Por Eduardo Rebord

A pesar de que pedaleo hace años por la Patagonia, aún me suceden cosas inesperadas por allí. El plan era salir desde San Martín de los Andes por la Ruta 234, luego de pedalear 80 kilómetros tomar la Ruta 65 hacia Villa Traful, Rinconada (en la ruta a Bariloche) y volver por la Ruta 63 cruzando Paso Córdoba y luego Meliquina, hasta alcanzar nuevamente la Ruta 234 hacia San Martín. Serían más o menos 240 kilómetros.
Luego de esperar un pronóstico favorable durante semanas, salí desde San Martín de los Andes por la Ruta 234 al mediodía. Bordeé el Lago Lácar y comencé la larga subida al Cerro Chapelco. El viento del noroeste empujaba y bajaba mucho la temperatura. Luego de innumerables subidas y bajadas pasé por Laguna Fría, el desvío a Meliquina, Lago Hermoso, Machónico, llegando entrada la tardecita al Lago Falkner. Calculé que llegaría con luz al camping del lago de Pichi Traful.
El lago Villarino, frente al Falkner, ocupó por apenas unos minutos a mis ojos. Se terminó el asfalto y la ruta se puso pesada; ripio suelto, piedras, barro y cortes de arroyos le pusieron un toque de aventura.

En cinco horas hice 59 kilómetros, 30 de ellos en subida. A las 19 tenía el campamento montado. A las 21 estaba dentro de mi carpa-sarcófago con mi bolsa y una temperatura exterior cercana a los cero grados.
A las 5:00 empezó a llover fuerte y tuve que buscar un árbol cercano para instalarme. A las 7:00 me levanté y ya había parado. Igual busqué bolsas de residuos para usar de piloto por si seguía la lluvia.
Una vez en la ruta se desencadenó la lluvia. Sabía que sería más intensa a medida que la ruta se internara en el bosque. Me faltaban 20 kilómetros para el cruce que me llevaría a Villa Traful. Hice seis o siete kilómetros más entre el barro y el ripio suelto, empapado, con escarchilla y poca visibilidad por la bruma.
Paré y me desabrigué un poco, me dolían las rodillas de hacer fuerza, siempre plato chico, corona grande… Decidí pegar la vuelta. Todo anunciaba que seguiría lloviendo y generalmente el tramo hasta la Villa está peor que la Ruta de los Siete Lagos, que está en construcción desde hace más de 20 años.
Volver al asfalto se me hizo eterno, había mucho barro y los nueve kilómetros eran en subida. Al fin lo logré y encaré el regreso.
Lo que el día anterior era un paisaje soleado, ahora era una niebla densa y fría. La subida hasta el asfalto, la que le sigue al Lago Falkner, la del Machónico, pero sobre todo la de Río Hermoso, interminable, me restaron piernas.
En Gendarmería de Meliquina me abrigué de nuevo, me tomé un antiinflamatorio y tomé fuerzas. El gendarme me contaba que Paso Córdoba estaba intransitable y que el camino a Meliquina era lo único más o menos arreglado.

Me puse una bolsa de basura bajo el casco para no mojarme tanto y otro par de medias encimadas a las que traía mojadas. Sobre éstas una bolsa y luego las zapatillas. La campera se la aguantaba y las piernas brillaban por los cristalitos de hielo.
No se cuánto me llevó la subida, pero me concentré en un cartel, luego en el siguiente, en un árbol lejano, en una vaca que me observaba, y así, con escarchilla cerrada, llegué al alto. Sabía que de allí podía llegar con algún resto.
Nuevamente encaré subidas y bajadas largas pero aguantables. Llegué a Las Taguas y luego a la entrada al Centro de Esquí Chapelco. Desde ahí son 15 kilómetros de bajada hasta el pueblo.
Empezaron a dolerme los dedos de las manos y los pies por el frío así que apuré la marcha y en menos de media hora estaba de vuelta.
Cuando decidí partir, el pronóstico de dos servidores de confianza decían buen tiempo, pero la Patagonia se encargaba una vez más de desautorizarlos.

EN SÍNTESIS

Salida y destino: San Martín de los Andes (Neuquen).
KM totales: 240.
Época: 13 al 16 de octubre.
Recorrido: Ruta de los Siete Lagos, Villa Traful, Paso Córdoba, Lago y Villa Meliquina, San Martín de los Andes.
Ciclista: Eduardo Rebord (47 años).
Info: edurebord@gmail.com.

Nota publicada en Biciclub Nº192, diciembre 2010.