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El ABC de las horquillas de suspensión

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Lo que hay que saber para decidir la compra de una horquilla de suspensión. Sus partes, los diferentes sistemas de amortiguación, los desarrollos y las regulaciones.
por Hernán Meza*

Como la mayoría de nosotros sabemos una bicicleta todo terreno (TT) está pensada y diseñada para resistirlo casi todo, y según nos limite nuestra economía lo podremos comprobar, aun a riesgo de romper algo en el intento.
Así como hoy ya no imaginamos una bici que no tenga un cuadro de aluminio, tampoco podemos concebirla sin una horquilla con suspensión. Con estos adelantos tecnológicos podemos contar con bicis más confortables y mucho más maniobrables. Basta de rebotar contra los pozos o las piedras.
Muchas marcas se ocupan de desarrollar estas piezas, algunas pensando en las competencias más importantes de esta modalidad, otras abarcando un segmento de uso más terrenal y un tercer grupo que si bien no aporta los mejores desarrollos, acercan a la gran masa de ciclistas principiantes algo del confort y la maniobrabilidad de sus hermanas mayores.
Hablando del primer grupo, en muchas ocasiones la horquilla que le ponés a tu bici o la que trae de fábrica tu nueva bici es bastante más cara que un muy buen cuadro de aluminio. Para poder entender esto tenemos que tener en cuenta que lo que hoy día cuesta diseñar y construir una horquilla es mucho más que lo que cuesta diseñar y construir un cuadro de aluminio, que ya lleva muchos años en el mercado, por cierto más que las horquillas de suspensión.
La necesidad de aumentar la calidad de las prestaciones y de bajar el peso son en este campo dos cosas contradictorias. Eso obliga entre otras cosas a utilizar materiales de alta calidad (aluminio, magnesio, carbono) con tratamientos muy específicos, para tolerar el abuso al que van a ser sometidas. Para obtener el mejor producto las marcas líderes invierten mucho en investigación e ingeniera.
Según el valor final del producto, las horquillas de suspensión actuales ofrecen mayor o menor tecnología. Pero sin embargo, en la actualidad podemos encontrar en casi todas tecnologías como sellados externos e internos, válvulas hidráulicas, presiones de aire, resortes, elastómeros, aceites, etcétera. En las horquillas de mejor calidad el ajuste final se hace a mano, para asegurarse una máxima precisión en el ensamble de las piezas, cosa que no se hace de igual modo en la producción en cadena de las horquillas de uso masivo.
La ecuación es bastante simple: menos peso es igual a mejor calidad y empleo de materiales de altísima resistencia, lo que incide directamente en el precio de la pieza. (Y algo muy importante: mayor tecnología es igual a mayor frecuencia en los tiempos de intervalos mecánicos.)

Por fuera
Puestos a describir una horquilla por fuera tenemos:
– Las botellas, que son las piezas que más expuestas están al ataque de agentes externos. Están unidas por un arco, el cual puede pasar por delante o por detrás de la posición de uso. Algunas marcas optan por usar ambas opciones. Las botellas tienen retenes y bujes internos para vincularse con los barrales y son las encargadas de alojar la rueda delantera y de mantener lubricado el sistema de amortiguación.
– Los barrales, que son dos tubos unidos por un puente o cristo en el cual va insertado el tubo de dirección. Dentro del barral tendremos alojado el sistema de amortiguación que da funcionamiento a la horquilla.
Una de las partes más importantes de nuestra horquilla es la unión entre el cristo y el tubo de dirección, ya que es el punto de anclaje con el cuadro. La mayoría usa para esto el aluminio mecanizado, que permite ahorrar algo de peso. Por el contrario, si lo que se busca es resistencia, para soportar mayor maltrato, esta pieza se refuerza especialmente, con el consiguiente aumento de peso. En horquillas de doble puente o doble cristo éstos están por encima y por debajo del juego de dirección, aumentando notablemente la resistencia y la rigidez. Este sistema es el utilizado básicamente en bicis de descenso. De cualquier modo, esto limita la dirección y por consiguiente la maniobra, ya que los barrales hacen tope en el cuadro.
Para evitar esta limitación algunas marcas importantes han lanzado al mercado el tubo de dirección one-point-five, más ancho que el habitual (1.5´ = 38,1 mm), que suministra grandes niveles de rigidez y seguridad, lo que reduce la necesidad del doble cristo, que a partir de esto se usa sólo para horquillas de 200 mm de recorrido específicas de descenso. Y con la popularización del one-point-five se llegá a otra tendencia actualmente respaldada por muchos fabricantes, que combina combinado 1-1/8´ (1.125´ = 28,575 mm) arriba y 1.5´ abajo. De esta forma se logró más rigidez y menos peso que en el sistema anterior.
Otra solución a este tema es la que aplica una marca norteamericana de horquillas, que ha desarrollado y usa puentes y tubos de dirección en carbono para evitar vibraciones y ahorrar peso final.

Sistemas de amortiguaci?n
Ubicados en el interior de los barrales, actualmente existen diferentes sistemas de amortiguación:
– Resorte y aceite. En el interior del barral se encuentran el resorte y el aceite. Este último puede estar en baño abierto, recubriendo el resorte, o en cartucho cerrado, con diferentes válvulas de paso del aceite. Se puede variar la dureza del resorte así como la densidad del aceite para adaptarse al peso, al terreno y a la utilidad que le da el usuario.
– Resorte y aire. Es un sistema más liviano, pero implica zonas selladas para que no se pierda la presión de aire. Hay combinaciones de aire, aceite y resorte en las cuales el primero funciona como asistencia a la precarga.
– Aire y aceite. Dependiendo de la presión del aire acumulado en el interior, variará la suavidad y absorción de la horquilla. Normalmente este sistema es utilizado en horquillas de competición, donde bajar el peso se valora grandemente.

Recorridos
Un recorrido de 80/100 mm es el habitual en horquillas para competición de cross country (XC) y, en general, para las horquillas de cicloturismo y uso recreativo general. En las orientadas a bicis de doble suspensión, que tienen un uso muy polivalente, encontramos que los recorridos ya van desde los 120 hasta los 180 mm. Y como uso especifico de descenso (DH) tenemos ya unos 200 mm de recorrido.
Los recorridos de 120 a 180 mm requieren una geometría específica en la bici, ya que se aumenta la altura y los ángulos de dirección varían. En el caso de las full suspension, siempre van acompañadas con una suspensión trasera acorde, lo que modifica el comportamiento final de la bici.
Si tenés claro lo que buscás y esto es específico para una única modalidad, no hay problemas, salvo la obvia restricción del precio. Pero si por el contrario el uso que le vamos a dar a la bicicleta es variable, en distintos terrenos de montaña, habrá que elegir una horquilla con buenas regulaciones de recorrido, externas de ser posible, y operando sencillos diales la adaptarás a cada circunstancia.

Regulaciones

La regulación de una horquilla te permite adaptarla en cada momento a cada terreno y cada necesidad. Las regulaciones más utilizadas son:
– La precarga, relacionada con el peso del ciclista, que influye en la velocidad y la suavidad con la que la horquilla absorbe el impacto. Puede ser por compresión de un resorte o por presión de aire. Algunas marcas tienen precarga positiva (+) y negativa (-), lo que las hace más precisas.
– El rebote. Una vez que la horquilla absorbe el impacto debe volver a su posición inicial. Regulando el rebote lo podés hacer más r?pido o más lento, según elijas. En este sistema interviene el aceite del interior del barral.
– La compresión, que es el sistema por el cual podemos optar por “un uso normal, abierto,” o bloquear un paso de aceite, obteniendo así más rigidez y menor pérdida de energía. Puede accionarse en la horquilla o a distancia, con una palanca en el manubrio.
– El bloqueo, que se ha hecho universal en estos últimos años, permite anular el funcionamiento de la horquilla para que no absorba ninguna energía de la pedaleada. Hay sistemas de todo o nada y sistemas que regulan progresivamente hasta llegar al bloqueo total. Lo último en esta materia es el bloqueo inteligente: con el sistema cerrado, un impacto de cierta medida hace que el sistema lo reconozca y active la suspensión, y pasado el suceso la suspensión vuelve al bloqueo establecido.
– Los ajustes de recorrido, que por lo general son establecidos por el fabricante en dos o tres escalones.
En materia de suspensiones, en la actualidad se desarrolla una carrera tecnológica entre las marcas de mayor trayectoria en la que participan pequeños ejércitos de ingenieros y corredores expertos, los cuales se fijan como meta superar lo inventado hasta el momento. De esta “guerra” los beneficiados somos los usuarios, que cada año podemos disfrutar de nuevos y sofisticados beneficios.

*Hernán Dario Meza (34) ha cursado Estudios Técnicos y Bachillerato Pedagógico y el profesorado en Historia. Es mecánico especializado en suspensiones, propietario de la reconocida bicicletería Mapuche BTT. Dedicado a las bicis desde el año 1999, como coordinador de viajes de cicloturismo, mecánico de equipos de carreras de aventuras y asistente técnico de equipos nacionales en carreras en el extranjero y en nuestro país, es mecánico de bicis de competición desde el 2004, especialista en suspensiones Rock Shox y Fox. Es además asesor de las principales marcas de bicicletas y accesorios de la Argentina. Info: hernan@mapuchebtt.com.ar.

Nota publicada en Biciclub Nº197, mayo de 2011

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Clases para aprender a andar en bici en Buenos Aires

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Laureano Núñez es ciclista, organiza salidas en bici para principiantes y da clases para todos aquellos –adultos y niños a partir de los 12 años– que aun no saben pedalear y quieren aprender. Las clases son 100% personalizadas.
Debido a la situación actual, disponen de comunicación electrónica para un distanciamiento social efectivo.
Las clases se realizan en Puerto Madero, una vez por semana, acordando los horarios según los requerimientos de los alumnos, y duran una hora.
La idea es tener nociones básicas de cómo pedalear en la ciudad, aprender la técnica, perder el miedo y practicar. También se enseñan nociones básicas de mecánica (como arreglar una pinchadura y cambiar una cámara) y teoría básica sobre seguridad vial para movernos de forma segura.
Las clases finalizan cuando el alumno siente que alcanzó su meta y siente que puede seguir por si solo.

Más info sobre las clases: 112823-1343

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Kit de herramientas portátil para emergencias

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mecanica-herramientas-4615bPor descuido propio o por accidente, muchas veces pueden ocurrir imponderables mecánicos en una salida. Para estas situaciones es mejor prever que improvisar y contar con el equipo adecuado que -de acuerdo a la bici y a las habilidades mecánicas del usuario- podrá variar en herramientas y útiles. Dichos elementos deben ser transportables en un bolso bajo asiento o en un bolso o cartera personal, por lo que deberán elegirse cuidadosamente para optimizar el espacio y el peso.

LO QUE NO PUEDE FALTAR

Para todo tipo de bicis 
– Dos o tres desmontadores de cubiertas: de plástico si la llanta es de aluminio mecanizado o de acero si es de aluminio de pared simple o acero.
– Parches: de la medida acorde a la cámara en cuestión. Con cuatro o cinco bastará y se deberán reponer a medida que se utilicen.
– Solución vulcanizante: viene en pomos pequeños, fáciles de almacenar y transportar. Tener especial cuidado, ya que una vez abiertos tienden a secarse con el tiempo. Conservarlos en una bolsita cerrada con banditas elásticas los hace durar más tiempo frescos.
– Lija gruesa: para que la solución trabaje bien es necesario lijar la cámara antes de emparchar. Una o dos tiras de lija pequeñas serán suficientes.
– Cámara acorde al rodado y medida de la cubierta: con una es suficiente ya que habrá que cambiarla si es imposible parchar. Si el espacio lo permite, llevar dos nunca está de más. Hay quienes prefieren cambiar cámara y seguir pedaleando a emparchar, sobre todo en días de mucho calor, lluvia o frío intenso, cuando manipular parches y solución puede ser molesto.
– Inflador: de nada sirve emparchar o cambiar cámara si no tenemos forma de darle aire. Si el pinchazo ocurre de noche o en días no laborables, encontrar una bicicletería, gomería o estación de servicio que brinde aire de manera gratuita puede ser difícil.

Opcionales
– Parches autoadhesivos: no necesitan solución vulcanizante. Son más costosos que los parches tradicionales pero son más fáciles de usar.
– Colocar en las ruedas líquido antipinchaduras es una buena alternativa preventiva. Se vuelca por el pico de la válvula dentro de la cámara y obtura los pinchazos pequeños. Es una buena opción para bicicletas cuyas ruedas son difíciles de desmontar como bicicletas inglesas, con cambios en la maza o con muchos accesorios (guardabarros, portapaquetes, silla de bebé).

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Para bicis de tornillería tradicional
– Llave francesa: las de 6” son ideales ya que tienen apertura suficiente para todas las tuercas y bulones de la bici; son pequeñas y transportables. Esto permite ajustar y aflojar no sólo las ruedas sino también el bulón de expander o patines de freno. En situaciones normales, sólo será necesario aflojar y ajustar las tuercas de las ruedas para sacar y poner la cámara en caso de pinchazo. Si las cuatro tuercas son de la misma medida -14, 15 ó 16 mm- se podrá reemplazar la llave francesa por una llave fija de dicha métrica y así ahorrar peso.

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Para bicis de tornillería allen
– Multiherramienta plegable: es la navaja suiza de la bici. Tiene todas las medidas de llave allen necesarias, destornillador de punta plana y phillips. Algunos modelos traen incluso llaves fijas, cortacadena y desmontador de cubierta. Son una excelente inversión y se presentan en una gran gama de precios y calidades.

Texto: Luddite* | Fotos: Ariel Sabatella

*Mecánico de bicicletas: green_anarchy@hotmail.com, (011)15-4199-4844

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Seguros Rivadavia ofrece variedad de coberturas para la bicicleta y el ciclista

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Seguros Rivadavia ofrece tres líneas de seguros de bicicletas: Bici Pro, Bici Max y Bici Total, las tres con diversas alternativas de contratación en sus coberturas y capitales asegurados. 

Todos estos planes amparan la pérdida total por robo de la bicicleta, el daño total y parcial (tanto en Argentina como en el exterior, si se opta por contratar la extensión de cobertura), accidentes personales para el ciclista y responsabilidad civil ante cualquier accidente que sufra circulando y que pueda provocar daños a terceros, el robo de efectos personales o equipos portátiles electrónicos que porten en bolsos o mochilas en circunstancias de uso de la bicicleta.


En suma, las siguientes son las coberturas básicas:
• Robo total.
• Muerte accidental.
• Invalidez total y parcial permanente por accidente.
• Gastos de asistencia médico-farmacéutica por accidente.
• Cobertura de responsabilidad civil del ciclista.


Y estas coberturas se complementan con una importante gama de servicios adicionales sin cargo para el asegurado.
Pueden acceder a estos planes bicicletas fabricadas desde el año 2000 en adelante.

Para más información: www.segurosrivadavia.com | 0810-999-3200 | info@segurosrivadavia.com
O bien, contactarse con cualquiera de los Productores Asesores de Seguros Rivadavia en todo el país.

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Cicloturismo: Los 5 infaltables en un viaje

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Diseñador y fabricante del exquisito equipamiento para cicloturismo Halawa y viajero experto, Juan Pablo Casaccione nos recuerda los aspectos básicos para que nuestros primeros recorridos largos en bicicleta sean exitosos. El destino, la ropa, la bici, el equipo y cómo distribuir lo que llevamos.

Por Juan Pablo Casaccione*

1. Relevar el lugar
Al comenzar a planear un viaje, lo primero a tener en cuenta es el lugar al que nos dirigiremos. Generalmente se elige por gusto, curiosidad o quizás a dedo, en un mapa a ciegas. Pero ya con el destino definido, algunos puntos a tener en cuenta serán:
– Si el punto de salida es el mismo que el de llegada generalmente se simplifica la logística. Podemos dejar cajas o bolsos de transporte de la bici y otros contenedores que usemos para el viaje.
– Para calcular la cantidad de kilómetros por día: en caminos de subida, calcular que rodaremos entre 7 a 15 km/h y en caminos planos de 18 a 30 km/h.
– Verificar el transporte que usaremos para llegar, días y horarios (micro, avión o vehículos contratados).
– Otro punto a tener en cuenta es la altimetría (relieve) y los vientos predominantes, porque tal vez convenga empezar el recorrido en el sentido contrario al pensado originalmente.
– Chequear clima, épocas de grandes lluvias y deshielos para evitar retroceder. Recordemos que los ríos de deshielo por la mañana temprano no están tan “gordos”, aunque esto no evitará que nos mojemos los pies al cruzar vados o sortear riachos.
– Verificar el horario de salida y puesta de sol y las temperaturas, para determinar cantidad de horas de pedaleo.
– Saber dónde hay lugares de aprovisionamiento, para calcular cuánta agua (a razón de tres litros por día) y comida llevar en las etapas.

2. Armar un buen equipo
A la hora de elegir el equipo, primero hay que decidir si viajaremos solos o acompañados, ya que esto hará la diferencia. Además de la compañía, si se viaja solo se debe reservar más espacio, porque no se puede compartir parte del equipo (calentador, carpa y marmita). Los indispensables:
– Calentador. Hay de dos tipos. Uno es a gas (cartucho), que resulta más económico el aparato pero son más caros los cartuchos y generan más residuos. Otra de las contras es que no funcionan bien en altura y generan mucho volumen para transportar. Los otros funcionan con combustible líquido a presión, son más caros pero el combustible resulta mucho más barato y ocupan menor espacio.
– Marmita: es buena y cómoda opción, pero si no contamos con una se puede resolver llevando una olla chica y un jarro y el resto de cubiertos necesarios. Olla máxima: de 1.5 a 2.0 litros. Hay que ver equipamientos de montaña si se quieren adquirir por partes y no todo el juego junto.
– Carpa: debe ser liviana, con buena habitabilidad, pero sobre todo resistente al viento y al agua. Aunque parezca mentira no todas lo son. Un buen consejo: colocar un film de polietileno debajo de la carpa que sea 5 cm más chico que la misma. Esto protegerá la superficie, evitará que se moje con la humedad del piso y agilizará el guardado.
– Bolsa de dormir: lo importante es no pasar frío. En épocas de calor uno puede destaparse pero con frío no se duerme y depende del lugar y la época nos puede costar la vida. En el mercado existen bolsas de dormir con distintos rellenos: sintéticas y de plumas. Las primeras son más económicas, tienen más volumen y más peso, mientras que las de plumas son más caras, más chicas y livianas. Se recomienda usar aislantes debajo de la bolsa, porque suavizan la dureza del piso y aíslan el frío.

3. Seleccionar la ropa
Soy partidario de usar ropa de ciclismo (calzas cortas o largas para el viaje), ya que es más cómoda. El resto de la ropa, sintética, 0% algodón: remeras, pantalones desmontables (dos en uno pantalón – bermuda) y medias cortas y largas. En cuanto al abrigo, que sea lo más entallado posible, ya que eso evita la pérdida de calor. Siempre vistámonos con capas finas:

A. Camiseta térmica.
B. Chaleco de micropolar o softshell fino.
C. Campera de polar o micropolar.
D. Rompevientos impermeable.
De la A a la D se pueden combinar o colocar todas juntas según la temperatura.

4. Tener la bici en condiciones
Con una bicicleta de 18 velocidades para arriba, podemos viajar. Con una monomarcha y/o fixie no lo recomendamos, porque los cambios ayudan y mucho. No hace falta demasiada sofisticación en el rodado, incluso eso lo hace más difícil de reparar en caso de un imprevisto. En honor a la verdad, teniendo la bicicleta en condiciones, nunca se me presentó un problema en un viaje, sólo pinchaduras y alguna cubierta tajeada. Por eso, es recomendable hacer un service antes de salir.
Por otra parte, el portaequipajes marcará la diferencia en un viaje. Lo recomendamos, ya sea de aluminio o acero, mínimo de dos rayos por lado o, ideal, de tres, y que cubran bien la “espalda” de la alforja.
De repuesto, debemos llevar dos cámaras, parches chicos y grandes y solución, corta cadena, sacacubiertas, inflador, tornillos de repuesto y multiherramientas.

5. ¿Cómo llevar todo esto?
Para todo esto, con alforjas traseras de 50 litros, un bolso estanco de 36 litros sobre las alforjas, un bolso frontal de 6 litros y un bajo asiento, estaremos bien. Los elementos pueden distribuirse de la siguiente manera:
– Alforjas: ropa, equipo y bolsa de dormir.
– Bolso estanco: carpa, aislante y resto del equipo.
– Bolso frontal: cámara de fotos, snacks, rompevientos, linterna y protector solar.
– Bajo asiento: repuestos, cámara, cortacadena, etcétera.

*Cicloturista, diseñador industrial y creador de la marca Halawa: www.halawa.com.ar | Instagram @halawaalforjas | Facebook: Halawa

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