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Informes técnicos: stack and reach

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Una nueva manera de medir los cuadros que nos libera del embrollo que han generado los fabricantes de bicicletas al usar múltiples sistemas de tallas. Una normalización que puede hacer el propio usuario, con independencia de la talla que indica el fabricante.

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Stack = altura, reach = alcance.

El tema de las tallas de las bicicletas siempre ha dado lugar a enormes confusiones, ya que diferentes marcas y/o países utilizan distintos criterios al respecto. Pero vayamos al grano.
Tradicionalmente la medida de un cuadro de bicicleta se indicaba con la medida de la altura, que para la mayoría de las marcas (no para todas) consistía en la distancia entre el centro de la caja pedalera con el centro de la intersección entre el caño superior con el caño piantón, medida por este último. Para otras marcas la altura se medía del centro de la caja pedalera hasta el extremo del caño piantón. Y aun había otras formas de medir esto.
Ahora bien, esa medida de centro a centro estaba bien cuando no había cuadros con sloping (o sea cuando el caño superior de los cuadros era perfectamente paralelo al piso). Con el sloping (el caño superior cae en su camino hacia el piantón) la longitud del piantón dejó de tener tanta importancia, ya que ésta tenía corrección subiendo o bajando el caño del asiento.
Sin embargo, la industria siguió manejando el dato de la altura del cuadro como el único dato importante. El sloping sumaba confusión, pero para agravar esto hoy día las marcas hacen, por ejemplo, sus bicicletas de ruta con diferentes geometrías (competencia, sport, cicloturismo, etcétera). Y más aun, algunas marcas dejaron de usar números y se pasaron al S, M, L y XL… Tremendo congestionamiento. Un dilema como para consultar al Oráculo de Delfos.
Conclusión: si cambio de marca y compro una de 54 cm, lo más probable es que cuando me suba a ella la cosa no funcione como en mi bici anterior, que era 54 y en la que me sentía cómodo y eficiente. Es que, volviendo al tema básico, no todos los fabricantes hacen las bicis con el mismo “plano”, y es de notar que las medidas del cuadro no están determinadas únicamente por la longitud de los caños con que está armado el cuadro sino también y en gran medida por los ángulos entre los caños dentro del cuadro.
El caño horizontal de diferentes bicis de la “misma” talla suele no tener la misma longitud, ya que no todos los cuadros tienen la misma angulación, lo que hace que dentro de una misma talla haya bicis más largas o más cortas, dependiendo de la marca.
Pero la diferencia más importante no la encontramos tanto en el largo como en la altura, es decir en la altura en la que el cuadro nos ubica el manubrio. Y esta altura del manubrio es uno de los ajustes más críticos de la bicicleta, ya que se relaciona, en el caso de las bicicletas deportivas, con la posibilidd de que nuestra posición sea más o menos aerodinámica y con el confort de marcha, dos temas claves a la hora de definir la posición del ciclista sobre la bici. Y lo tremendo de lo que sucede actualmente es que nos podemos encontrar, en dos bicis de la misma altura, el manubrio hasta 4 cm más arriba o más abajo. ¡Un disparate!
Por supuesto que una parte de estos problemas se soluciona cambiando el stem, o sea recurriendo a distintas angulaciones y largos de stem, pero a lo que vamos es a que hoy día el usuario no puede confiar en los datos de medida que aporta cada fábrica.

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Y acá llegamos al punto. Últimamente muchas marcas han empezado a utilizar un término nuevo en la materia: stack and reach, que traducido para nuestro propósito significa altura y alcance, aunque no la altura y el alcance tal como lo conocíamos hasta ahora. Ya son varias las marcas que diseñan sus modelos siguiendo está forma de medición.
Con los datos de stack and reach tenemos la altura y el alcance del cuadro (o sea lo que antes llamábamos altura y largo del cuadro). Y lo importante de esto es que con esta forma de medir una bici, que enseguida veremos en detalle, no importan ni la geometría ni ninguna otra medida que aporte el fabricante. Sólo nos sirve medir nosotros la altura y el alcance tal como describiremos más adelante, en la bici en la que nos sentimos cómodos y eficientes y, cuando queremos cambiar de marca o de modelo, tomar nosotros mismos esas dos medidas en la bici que nos gusta.
En este sistema de medidas, para calcular el stack o altura y el reach o alcance sólo hay que tener en cuenta dos puntos de la bicicleta: el centro de la caja pedalera y el punto de intersección de la línea central del caño de frente con el borde superior del caño horizontal. La altura será entonces la distancia, por la vertical, desde el centro de la caja pedalera hasta la horizontal del otro punto, mientras que el alcance será la distancia, por la horizontal entre el centro de la caja pedalera y la vertical que pasa por el otro punto (ver diagrama).
En esta forma de medir estamos considerando sólo el frente de la bici. ¿Y la posición del asiento? Simplemente no se tiene en cuenta, y de hecho poco va a importar, ya que subiendo o bajando el caño de asiento y desplazando el asiento hacia atrás o hacia adelante por sus rieles, lo tendremos donde realmente lo necesitemos. En este sentido, poco importa que el ángulo del piantón sea de 74 o 72,5 grados, ya que eso no condiciona lo suficiente la posición del asiento. Por este motivo, sólo deberemos considerar si nos conviene un cuadro más largo o más corto y más alto o más bajo, las dos medidas decisivas en este sistema, ya que la posición del asiento respecto del eje de la caja pedalera no va a variar significativamente con las correcciones eventuales mediante.
Veamos un ejemplo. Un ciclista que suele sufrir de dolores cervicales tiene una bici de ruta en la que utiliza 30 mm de espaciadores para subir un poco el manubrio e ir más erguido. En ese punto se interesa por una nueva bici que le entra por los ojos. La compra, le pone los mismos espaciadores que usaba en su bici anterior…, pero no logra la posición que tenía antes. Lo que sencillamente ha pasado es que su nueva bici tiene menos stack o altura que la anterior, lo que hace que el manubrio le quede muy bajo y que no pueda solucionar eso por más espaciadores que ponga. Queda entonces la solución menos eficiente y más “fea” para la bici, que es dar vuelta el stem o cambiar por un stem con un ángulo suficiente hacia arriba. Esto no hubiera sucedido si hubiera comprado una bici con un par de centímetros más de stack. O sea: no hace falta tomar en absoluto en cuenta la medida que nos da el fabricante sino simplemente comprobar si nuestro cuerpo nos pide una posición más o menos alta y más o menos larga.
Como detalle a tener en cuenta, el reach o alcance del cuadro apenas cambia de una bici a su medida siguiente de altura o stack. O sea, ésta cambia más. Y la razón de esto es que de una medida a otra de altura cambia levemente el ángulo del caño piantón.

Nota publicada en revista Biciclub Nº224, agosto 2013.

3 Comentarios

3 Comments

  1. David

    21 junio, 2014 a las 6:54 pm

    Muy buen informe!!
    Una consulta:Que herramienta o elementos hay que usar para medir,aparte de la cinta metrica?
    Gracias!!
    Muy buena revista:

    • Biciclub

      23 junio, 2014 a las 10:13 am

      David, si, con cinta métrica. Saludos.

  2. gerardo

    19 julio, 2015 a las 11:59 pm

    hola: cuando me compro la primera bici con que relaciono las medidas que tomo de altura y alcance, por ejemplo yo mido 1,80 como saco el calculo del cuadro que me combiene. gracias muy bueno el informe.-
    gerardo

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Clases para aprender a andar en bici en Buenos Aires

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Laureano Núñez es ciclista, organiza salidas en bici para principiantes y da clases para todos aquellos –adultos y niños a partir de los 12 años– que aun no saben pedalear y quieren aprender. Las clases son 100% personalizadas.
Debido a la situación actual, disponen de comunicación electrónica para un distanciamiento social efectivo.
Las clases se realizan en Puerto Madero, una vez por semana, acordando los horarios según los requerimientos de los alumnos, y duran una hora.
La idea es tener nociones básicas de cómo pedalear en la ciudad, aprender la técnica, perder el miedo y practicar. También se enseñan nociones básicas de mecánica (como arreglar una pinchadura y cambiar una cámara) y teoría básica sobre seguridad vial para movernos de forma segura.
Las clases finalizan cuando el alumno siente que alcanzó su meta y siente que puede seguir por si solo.

Más info sobre las clases: 112823-1343

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Kit de herramientas portátil para emergencias

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mecanica-herramientas-4615bPor descuido propio o por accidente, muchas veces pueden ocurrir imponderables mecánicos en una salida. Para estas situaciones es mejor prever que improvisar y contar con el equipo adecuado que -de acuerdo a la bici y a las habilidades mecánicas del usuario- podrá variar en herramientas y útiles. Dichos elementos deben ser transportables en un bolso bajo asiento o en un bolso o cartera personal, por lo que deberán elegirse cuidadosamente para optimizar el espacio y el peso.

LO QUE NO PUEDE FALTAR

Para todo tipo de bicis 
– Dos o tres desmontadores de cubiertas: de plástico si la llanta es de aluminio mecanizado o de acero si es de aluminio de pared simple o acero.
– Parches: de la medida acorde a la cámara en cuestión. Con cuatro o cinco bastará y se deberán reponer a medida que se utilicen.
– Solución vulcanizante: viene en pomos pequeños, fáciles de almacenar y transportar. Tener especial cuidado, ya que una vez abiertos tienden a secarse con el tiempo. Conservarlos en una bolsita cerrada con banditas elásticas los hace durar más tiempo frescos.
– Lija gruesa: para que la solución trabaje bien es necesario lijar la cámara antes de emparchar. Una o dos tiras de lija pequeñas serán suficientes.
– Cámara acorde al rodado y medida de la cubierta: con una es suficiente ya que habrá que cambiarla si es imposible parchar. Si el espacio lo permite, llevar dos nunca está de más. Hay quienes prefieren cambiar cámara y seguir pedaleando a emparchar, sobre todo en días de mucho calor, lluvia o frío intenso, cuando manipular parches y solución puede ser molesto.
– Inflador: de nada sirve emparchar o cambiar cámara si no tenemos forma de darle aire. Si el pinchazo ocurre de noche o en días no laborables, encontrar una bicicletería, gomería o estación de servicio que brinde aire de manera gratuita puede ser difícil.

Opcionales
– Parches autoadhesivos: no necesitan solución vulcanizante. Son más costosos que los parches tradicionales pero son más fáciles de usar.
– Colocar en las ruedas líquido antipinchaduras es una buena alternativa preventiva. Se vuelca por el pico de la válvula dentro de la cámara y obtura los pinchazos pequeños. Es una buena opción para bicicletas cuyas ruedas son difíciles de desmontar como bicicletas inglesas, con cambios en la maza o con muchos accesorios (guardabarros, portapaquetes, silla de bebé).

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Para bicis de tornillería tradicional
– Llave francesa: las de 6” son ideales ya que tienen apertura suficiente para todas las tuercas y bulones de la bici; son pequeñas y transportables. Esto permite ajustar y aflojar no sólo las ruedas sino también el bulón de expander o patines de freno. En situaciones normales, sólo será necesario aflojar y ajustar las tuercas de las ruedas para sacar y poner la cámara en caso de pinchazo. Si las cuatro tuercas son de la misma medida -14, 15 ó 16 mm- se podrá reemplazar la llave francesa por una llave fija de dicha métrica y así ahorrar peso.

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Para bicis de tornillería allen
– Multiherramienta plegable: es la navaja suiza de la bici. Tiene todas las medidas de llave allen necesarias, destornillador de punta plana y phillips. Algunos modelos traen incluso llaves fijas, cortacadena y desmontador de cubierta. Son una excelente inversión y se presentan en una gran gama de precios y calidades.

Texto: Luddite* | Fotos: Ariel Sabatella

*Mecánico de bicicletas: green_anarchy@hotmail.com, (011)15-4199-4844

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Seguros Rivadavia ofrece variedad de coberturas para la bicicleta y el ciclista

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Seguros Rivadavia ofrece tres líneas de seguros de bicicletas: Bici Pro, Bici Max y Bici Total, las tres con diversas alternativas de contratación en sus coberturas y capitales asegurados. 

Todos estos planes amparan la pérdida total por robo de la bicicleta, el daño total y parcial (tanto en Argentina como en el exterior, si se opta por contratar la extensión de cobertura), accidentes personales para el ciclista y responsabilidad civil ante cualquier accidente que sufra circulando y que pueda provocar daños a terceros, el robo de efectos personales o equipos portátiles electrónicos que porten en bolsos o mochilas en circunstancias de uso de la bicicleta.


En suma, las siguientes son las coberturas básicas:
• Robo total.
• Muerte accidental.
• Invalidez total y parcial permanente por accidente.
• Gastos de asistencia médico-farmacéutica por accidente.
• Cobertura de responsabilidad civil del ciclista.


Y estas coberturas se complementan con una importante gama de servicios adicionales sin cargo para el asegurado.
Pueden acceder a estos planes bicicletas fabricadas desde el año 2000 en adelante.

Para más información: www.segurosrivadavia.com | 0810-999-3200 | info@segurosrivadavia.com
O bien, contactarse con cualquiera de los Productores Asesores de Seguros Rivadavia en todo el país.

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Cicloturismo: Los 5 infaltables en un viaje

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Diseñador y fabricante del exquisito equipamiento para cicloturismo Halawa y viajero experto, Juan Pablo Casaccione nos recuerda los aspectos básicos para que nuestros primeros recorridos largos en bicicleta sean exitosos. El destino, la ropa, la bici, el equipo y cómo distribuir lo que llevamos.

Por Juan Pablo Casaccione*

1. Relevar el lugar
Al comenzar a planear un viaje, lo primero a tener en cuenta es el lugar al que nos dirigiremos. Generalmente se elige por gusto, curiosidad o quizás a dedo, en un mapa a ciegas. Pero ya con el destino definido, algunos puntos a tener en cuenta serán:
– Si el punto de salida es el mismo que el de llegada generalmente se simplifica la logística. Podemos dejar cajas o bolsos de transporte de la bici y otros contenedores que usemos para el viaje.
– Para calcular la cantidad de kilómetros por día: en caminos de subida, calcular que rodaremos entre 7 a 15 km/h y en caminos planos de 18 a 30 km/h.
– Verificar el transporte que usaremos para llegar, días y horarios (micro, avión o vehículos contratados).
– Otro punto a tener en cuenta es la altimetría (relieve) y los vientos predominantes, porque tal vez convenga empezar el recorrido en el sentido contrario al pensado originalmente.
– Chequear clima, épocas de grandes lluvias y deshielos para evitar retroceder. Recordemos que los ríos de deshielo por la mañana temprano no están tan “gordos”, aunque esto no evitará que nos mojemos los pies al cruzar vados o sortear riachos.
– Verificar el horario de salida y puesta de sol y las temperaturas, para determinar cantidad de horas de pedaleo.
– Saber dónde hay lugares de aprovisionamiento, para calcular cuánta agua (a razón de tres litros por día) y comida llevar en las etapas.

2. Armar un buen equipo
A la hora de elegir el equipo, primero hay que decidir si viajaremos solos o acompañados, ya que esto hará la diferencia. Además de la compañía, si se viaja solo se debe reservar más espacio, porque no se puede compartir parte del equipo (calentador, carpa y marmita). Los indispensables:
– Calentador. Hay de dos tipos. Uno es a gas (cartucho), que resulta más económico el aparato pero son más caros los cartuchos y generan más residuos. Otra de las contras es que no funcionan bien en altura y generan mucho volumen para transportar. Los otros funcionan con combustible líquido a presión, son más caros pero el combustible resulta mucho más barato y ocupan menor espacio.
– Marmita: es buena y cómoda opción, pero si no contamos con una se puede resolver llevando una olla chica y un jarro y el resto de cubiertos necesarios. Olla máxima: de 1.5 a 2.0 litros. Hay que ver equipamientos de montaña si se quieren adquirir por partes y no todo el juego junto.
– Carpa: debe ser liviana, con buena habitabilidad, pero sobre todo resistente al viento y al agua. Aunque parezca mentira no todas lo son. Un buen consejo: colocar un film de polietileno debajo de la carpa que sea 5 cm más chico que la misma. Esto protegerá la superficie, evitará que se moje con la humedad del piso y agilizará el guardado.
– Bolsa de dormir: lo importante es no pasar frío. En épocas de calor uno puede destaparse pero con frío no se duerme y depende del lugar y la época nos puede costar la vida. En el mercado existen bolsas de dormir con distintos rellenos: sintéticas y de plumas. Las primeras son más económicas, tienen más volumen y más peso, mientras que las de plumas son más caras, más chicas y livianas. Se recomienda usar aislantes debajo de la bolsa, porque suavizan la dureza del piso y aíslan el frío.

3. Seleccionar la ropa
Soy partidario de usar ropa de ciclismo (calzas cortas o largas para el viaje), ya que es más cómoda. El resto de la ropa, sintética, 0% algodón: remeras, pantalones desmontables (dos en uno pantalón – bermuda) y medias cortas y largas. En cuanto al abrigo, que sea lo más entallado posible, ya que eso evita la pérdida de calor. Siempre vistámonos con capas finas:

A. Camiseta térmica.
B. Chaleco de micropolar o softshell fino.
C. Campera de polar o micropolar.
D. Rompevientos impermeable.
De la A a la D se pueden combinar o colocar todas juntas según la temperatura.

4. Tener la bici en condiciones
Con una bicicleta de 18 velocidades para arriba, podemos viajar. Con una monomarcha y/o fixie no lo recomendamos, porque los cambios ayudan y mucho. No hace falta demasiada sofisticación en el rodado, incluso eso lo hace más difícil de reparar en caso de un imprevisto. En honor a la verdad, teniendo la bicicleta en condiciones, nunca se me presentó un problema en un viaje, sólo pinchaduras y alguna cubierta tajeada. Por eso, es recomendable hacer un service antes de salir.
Por otra parte, el portaequipajes marcará la diferencia en un viaje. Lo recomendamos, ya sea de aluminio o acero, mínimo de dos rayos por lado o, ideal, de tres, y que cubran bien la “espalda” de la alforja.
De repuesto, debemos llevar dos cámaras, parches chicos y grandes y solución, corta cadena, sacacubiertas, inflador, tornillos de repuesto y multiherramientas.

5. ¿Cómo llevar todo esto?
Para todo esto, con alforjas traseras de 50 litros, un bolso estanco de 36 litros sobre las alforjas, un bolso frontal de 6 litros y un bajo asiento, estaremos bien. Los elementos pueden distribuirse de la siguiente manera:
– Alforjas: ropa, equipo y bolsa de dormir.
– Bolso estanco: carpa, aislante y resto del equipo.
– Bolso frontal: cámara de fotos, snacks, rompevientos, linterna y protector solar.
– Bajo asiento: repuestos, cámara, cortacadena, etcétera.

*Cicloturista, diseñador industrial y creador de la marca Halawa: www.halawa.com.ar | Instagram @halawaalforjas | Facebook: Halawa

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