Por Héctor Elgueta

 

 

 

 

 

 

Una vez más nos encontrábamos en los últimos preparativos para una nueva aventura en bici. Esta vez fue con dos vehículos de apoyo, cuyo carro tiene todo lo necesario para que seamos autosuficientes.
Después de 17 horas de manejo desde Miramar, arribamos a Villa Pehuenia. Fuimos recompensados con un paisaje espectacular: pehuenes y el Lago Aluminé como un espejo. Acampamos en Don Cirilo, un camping 100% recomendable ubicado a tres kilómetros del pueblo.
Al otro día comenzamos el pedaleo hacia el Lago Moquehue, a 40 kilómetros. Trepadas más cortas pero empinadas nos hacían jadear como locos y con un ripio endemoniado, en pésimas condiciones, pero, a paso firme, llegamos. En ese trayecto están las Cinco Lagunas, con colores y tonalidades de intensos verdes. También nos bañamos en el Lago Moquehue -¡quedamos congelados! -. Esa noche descansamos en el hermoso Camping Trenet.

 

 

 

La segunda etapa fue de mucha trepada hacia el Lago Ñorquinco, a 41 kilómetros. Al llegar al lugar cargamos todo en el carro y dormimos en San Martín de los Andes en camas mullidas.
La etapa tres siguió con ripio (canto rodado) en mal estado. Seguíamos subiendo, pues nos acercábamos a la Cordillera, hasta que por fin luego de varias horas llegamos al Lago Lolog -a 30 kilómetros- de un azul profundo, alucinante. Acampamos en un lugar agreste, y con mates y charlas del viaje de por medio comenzó a anochecer casi sin darnos cuenta. El clima fue perfecto.
En la cuarta etapa pedaleamos en un entorno de árboles antiguos formando galerías. Pasaron ante nuestros ojos el Lago Curruhé Chico y el Curruhé Grande, con paisajes extraídos de la paleta de un pintor. En medio de un fogón con mates y risas, terminamos el día en un camping agreste al lado del lago. En este recorrido hicimos 50 kilómetros.
El quinto día cruzamos a Chile luego del papeleo típico, pero antes de ello pasamos por las Termas de Lahuencó, en Argentina, hermosas pero caras. Arribamos por la tarde a las Termas de Liquiñe, en Chile. Quedamos relajados por los baños termales, tras hacer 70 kilómetros. En este recorrido también conocimos el Escorial (un volcán que estalló hace 400 años) del lado argentino. Un pequeño consejo: cuando se baja hacia Chile, la bajada es muy empinada, por lo que conviene llevar frenos a disco.
Al día siguiente nos dirigimos en bici a Puerto Fuy, donde está el Lago Pirihueico, muy extenso. Basta decir que la muy moderna balsa demoró una hora y media en llevarnos al otro lado donde bajamos las bicis y autos para nuevamente cruzar la frontera por el Paso Hua Hum, previo papeleo.
Así fueron pasando días de pedaleo, paisajes y lugares bellísimos: San Martín de los Andes, Pichi Traful, Villa La Angostura, Bariloche. Más de 500 kilómetros de territorio alguna vez dominado por los Tehuelches. Aunque más no sea en pequeña escala, aprendimos a valorar a los verdaderos dueños de estas tierras.

EN SÍNTESIS
Salida: Villa Pehuenia.
Llegada: Bariloche.
Recorrido: Villa Pehuenia, Moquehue, Ñorquinco, S. M. de los Andes, Lago Lolog, Curruhé Grande, Termas de Liquiñe (Chile), Puerto Fuy (Chile), Pichi Traful, V. Traful, V. La Angostura, Bariloche.
Ciclistas: Carlos Moreira, Héctor Orellano, Mario Malmoria, Abel Acha, Osvaldo Castán, Fernando Gómez, Adolfo Cejas, Martín Acha, Eduardo Erquiaga y Héctor Elgueta.

Nota publicada en Biciclub Nº 194, febrero 2011.