Hablamos con Santiago Malvestiti, Gerente General de Sunpeed Argentina, una marca internacional que aterrizó en Argentina en plena pandemia y que está pisando fuerte en lo que hace a calidad y variedad de productos. En particular, vale destacar que durante lo que va del arribo de la marca al país, no ha pasado mes en que no hayan ingresado nuevos modelos, tanto de montaña como de ruta o grável. Y el pasado mes de septiembre no ha sido precisamente la excepción a esta regla.

 

 

 

¿Podrías definirnos en pocas palabras qué diferencia a Sunpeed de otras marcas o bicicletas del mercado local?
Mucha gente se pregunta por qué existen bicicletas de $35.000 y otras de $2.500.000. Un punto que la gente suele desconocer en esta cuestión es que es que más allá del equipamiento, en general se paga una marca ¿Y siendo así, tiene este fenómeno alguna explicación? Hoy existen dos tipos de fabricantes o marcas de bicicletas, y hay una diferencia radical entre unas y otras: hay marcas que diseñan y desarrollan sus cuadros frente a otras que arman sus bicicletas con molde abierto. No todas las bicis son iguales y menos si hay una marca internacional produciendo, como en nuestro caso, Sunpeed Bikes.

 

 

 

¿Qué es eso de “molde abierto”?
Para ser mas claros, hay dos tipos de marcas de bicicletas. Primero, las marcas que diseñan, desarrollan y fabrican sus cuadros o las marcas que diseñan y desarrollan sus cuadros tercerizando la fabricación. Y segundo, las marcas que compran un diseño o molde abierto y luego le ponen su marca. Cuando uno ve una bicicleta tiene que saber que tras ese producto quizá existen años de producción y desarrollo o quizás ni un solo minuto. Esto es, en gran medida, parte del costo que luego tienen las bicicletas. Diseñar y desarrollar un producto lleva mucho tiempo y dinero.
Cuando uno dice “estás pagando la marca”, lo que estás haciendo es pagar por los años de desarrollo y evolución de ese producto. Así como la industria automotriz lanza año tras año un mismo modelo, pero con mejoras, las marcas de bicicletas también lo hacen. Esto ocurre siempre y cuando exista un departamento de diseño y desarrollo que acompañe a cada modelo, lo cual no es muy habitual en este rubro. Las grandes marcas internacionales normalmente diseñan, desarrollan y fabrican sus cuadros, o también diseñan y desarrollan sus cuadros que luego envían (en forma de planos) a una fábrica, quienes se encargan de producirlo bajo estrictas normas y estándares de producción. A contra cara, existen quienes toman un molde abierto, un cuadro cuyo fabricante y diseñador ofrecen ese producto a infinidad de marcas para que luego estas le pongan su logotipo. Diferentes bicicletas, con el mismo cuadro pero cambiando color y obviamente marca. A esto se lo denomina molde abierto. Un producto que puede ser de calidad mala, regular, buena o muy buena, dependiendo solamente del estándar del fabricante. Este tipo de cuadros los vemos cada vez más y más en los diferentes modelos de bicicletas que se ofrecen en el mercado argentino, sobre todo en las gamas bajas y medias bajas.

¿Qué hay de diferencia entre las marcas que diseñan y desarrollan frente a quienes compran el molde abierto?
Muchísimas. Cada marca que diseña y desarrolla trabaja año tras año sobre las experiencias de sus clientes y de sus embajadores, añadiendo tecnología y mejorando el producto. Estudian la geometría de la bicicleta, los estilos y tipos de usos, para así convertir una pila de materiales en una bicicleta rápida, ágil, fuerte, confiable, cómoda, eficaz, etcétera. Mientras que las marcas que trabajan con molde abierto simplemente comercializan un producto sin tanto análisis, de manera masiva y con menos control y calidad. Cuando comparás una bicicleta con otra, no alcanza con ver si tiene una transmisión de marca reconocida o si tiene horquilla con o sin bloqueo. El usuario debería mirar e investigar si ese cuadro, esa marca, diseña, desarrolla y hasta produce sus cuadros, que como suele decirse son el alma de la bicicleta.

Sabemos que no todos los ciclistas utilizan las bicicletas para el mismo fin, pero sí sabemos que todos quieren un producto que satisfaga plenamente sus necesidades, sean estas cuales fueren.

¿Qué le dirías al usuario exigente sobre este tema?
No es lo mismo usar la bici para ir al trabajo, para hacer las compras, para ir a estudiar, para hacer cicloturismo o para entrenar y competir. Por esto es muy importante que cuando una persona se decida por la compra de una bicicleta lo haga en base al tipo de uso y las condiciones a las que expondrá al rodado. Muchas veces escuché decir: “Esta bici no sirve para nada”. La pregunta que le haría es: ¿Para qué vas a usar tu bicicleta? Porque no podés llevar un auto de calle al autódromo a correr turismo carretera, como tampoco podés llevar una bicicleta de paseo para realizar descenso de montaña. Por todo esto, a la hora de elegir una bicicleta le diría que se asesore con un bicicletero de confianza. Si vas a darle un uso importante, preguntale al comerciante si la marca y el modelo que te está ofreciendo va a rendir para el tipo de uso que le vas a dar. Y si querés ir más al hueso, si la marca tiene desarrollo e investigación propias. Cualquier persona o empresa hoy crea una marca, pero no cualquiera fabrica una bicicleta. Y de esto Sunpeed sabe bastante, ofreciendo productos de excelente calidad, de diseño propio y con la mejor relación precio-calidad del mercado.

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