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Entrenamiento

Ser fuerte para ser el mejor

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La fuerza, junto con la velocidad, la flexibilidad, la coordinación y la resistencia, es una de las cinco capacidades motoras que se debe entrenar si un atleta desea lograr el máximo rendimiento. Aquí, la descripción de algunas de sus orientaciones y las ventajas de su desarrollo.

Por Elisa Lapenta*

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A continuación, vamos a tratar diversos conceptos del entrenamiento de la fuerza desde un punto de vista poco usual: la preparación de la fuerza en sus más diversas orientaciones y no solamente en la típica formula de tres series de 12 repeticiones.
Entendemos por fuerza humana la capacidad para vencer o contrarrestar una resistencia mediante la actividad muscular. Dicho de otra manera, toda actividad física es la manifestación del efecto que ejercen los músculos sobre el sistema de palancas de nuestro organismo.
La fuerza, junto con la velocidad, la flexibilidad, la coordinación y la resistencia, es una de las cinco capacidades motoras que debemos entrenar si deseamos lograr el máximo rendimiento deportivo. La preparación integral de todo competidor exige sí o sí niveles de fuerza acordes al deporte en cuestión.
Existen tres tipos fundamentales de fuerza: la fuerza máxima, la fuerza rápida y la fuerza/resistencia. Cada una de estas manifestaciones tiene su propia metodología de entrenamiento y su desarrollo se prioriza según el deporte y los distintos períodos de la planificación anual. Sin lugar a dudas, todo deportista debe ser fuerte si desea ser el mejor.
No es mi intención explicar cada uno de los métodos de entrenamiento para el desarrollo específico de cada tipo de fuerza. Por el contrario, deseo describir algunas de las diversas orientaciones que tiene el entrenamiento de la fuerza.

Deportivo complementaria
La primera y la más conocida por todos es la orientación deportivo -complementaria. En este caso, el desarrollo de la fuerza es un pilar fundamental sobre el cual se apoya el rendimiento deportivo, sea cual fuere la disciplina. Algunos ejemplos: los mountain bikers Gabriel Facchín y Natalia Margara (segunda en la general del último Desafío de Río Pinto), el triatleta Lucas Cocha o la corredora de aventura Melisa Giorgis dedican entre 270 y 300 minutos semanales al entrenamiento de la fuerza en el gimnasio. Y esto se hace durante todo el año, aún en período competitivo. Actualmente es impensable entrenar a un nadador, maratonista, triatleta, corredor de aventura, ciclista o mountain biker sin entrenar la fuerza paralelamente a la preparación de su propio deporte.

La fuerza como parte del fitness
Una segunda orientación es el entrenamiento de la fuerza como un componente más del fitness para personas adultas no deportistas o deportistas recreacionales o de tiempo libre. Si queremos disfrutar mejor de lo que hacemos, aunque no sea a nivel de alta competencia, debemos tener apto nuestro aparato locomotor, las articulaciones, el tejido conectivo, etcétera. De este modo podremos potenciar el rendimiento físico y disfrutar mejor de la actividad elegida.
Me sucede con frecuencia que vienen a buscarme personas con desafíos poco usuales como el de escalar el Aconcagua o hacer el cruce de la Cordillera en bici o caminando. En estos casos también resulta fundamental el desarrollo de la fuerza para alcanzar con éxito el desafío.

Musculación estética
Otra orientación de la preparación de la fuerza que esta muy de moda en la actualidad es la musculación estética, en la que se persigue el desarrollo de la masa muscular con fines netamente de belleza corporal. Existen métodos específicos para aumentar o reducir perímetros de determinados grupos musculares, así como también formas de trabajos cuyo único objetivo es tonificar. También existen preceptos claros y definidos de simetría y proporcionalidad corporal  que debemos cumplimentar a través del entrenamiento de la fuerza para brindarle a nuestro entrenado el patrón de belleza que le agrade. Este trabajo es muy específico y requiere de una dedicación casi obsesiva.

Para niños y adolescentes
La preparación de la fuerza con fines formativos para niños y adolescentes es una orientación en la que deseo detenerme un poco más. Personalmente, entreno sistemáticamente desde hace 30 años y suelo contar como anécdota que esto se dio en gran medida gracias a la escuela a la que asistí, el Colegio Alemán de Córdoba, donde desde primer grado teníamos tres horas de educación física semanales, a las que en verano se agregaban dos horas más de natación. A través del atletismo desarrollé las formas básicas del movimiento (correr, saltar y lanzar), y con la gimnasia aprendí de chiquita a dominar destrezas básicas como la vertical, medialuna, rondó, fig flag, mortero y mortales. También aprendíamos rutinas en las paralelas asimétricas, en la viga y saltos en caballete, con lo cual adquirí multilateralmente la musculatura tanto de tren inferior como de tren superior, de manera armónica y sólida. En 30 años de entrenamiento sólo estuve lesionada cuatro días por una tendinitis del supraespinoso. ¿Casualidad? ¡En absoluto! Me atrevo a afirmar que esta ausencia de lesiones en mi vida deportiva se debe exclusivamente a una muy buena educación deportiva de base y al desarrollo formativo de la fuerza a temprana edad.

Después de la lesión
Y hablando de lesiones, una de las orientaciones más importantes del entrenamiento de la fuerza para deportistas es su desarrollo en procesos postquirúrgicos o en la rehabilitación de lesiones.
En el 90% de los casos los deportistas se lesionan por una mala dosificación de los estímulos estresantes del aparato locomotor. Somos los entrenadores los encargados de pensar anticipadamente las consecuencias a corto, mediano y largo plazo que tendrán las distintas cargas que aplicamos. Me pasó recientemente con un deportista de aventura que llegó a mí con mucho entusiasmo y poco tiempo para entrenar, una combinación peligrosa. Le ordené las cargas, superó con éxito el período de adaptación y el período general, pero cuando pasaron más de 15 semanas de entrenamiento sistemático se le presentó una lesión en el tendón de Aquiles que obligó a reducir las cargas. ¡El error fue mío! Al tener poco tiempo disponible elegí entrenar las variables específicas (correr, pedalear y remar) pero dejé de lado el entrenamiento de la fuerza. Al principio se adaptó y no pasó nada, pero al sumarse las semanas y las cargas de entrenamiento su tendón dijo basta. Hoy estamos en franco proceso de recuperación en el gimnasio, pedaleando bastante, nadando y remando mucho, pero corriendo poco.

Algunas ventajas
Para concluir nombraré algunos beneficios que trae aparejado el cuidadoso tratamiento del desarrollo de la fuerza en las diversas orientaciones que vimos anteriormente:
– Favorece el aprendizaje motor.
– Permite el perfeccionamiento del gesto deportivo.
– Incrementa el metabolismo basal por el mismo incremento de la masa muscular (y con esto el consumo de grasa).
– Mejora la estética corporal.
– Favorece el equilibrio tónico postural.
– Mejora el metabolismo del calcio previniendo la osteoporosis.
– En deportistas es preventivo de lesiones y potenciador del rendimiento.
– Favorece el sueño y el descanso profundo.
– En adultos mayores evita la sarcopenia (pérdida del tejido muscular).

De más está decir que el entrenamiento de la fuerza tiene infinidad de variantes, según el deporte, el deportista, los objetivos y el momento de la planificación en el que nos encontremos. Pero además tiene también infinidad de variantes para potenciar la salud en personas que no desean competir.
Quisiera compartir un pensamiento del licenciado Mario Di Santo, uno de los principales referentes del país en materia de entrenamiento deportivo: “Como profesores de Educación Física y Entrenadores, nosotros no deberíamos permitir que la gente entre al gimnasio, agarre un par de mancuernas y se ponga a entrenar.” Esto es tan alocado como que nosotros entremos a una farmacia y nos sirvamos el medicamento que creamos que nos va a hacer bien. Debemos acabar con los planes masivos de 3 x 8 y 3 x 12 para todo el mundo, durante todo el año y para todos los grupos musculares. El entrenamiento de la fuerza es mucho más que tres series de 12 repeticiones, es uno más de los muchos componentes necesarios para la consecución de la forma deportiva buscada.

Fuentes: Curso de AFA, Licenciado Mario Di Santo; “La preparación física”, Platonov y Bulatova; “Entrenamiento de la fuerza y la velocidad” (COI).

*Elisa Lapenta es entrenadora de afamados deportistas de alto rendimiento. Info: (0351) 15-6225243, elisalapentah3o@hotmail.com, www.h30sports.com.ar.

2 Comentarios

2 Comments

  1. Gustavo Castro

    23 agosto, 2011 a las 4:04 pm

    Muy bueno como siempre

  2. Rodrigo

    7 septiembre, 2011 a las 8:07 pm

    Que buena nota!! saludos!!

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Deporte y Entrenamiento

Una programa de nutrición para ganar masa muscular que aporta estabilidad y potencia al ciclista

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Más allá de buscar tener un cuerpo definido, ganar (o preservar) masa muscular es esencial para el rendimiento deportivo. Entre otros beneficios, tener masa muscular favorece la estabilidad, aporta fuerza, potencia y previene lesiones.
Este proceso es conocido como hipertrofia y tiene que ver con el crecimiento muscular de forma progresiva.
Para alcanzar este objetivo, además del entrenamiento específico de fuerza, la alimentación juega un rol clave.
Ésta debe ser a base de un superávit calórico, donde se consuman más calorías de las que se gastan.
Pero en este camino también se debe aumentar la ingesta de proteínas diarias, un macronutriente que colabora en la formación de los tejidos de los músculos, siendo los huevos, el pescado de aguas profundas como el salmón, el atún, la trucha y, las carnes magras las mejores fuentes de este nutriente, debido a su calidad y a que también aportan calcio, vitamina D y B12, fibra y Omega-3, nutrientes esenciales para el correcto funcionamiento del cerebro, del metabolismo y para fortalecer el aparato músculo-esquelético.
Pero para un correcto aumento de la masa muscular, la ingesta de proteínas debe complementarse con el consumo de otras fuentes de alimentos. En especial los carbohidratos, porque aportan energía y grasas saludables.
Entre las grasas saludables recomendadas se encuentran la palta, los frutos secos, aceitunas y aceite de oliva. Lo ideal sería incluir al menos una porción de alguno de ellos en cada comida del día. Así estaremos aumentando nuestra ingesta calórica y además nos aportarán un efecto antiinflamatorio protector contra lesiones y que favorece los procesos de recuperación ante los entrenamientos. Dentro del grupo de los carbohidratos complejos se sugiere la ingesta de legumbres o cereales integrales. En relación a la porción de estos, deberían ocupar entre un cuarto y un tercio del plato.
Por otro lado, debemos cuidar la incorporación de minerales tales como el potasio y el magnesio, cuyo rol es colaborar en la recuperación de los músculos y evitar los cuadros de calambres. Los principales alimentos donde se encuentran ambos nutrientes son la palta, banana, dátiles, las verduras de hojas verdes como el kale y la espinaca.
En cuanto a los suplementos nutricionales, si bien estos no son esenciales, muchos aportan practicidad para cubrir las necesidades aumentadas que hemos mencionado.
En este sentido, los batidos de proteína de suero de leche o Whey protein nos permiten sumar una buena cuota de proteínas de alto valor biológico (tienen entre 20 y 25g/porción) en momentos del día en que estamos fuera de casa o que contamos con poco tiempo para hacer una ingesta más completa.
De igual modo, los suplementos de citrato de magnesio van a garantizar que cubramos los requerimientos de este nutriente, que además, en una dosis más alta, va a aportarnos un efecto de relajación psíquico y muscular.
Una mención aparte merece la creatina. El monohidrato de creatina es hoy uno de los suplementos más estudiados, clasificado cómo Clase A (seguro y efectivo) y que ha demostrado favorecer, en el marco de un plan de entrenamiento adecuado y teniendo cubiertos los requerimientos nutricionales, la recuperación y el crecimiento muscular.

Texto: Juan Pablo Bruno, licenciado en nutrición (MN 7292, MP 2818), nutricionista deportivo.
Atención online y presencial: whatsapp 2954-645889 | Instagram @juanbrunonutricionista
Foto: Imagen de vecstock en Freepik

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Deporte y Entrenamiento

Diversión garantizada en bicicleta: cómo se hace y para qué sirve un pump track

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A menos que ya seas usuario de uno, seguramente te preguntaras qué es un pump track. Básicamente explicado, es un sendero o pista cerrada con un sentido de giro (no establecido) en el que se pueden dar tantas vueltas en bicicleta como tu cuerpo lo permita, al ritmo y velocidad que tu técnica lo permita. En ellos podés, si tenés técnica, andar en una bicicleta sin cadena y sin frenos, alcanzando velocidades tan altas como 30 km/h. Sin cadena parecería un milagro, pero no lo es. Es pura técnica y un trabajo aeróbico súper divertido tanto para niños como para adultos.

LOS PRINCIPIOS A TENER EN CUENTA
En términos generales estas instalaciones se hacen en espacios reducidos, tan reducidos como un patio mediano o una cancha de tenis. Los más grandes como una cancha de futbol 5 o 7.
Si bien hay muchos videos de cómo hacer un pump track y es algo que parece bastante fácil, en realidad hacerlo bien no es tan simple como parece. Es decir; si querés hacer un pump track para divertirte con tus amigos o para tus hijos es algo que podes improvisar: bastan una pala y una carretilla. Pero si queres hacer algo más serio, una instalación en un espacio público, un espacio deportivo, una plaza o club, tenés que pensar en algo más profesional en cuanto a diseño y prestaciones. Hacer un pump track es una suma de ecuaciones matemáticas que están mucho más lejos de lo que el ojo puede calcular.
Pero dejando de lado la ciencia, detrás de un pump track podemos decir que sin duda alguna este tipo de instalaciones deben ser tenidas en cuenta tanto por los usuarios como por las entidades gubernamentales, ya que dan fácil acceso a una práctica deportiva, son seguros, aumentan la destreza de los usuarios y son generadores de cambio social, ya que en esos espacios, no existe por ejemplo, la discriminación; todas las bicis y clases sociales son bienvenidas. Y por supuesto, colaboran a reducir el número de accidentes viales con ciclistas, ya que estos aumentan considerablemente su destreza en la conducción.

 

LOS DIVERSOS MODELOS DE PUMP TRACKS
Actualmente existen cuatro tipo de pump tracks: los de tierra, los de suelo natural, los modulares y los de asfalto. Vamos a hablar brevemente de cada uno.

Tierra

Estos son los que básicamente haces y construís entre amigos en el fondo de una casa o en un terreno disponible. Como dijimos al principio, necesitaremos solo palas, carretillas, voluntad… y agua. En términos generales se hacen cavando y sacando tierra del propio lugar o incorporando tierra externa de alguna obra cercana. Dependiendo del tamaño y voluntad, se pueden hacer en un fin de semana. Pero requieren riego y el mantenimiento suele ser un dolor de cabeza que genera prácticamente el mismo esfuerzo que el que se aplicó en construirlo. De hecho es común que cada vez que vamos a usarlos nos demanden algunos toques con pala y rastrillo, y dada las características del material suelen consumir mucha agua en riego.
Un quick tip: si tenes árboles, hacelo debajo de ellos, porque la sombra te ahorra mucho mantenimiento y mucha agua.

Suelo natural 

Se ven como de tierra, huelen a tierra, se sienten como tierra… pero es algo mucho más complejo, es un suelo compuesto. Nuestra asociación, International Mountain Biking Association (IMBA) es especialista en este tipo de instalaciones. Se trata de utilizar un porcentaje de suelo local mezclado con ciertos porcentajes de arena, piedra y otros áridos. Esto básicamente genera un pump:
– amigable con el medio ambiente,
– sostenible,
– que requiere poco mantenimiento,
– que necesita riego pero mínimo,
– que no se erosiona con el uso,
– que se puede usar en condiciones de humedad aceptables y
– que no hace barro.
Si el suelo está tan bien preparado que se pueden realmente esculpir las formas que busques, estos suelen ser claramente más grandes y son ideales para espacios públicos, ya que cuentan con un diseño integral y profesional. Pero al mismo tiempo son ideales para parques públicos, ya que no son invasivos con el entorno natural. Por otro lado si fuera necesario modificarlos o ampliarlos, es totalmente posible y accesible hacerlo.

Premoldeados

Estos se tratan de piezas que tienen determinado diseño, están premoldeadas en hormigón y son particularmente atractivos para las instituciones estatales, ya que literalmente en cuatro horas podés tener un pump armado. No requiere altos costos de ingeniería o diseño, se adaptan a cualquier espacio plano, el mantenimiento es extremadamente bajo (cortar el pasto alrededor) y no requieren riego.
Por otro lado, también abren el espacio a un mayor abanico de usuarios, al poder ser utilizados por skaters, rollers, etcétera. La contra es que al ser piezas modulares, los diseños son limitados. Y se pierde el mayor atractivo de este tipo de instalaciones, y es que cada diseño sea distinto.
Por supuesto, en el mismo tamaño tienen un costo mayor que el de suelo, pero el costo a largo plazo es menor porque no requiere mantenimiento y lo pueden utilizar diferentes clases de usuarios, aunque no se integran muy bien al paisaje natural. Es algo así como colocar una vereda de hormigón en un parque…
Su ventaja radica en que se puede desmontar con la misma velocidad con la que se armó. Por otro lado, si se desea ampliar solo hay que sumar más módulos.

Asfalto

Al igual que el anterior, estos son bastante atractivos para las instituciones estatales porque abarcan varias clases de usuarios. El problema es que su costo es alto, ya que, para empezar, hay que realizar un pump de suelo previamente, para luego cubrirlo con asfalto. El mantenimiento es bajo pero sí requieren riego para mantener el pasto crecido en los espacios intermedios, ya que el asfalto, al no absorber agua, tiende a hacer acumular agua en la parte interna de las curvas, lo que genera que el suelo se sature de agua y el pump comience a hundirse generando fracturas y daño en el mismo.
Si bien son una solución atractiva, los municipios tienen que pensar muy bien a la hora de optar por esta opción, ya que no es la mejor a nivel ambiental. Tirar en un parque más de 1000 metros cúbicos de asfalto y generar en ese espacio verde el impacto visual de una autopista no suena realmente como la mejor opción.
Por otro lado ocurre lo mismo que con los pump modulares. Terminan siendo formas muy similares entre sí y si fuera necesario ampliarlos a futuro, resultará muy costoso hacerlo; incluso en algunos casos eso implica rehacerlo por completo. Es por este motivo que estos pump track desde el inicio suelen ser estructuras considerablemente más grandes.

QUÉ MODELO ELEGIR
Ahora bien: ¿Cuál elegir entre todas estas opciones? Qué dilema. El concejo más simple es el siguiente: si el grupo de amigos se ve sumido en un ataque repentino de ansiedad después de leer esta nota y se lanza a buscar videos en youtube, la respuesta es simple: aprovechá esa ansiedad antes de que se pase, agarrá la pala y en el fondo de tu casa, en un baldío (mejor pump que basural…) o en la plaza (si te dan permiso), a cavar y construir uno. No te va a salir bien, eso es seguro, pero con la práctica vas a mejorar y si tenés dudas consúltanos que te vamos a pasar info o buscá en la web, que hay mucha pero mucha info.
Pero si podés superar el ataque de ansiedad y querés hacer algo más profesional y no sabés qué hacer, nuestro consejo es que lo hagas de suelo. Las otras dos opciones son atractivas, no lo podemos negar, pero hacerlo de suelo tiene sus ventajas. Primero, es amigable con el medio ambiente, nadie se va a quejar de que se esté construyendo algo de tierra en un espacio público, pero si tirás asfalto en una plaza… puede no verse del todo bien.
Por otro lado, estamos hablando de bicicletas de montaña y BMX, no de bicicletas de ruta, y la idea primordial es acercar a los usuarios a un entorno natural, generando un encuentro amigable con la naturaleza.
O sea, vivís en una ciudad rodeado de asfalto y vas a seguir andando en asfalto en la plaza, por favor… Plus: el mantenimiento puede ser organizado periódicamente con los usuarios, lo que genera un lugar de educación ambiental y se les enseña a los niños a cuidar las instalaciones.
Si no, muy bonito, viene el gobierno y me pone una plaza y se rompe o la rompo y el gobierno la arregla, mientras que con este tipo de instalaciones el mensaje es distinto, el gobierno te dio esto pero es tu responsabilidad cuidarlo.
Otra ventaja es que en esta opción el nivel de accidentes es mínimo. En un pump de asfalto, al poder alcanzar altas velocidades y generar saltos, el nivel de accidentes suele ser más alto. Por otro lado el costo es casi la mitad, con lo cual en vez de uno se pueden hacer dos, con diseños distintos en distintas partes de la ciudad, generando flujo de usuarios de un lado al otro, fomentando el turismo barrial y un atractivo turístico genuino.
La realidad es que sin importar qué opción se tome. los pump podrían ser los mejores amigos del gobierno y de los ciudadanos, ya que generan un cambio social real, cambiando también la opinión que tiene el público de los funcionarios. A la vez generan ingresos en las zonas aledañas, ya que los ciclistas somos grandes consumidores gastronómicos, a fin de cuentas nuestro combustible.
Finalmente, la verdadera pregunta no es cuál es el mejor, la verdadera pregunta es cómo puede ser posible que todavía no haya uno en cada plaza.
Para más información no dudes en contactarnos. Desde IMBA podes asesorarte en cómo hacer un pump y hasta en cómo conseguir el permiso de tu gobierno local.
 Pump de tierra: info@vos_y_tus_amigos
Pump de suelo: info@imba.com.ar
Pump premoldeado: presasuh@hotmail.com
Pump de asfalto: info@velosolutions.com

 

Por Alejandro Minuzzi: presidente de IMBA Argentina y director de IMBA Latinoamérica.

http://www.imba.com.ar/ | https://www.instagram.com/imba_argentina/?hl=es-la | https://www.facebook.com/search/top?q=imba%20argentina

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Deporte y Entrenamiento

MTB: La fuerza y la técnica, compañeras inseparables

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Alejandro Palma, uno de los Coach UCI más destacados del mountain bike americano, nos habla del desarrollo de la fuerza y su estrecha relación con las capacidades técnicas en el mountain bike. (más…)

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Deporte y Entrenamiento

El costado psicológico y emocional de las lesiones en el ciclismo

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La medicina moderna le está dando cada vez más valor al estado anímico en los procesos de recuperación de lesiones deportivas. El espíritu positivo termina siendo, en la mayoría de los casos, decisivo, por lo que descuidar la cabeza en estos trances puede ser determinante para achicar o alargar los tiempos de convalecencia o rehabilitación. Del mismo modo, estar en tu eje personal es vital también para prevenir las lesiones y el ciclismo no queda ajeno a esta realidad.
El estado mental-emocional puede ser determinante, tanto en el proceso que lleva a la lesión deportiva como en los tiempos de recuperación del atleta.
Contrariamente a lo que suelen pensar algunos ciclistas, lesionarse o no hacerlo no es una mera cuestión de suerte sino que depende de factores físicos, psicológicos, emocionales y situacionales relacionados con el ciclismo. De allí la importancia de educar sobre el valor de los cuidados preventivos.

Por qué nos lesionamos
Una de las razones más frecuentes de las lesiones, aunque parezca mentira, es por no tener conciencia del estado de nuestro cuerpo. El ciclista suele trabajar en modo autómata o, como decimos los coachs deportivos, en transparencia, respondiendo a instrucciones desde chico, sin preguntarse el por qué y para qué hace lo que hace, sin poner el foco en aprender a aprender (y en algunos casos a desaprender o reaprender determinadas técnicas y, mucho menos, autoconocerse). Cuando se siente bien entrena y cuando no se siente tan bien o tiene algunas molestias ¡también entrena! Todo sea por aquella creencia de que “siempre hay que dar el 101 por ciento”.
El cuerpo es una unidad. Si hay una molestia importante en un miembro, tarde o temprano, el trabajo que realiza el ciclista por proteger el miembro afectado (consciente o inconscientemente) repercutirá en el otro o en otra parte del cuerpo que esté haciendo el balance o la compensación.
Del mismo modo,  un estado anímico de estrés/angustia que provoque tensión en la zona cervical, por citar un ejemplo, a la corta o a la larga traerá consecuencias sobre aquellas partes del cuerpo que, por una cuestión postural, estén haciendo un sobre esfuerzo, generando un desgaste o tensión extra que podría llevar a una lesión.
Otra de las causas recurrentes en las lesiones, especialmente las musculares, es el ocultamiento de síntomas de parte del ciclista, que suele retacearle información al  entrenador respecto a su estado real, exponiéndose a entrenar normalmente en condiciones no ideales (por ejemplo con alguna molestia, dolores, mal descansado o mal alimentado).

Estrategias preventivas
De allí que sea decisivo para potenciar los factores preventivos, establecer una relación de confianza con el médico deportólogo o kinesiólogo del equipo y, por qué no, con el preparador físico, ya que esto contribuye directamente a incrementar la seguridad y con ella un mejor estado anímico, que potencia la disciplina en el proceso de recuperación.
En esos momentos es muy importante que el ciclista continúe entrenando con la asistencia de un coach deportivo, por ejemplo, en técnicas como la visualización, lo que le permitirá seguir en contacto con su disciplina deportiva y con más seguridad a nivel mental para afrontar el retorno.
Al igual que lo que sucede en sectores corporativos o empresariales, el buen clima de trabajo juega también un papel vital en esta historia. Un entrenador exigente por encima de los límites aconsejables puede provocar tensión grupal y con ella individual, incrementando las tensiones anímicas y musculares, que luego darán lugar a contracturas, molestias y a la larga hasta lesiones musculares.
Es así que, a la hora de planificar el entrenamiento de ciclismo, es importante apuntarse algunos tips o estrategias que pueden contribuir a la prevención, tales como:

 Mejorar la formación específica del ciclista, informando sobre la importancia que tienen la preparación física, los hábitos de vida saludables y el conocimiento de los factores de riesgo en la prevención de las lesiones deportivas.

Trabajar sobre el autoconocimiento suele ser determinante en este punto. Conocerse para saber reconocer hasta dónde exigirse, cuáles son sus niveles y umbrales de dolor soportables, etcétera. Aprender sobre el propio cuerpo da seguridad al ciclista.

Entrenar los recursos mentales del atleta: proporcionando estrategias que permitan reducir la probabilidad de lesionarse (técnicas de relajación, visualización, control de la atención, reestructuración cognitiva, etcétera).

Planificar el entrenamiento y la competición con objetivos realistas, personalizando el entrenamiento según el nivel de destreza del ciclista  y los objetivos individuales establecidos,

Mejorar los recursos técnicos del deportista, escogiendo adecuadamente los ejercicios destinados a la mejora de la ejecución. Cuanto más preparado física y mentalmente esté el ciclista para realizar un determinado movimiento, ejercicio o gesto técnico, menos probabilidades tendrá de sufrir una lesión.

Es importante aceptar que la lesión forma parte de la práctica deportiva en todos sus ámbitos. Naturalizar la lesión contribuye a bajar los niveles de angustia que trae consigo y potencia la capacidad de encarar el proceso de rehabilitación con la cabeza despejada y el espíritu positivo, consiguiendo de esta manera mayores posibilidades de éxito.

 

Por Andrea Romano*

*Coach y trainer, con la siguiente formación: Profesora de Educación Física (IPEF), Entrenadora Personal (UNC), Diplomada en Gestión Gerencial (Blas Pascal), Coach Deportiva (Unisport/Barcelona), Coach Ontológico Profesional certificada internacionalmente (ICF) y Coach Organizacional y Ejecutiva certificada (Unisport/Barcelona): andreamromano@live.com

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