de uso, instrucciones, métodos de mantenimiento y mucho más. Este manual es público, es para todo aquel funcionario que quiera promover el ciclismo en su comunidad, llevando a su ciudad a otro nivel. 

Pero la obra no es solo para ellos, ya que como bien sabemos todos, la mejor manera de que un funcionario haga algo es la presión social. Por ello es que este conocimiento está disponible libremente para todos los interesados: si sos estudiante universitario de urbanismo, de ingeniería civil, de diseño industrial o de antropología o simplemente tenés curiosidad (y algún día vas a diseñar algo relacionado al tema) te puede interesar y está disponible de forma gratuita.

También puede interesarte si sos ciclista, bicicletero, vecino o sabés dónde vive un concejal, ya que contribuir a que él sepa cómo se hace impide que lo hagan mal. El conocimiento es poder.

Si querés promover el ciclismo en tu comunidad, este manual es para vos. Este manual es para todas las personas que quieran promover el ciclismo, para todas las personas que andan en bici o tienen un amigo, pareja o hijo que anda en bici. Este manual es para todos los ciudadanos, para que entre todos creemos una sociedad mejor.

Este manual es para todo aquel que lo pida (Advertencia de seguridad: cuando lo leas vas a tener un pensamiento crítico).

El manual viene, además, acompañado por otros dos textos, “Bueno para el negocio” y “Cómo promover el ciclismo en Latinoamérica”.

Contáctanos y es tuyo. Y seguinos, así entre todos promovemos lo que nos gusta y creamos la sociedad que nos merecemos. 

Por Alejandro Minuzzi, presidente IMBA Argentina y Director de IMBA Latinoamérica.

https://www.facebook.com/IMBA.Argentina/ | https://www.instagram.com/imba_argentina/

*Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), también conocidos como Objetivos Globales, fueron adoptados por las Naciones Unidas en 2015 como un llamamiento universal para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que para el 2030 todas las personas disfruten de paz y prosperidad.

**IMBA (International Mountain Bicycling Association) Argentina nace con las mismas metas que lo hizo en los Estados Unidos hace 30 años, proteger los derechos de los ciclistas de montaña y practicantes de otros deportes no motorizados (escalada, trekking, cabalgatas). La función principal de IMBA es generar accesos a zonas determinadas para la práctica de ciclismo de montaña por medio de la negociación con los dueños, guardaparques o administradores de la tierra. IMBA promueve el desarrollo de senderos sustentables ecológica y económicamente para los usuarios y los administradores a través de la construcción de senderos con estrictas normas de diseño y construcción o la recuperación de senderos deteriorados mediante el uso de técnicas sustentables. 

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