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10 consejos útiles para el que se inicia en el ciclismo
Un instructivo que previene al novato de una serie de situaciones que inevitablemente vivirá en su acercamiento al ciclismo. 10 sensaciones que viviremos y con las que hay que prepararse para lidiar.
Todos los años se suman a nuestra tribu miles y miles de nuevos adeptos, todos en busca de nuevas experiencias.
Gracias a la enorme cantidad de información de que se dispone actualmente y a la buena cantidad de bicicleterías especializadas, seguramente la elección de la bicicleta debe haber sido la correcta. Entonces, luego de haberse empapado nuestro protagonista con temas técnicos de mecánica, prestaciones y posiciones de manejo, llega la hora de comenzar a transpirar la camiseta. Sí, a ponerse el casco y salir a rodar. En ese punto, se presentarán los primeros inconvenientes, para la mayor parte de los cuales podemos prepararnos siguiendo las sugerencias de este pequeño instructivo.
1. Horror -a la hora de usar ropa de ciclismo.
Es muy frecuente la resistencia de los novatos –y no tanto- a utilizar las famosas calzas y remeras ajustadas de ciclismo. Algo perfectamente entendible por nuestro tradicional miedo al ridículo. Pero resulta que las calzas son muy importantes para esta actividad, principalmente por la badana, que es el acolchado que trae en la entrepierna y que cumple dos funciones. La primera es absorber la transpiración de la zona, evitando con ello paspaduras e irritaciones y un sin fin de otras molestas consecuencias. Por otro lado, dicho acolchado hace que el asiento no resulte tan incómodo, absorbiendo vibraciones y permitiéndonos mitigar en gran parte las molestias que generan las largas distancias.
Vale la pena aclarar que para que las calzas den buen resultado hay que usarlas sin ropa interior.
También las remeras ajustadas y de telas sintéticas cumplen una función vital. El hecho de que se ajusten al cuerpo hace que no queden sobrantes de tela que funcionen como una vela en contra. Y cuando la remera está hecha de la tela sintética que corresponde, permite que la transpiración se evapore. En contrario, una remera de algodón nos mantendrá siempre mojados.
En el caso de los colores, esto es más a elección y hay mucha ropa de ciclismo con colores sobrios o estridentes como para elegir. Pero no hay que olvidar que es sumamente razonable el uso de colores estridentes, justificados especialmente cuando circulamos en medio del tránsito, ya que ayudan a que los automovilistas y otros protagonistas del tránsito nos puedan detectar mejor, lo que contribuye a nuestra seguridad. Hay muchas personas que si bien cuando se inician usan colores sobrios, poco a poco van comprendiendo esto y de repente se aparecen con una remera fluo, liberados de todo prejuicio.
2. Enojo -por haber sido insultado por algún ciclista malhumorado en un pelotón.
Éste es un clásico y se lo puede entender de ambos lados que se lo observe. Los ciclistas novatos, de buena condición física y con muchas ganas y adrenalina, suelen intentar integrarse a un grupo sin conocer las reglas de funcionamiento y seguridad que debe respetar cada miembro de un pelotón. Entiendo que esta tentación resulte totalmente irresistible, pero es preciso comprender que es muy peligroso. Para poder ingresar a un pelotón si no se tiene experiencia, hay que hacerlo con respeto, acercándose desde atrás, observando mucho y logrando con cortesía que los más experimentados nos enseñen los secretos de su funcionamiento. Y finalmente, cuando nos vean aptos, habremos de obtener el correspondiente “permiso”, que así funcionan estas cosas. Quizás haya mejores formas de explicarlo que con un grito, pero el enojo con que muchos inexpertos suelen ser rechazados cuando se inmiscuyen sin permiso ni experiencia es entendible, ya que los riesgos son grandes.
También, antes de hacer cualquier intento de abordaje, conviene observar durante un tiempo la habilidad de las personas con experiencia para circular dentro del pelotón. Los ciclistas novatos suelen tener temblequeos y/o inestabilidades en los momentos de exigencia, mientras que a los experimentados no se les mueve ni un pelo, solo las piernas como un ventilador.
3. Ruido -al pasar los cambios.
No hablo acá del ruido de un cambio cuando está mal regulado sino del “crack” que hace la cadena cuando se pasan los cambios de manera inconsistente. La manera de que esto no suceda es generando una mínima pausa en la tensión de la cadena cuando se está cambiando tanto de plato como de corona de piñón. Esto, que el ciclista experto hace de manera automática, debe ser entrenado y aprendido por el novato. El objetivo es no dañar la transmisión. Esta pequeña e imperceptible pausa funciona como un verdadero embrague y es fundamental para que la cadena esté bien posicionada al momento de volver a traccionar.
Con el paso del tiempo y la experiencia esta “pausa” será automática y durará sólo algunas fracciones de segundo.
4. Adormecimiento -en las manos después de un buen rato de pedaleo.
Con frecuencia me encuentro con este tema en muchos ciclistas que están comenzando. Suelen pedirme que le cambie la posición de manejo a la bicicleta por una más alta, o que le instale un stem con más ángulo o un asiento más acolchado, etcétera. Pero el adormecimiento en las manos no lo provoca principalmente la posición de manejo sino el rodar totalmente contracturados, con los brazos completamente extendidos y haciendo fuerza durante las dos horas o más que haya durado la pedaleada. En este punto les aconsejo que se relajen y que imiten a los ciclistas expertos, que ruedan con los brazos flexionados y los codos hacia abajo. Es el mejor remedio. Hay que concentrarse en que la fuerza sólo se hace con las piernas, liberando la parte superior del cuerpo de toda exigencia. Con el paso del tiempo este adormecimiento desaparece, y en el caso de los que hacen mountain bike ya se podrá disponer de un par de brazos frescos para hacer fuerza con ellos en algún sendero o salto.
5. Desazón -por haber sido “colgado” por el primer grupo con que se prendió a pedalear a fondo.
Esto nos pasó a todos. Mi consejo es que no se dejen abrumar por esta situación y que lo vuelvan a intentar, y que nunca se vuelvan a su casa, porque siempre va haber otro grupo de menor nivel para arrancar. En el caso de los que son cabeza dura, que aprovechen el desafío y que utilicen la fuerza hasta donde no la tienen para seguir a rueda, que ésta es la única manera de progresar, fallando e intentándolo nuevamente. En sólo algunas salidas entrarán en buen ritmo.
6. Desconcierto -por no administrar bien la fuerza al no utilizar correctamente los cambios.
Otro clásico, ver a personas desperdiciando fuerza o mezquinándola sin razón. Siempre aconsejo al ciclista en mi taller que utilice el cambio justo, dependiendo del terreno y de la situación. Que para eso están los cambios, es decir para poder mantener un ritmo lo más parejo posible en cualquier condición de terreno o clima, aprovechando al máximo nuestra energía. En este terreno, la “tarea para el hogar” de un novato es acostumbrarse a pasar los cambios todo el tiempo, ya que justamente la nueva tecnología hace que esto sea sencillo e instantáneo, valiendo la pena aprovechar cada mínima diferencia en la relación de transmisión.
7. Incertidumbre -por no saber con quién salir a pedalear o qué tipo de entrenamiento hacer.
Incursionar en el ciclismo es hoy muy fácil, ya que hay grupos de todos los niveles y colores, gratuitos y pagos, que con sólo buscar un poco aparecen. Y también aparecen rápido los “consejos”, muchos de ellos con buena onda, de los pares, que con frecuencia son errados. En este sentido, busquemos siempre ayuda de gente con experiencia comprobada.
8. Disfrute -al regreso de cada pedaleada, por haber crecido siempre un poco más como ciclista.
El ciclismo es uno de los deportes con mayor exigencia física, y sea cual fuere nuestro nivel siempre nos gratifica el finalizar una salida de entrenamiento o un intenso paseo o una travesía cicloturística.
Cada uno de estos logros nos hace ir por más. Con cada salida nos potenciamos y nos mantenemos con buena onda y bien predispuestos para encarar nuevos desafíos personales.
9. Gloria -por haber “colgado” a alguno que nos lo hizo en algún momento.
Con el tiempo se aprenden los códigos de cada grupo y la garra y la inteligencia que uno le pone se verá recompensada con el progreso al volver de alguna salida muy entero y otras no tanto. Y el “ganar” no es sólo una cuestión de disfrute por el ganar mismo, sino por la sensación de entrar en otro nivel y poder ver las cosas desde otro lugar. Esto es el ciclismo, una ida y vuelta constante entre el deporte y el sentimiento.
10. Progreso –por asimilar correctamente la evolución y estar bien orientado siempre.
Esta es la parte más difícil de todas, donde surge la pregunta del millón: ¿vamos por más? Depende del momento, no siempre las cosas se dan como uno quiere. Lo importante es ser fiel a nuestras convicciones, teniendo en cuenta cuáles son las reglas de este deporte, que las llevamos todos adentro desde chicos y que con el tiempo se tornan en un juego de grandes.
Dedicatoria
El contenido de esta nota está inspirado en mi querido abuelo José María Maldonado, quien falleció en agosto 2008 y a quien le dedico este artículo.
Por Diego Maldonado
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Clases para aprender a andar en bici en Buenos Aires
Laureano Núñez es ciclista, organiza salidas en bici para principiantes y da clases para todos aquellos –adultos y niños a partir de los 12 años– que aun no saben pedalear y quieren aprender. Las clases son 100% personalizadas.
Debido a la situación actual, disponen de comunicación electrónica para un distanciamiento social efectivo.
Las clases se realizan en Puerto Madero, una vez por semana, acordando los horarios según los requerimientos de los alumnos, y duran una hora.
La idea es tener nociones básicas de cómo pedalear en la ciudad, aprender la técnica, perder el miedo y practicar. También se enseñan nociones básicas de mecánica (como arreglar una pinchadura y cambiar una cámara) y teoría básica sobre seguridad vial para movernos de forma segura.
Las clases finalizan cuando el alumno siente que alcanzó su meta y siente que puede seguir por si solo.
Más info sobre las clases: 112823-1343
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Kit de herramientas portátil para emergencias
Por descuido propio o por accidente, muchas veces pueden ocurrir imponderables mecánicos en una salida. Para estas situaciones es mejor prever que improvisar y contar con el equipo adecuado que -de acuerdo a la bici y a las habilidades mecánicas del usuario- podrá variar en herramientas y útiles. Dichos elementos deben ser transportables en un bolso bajo asiento o en un bolso o cartera personal, por lo que deberán elegirse cuidadosamente para optimizar el espacio y el peso.
LO QUE NO PUEDE FALTAR
Para todo tipo de bicis
– Dos o tres desmontadores de cubiertas: de plástico si la llanta es de aluminio mecanizado o de acero si es de aluminio de pared simple o acero.
– Parches: de la medida acorde a la cámara en cuestión. Con cuatro o cinco bastará y se deberán reponer a medida que se utilicen.
– Solución vulcanizante: viene en pomos pequeños, fáciles de almacenar y transportar. Tener especial cuidado, ya que una vez abiertos tienden a secarse con el tiempo. Conservarlos en una bolsita cerrada con banditas elásticas los hace durar más tiempo frescos.
– Lija gruesa: para que la solución trabaje bien es necesario lijar la cámara antes de emparchar. Una o dos tiras de lija pequeñas serán suficientes.
– Cámara acorde al rodado y medida de la cubierta: con una es suficiente ya que habrá que cambiarla si es imposible parchar. Si el espacio lo permite, llevar dos nunca está de más. Hay quienes prefieren cambiar cámara y seguir pedaleando a emparchar, sobre todo en días de mucho calor, lluvia o frío intenso, cuando manipular parches y solución puede ser molesto.
– Inflador: de nada sirve emparchar o cambiar cámara si no tenemos forma de darle aire. Si el pinchazo ocurre de noche o en días no laborables, encontrar una bicicletería, gomería o estación de servicio que brinde aire de manera gratuita puede ser difícil.
Opcionales
– Parches autoadhesivos: no necesitan solución vulcanizante. Son más costosos que los parches tradicionales pero son más fáciles de usar.
– Colocar en las ruedas líquido antipinchaduras es una buena alternativa preventiva. Se vuelca por el pico de la válvula dentro de la cámara y obtura los pinchazos pequeños. Es una buena opción para bicicletas cuyas ruedas son difíciles de desmontar como bicicletas inglesas, con cambios en la maza o con muchos accesorios (guardabarros, portapaquetes, silla de bebé).
Para bicis de tornillería tradicional
– Llave francesa: las de 6” son ideales ya que tienen apertura suficiente para todas las tuercas y bulones de la bici; son pequeñas y transportables. Esto permite ajustar y aflojar no sólo las ruedas sino también el bulón de expander o patines de freno. En situaciones normales, sólo será necesario aflojar y ajustar las tuercas de las ruedas para sacar y poner la cámara en caso de pinchazo. Si las cuatro tuercas son de la misma medida -14, 15 ó 16 mm- se podrá reemplazar la llave francesa por una llave fija de dicha métrica y así ahorrar peso.
Para bicis de tornillería allen
– Multiherramienta plegable: es la navaja suiza de la bici. Tiene todas las medidas de llave allen necesarias, destornillador de punta plana y phillips. Algunos modelos traen incluso llaves fijas, cortacadena y desmontador de cubierta. Son una excelente inversión y se presentan en una gran gama de precios y calidades.
Texto: Luddite* | Fotos: Ariel Sabatella
*Mecánico de bicicletas: green_anarchy@hotmail.com, (011)15-4199-4844
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Seguros Rivadavia ofrece variedad de coberturas para la bicicleta y el ciclista
Todos estos planes amparan la pérdida total por robo de la bicicleta, el daño total y parcial (tanto en Argentina como en el exterior, si se opta por contratar la extensión de cobertura), accidentes personales para el ciclista y responsabilidad civil ante cualquier accidente que sufra circulando y que pueda provocar daños a terceros, el robo de efectos personales o equipos portátiles electrónicos que porten en bolsos o mochilas en circunstancias de uso de la bicicleta.
En suma, las siguientes son las coberturas básicas:
• Robo total.
• Muerte accidental.
• Invalidez total y parcial permanente por accidente.
• Gastos de asistencia médico-farmacéutica por accidente.
• Cobertura de responsabilidad civil del ciclista.
Y estas coberturas se complementan con una importante gama de servicios adicionales sin cargo para el asegurado.
Pueden acceder a estos planes bicicletas fabricadas desde el año 2000 en adelante.
Para más información: www.segurosrivadavia.com | 0810-999-3200 | info@segurosrivadavia.com
O bien, contactarse con cualquiera de los Productores Asesores de Seguros Rivadavia en todo el país.
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Cicloturismo: Los 5 infaltables en un viaje
Diseñador y fabricante del exquisito equipamiento para cicloturismo Halawa y viajero experto, Juan Pablo Casaccione nos recuerda los aspectos básicos para que nuestros primeros recorridos largos en bicicleta sean exitosos. El destino, la ropa, la bici, el equipo y cómo distribuir lo que llevamos.
Por Juan Pablo Casaccione*
1. Relevar el lugar
Al comenzar a planear un viaje, lo primero a tener en cuenta es el lugar al que nos dirigiremos. Generalmente se elige por gusto, curiosidad o quizás a dedo, en un mapa a ciegas. Pero ya con el destino definido, algunos puntos a tener en cuenta serán:
– Si el punto de salida es el mismo que el de llegada generalmente se simplifica la logística. Podemos dejar cajas o bolsos de transporte de la bici y otros contenedores que usemos para el viaje.
– Para calcular la cantidad de kilómetros por día: en caminos de subida, calcular que rodaremos entre 7 a 15 km/h y en caminos planos de 18 a 30 km/h.
– Verificar el transporte que usaremos para llegar, días y horarios (micro, avión o vehículos contratados).
– Otro punto a tener en cuenta es la altimetría (relieve) y los vientos predominantes, porque tal vez convenga empezar el recorrido en el sentido contrario al pensado originalmente.
– Chequear clima, épocas de grandes lluvias y deshielos para evitar retroceder. Recordemos que los ríos de deshielo por la mañana temprano no están tan “gordos”, aunque esto no evitará que nos mojemos los pies al cruzar vados o sortear riachos.
– Verificar el horario de salida y puesta de sol y las temperaturas, para determinar cantidad de horas de pedaleo.
– Saber dónde hay lugares de aprovisionamiento, para calcular cuánta agua (a razón de tres litros por día) y comida llevar en las etapas.
2. Armar un buen equipo
A la hora de elegir el equipo, primero hay que decidir si viajaremos solos o acompañados, ya que esto hará la diferencia. Además de la compañía, si se viaja solo se debe reservar más espacio, porque no se puede compartir parte del equipo (calentador, carpa y marmita). Los indispensables:
– Calentador. Hay de dos tipos. Uno es a gas (cartucho), que resulta más económico el aparato pero son más caros los cartuchos y generan más residuos. Otra de las contras es que no funcionan bien en altura y generan mucho volumen para transportar. Los otros funcionan con combustible líquido a presión, son más caros pero el combustible resulta mucho más barato y ocupan menor espacio.
– Marmita: es buena y cómoda opción, pero si no contamos con una se puede resolver llevando una olla chica y un jarro y el resto de cubiertos necesarios. Olla máxima: de 1.5 a 2.0 litros. Hay que ver equipamientos de montaña si se quieren adquirir por partes y no todo el juego junto.
– Carpa: debe ser liviana, con buena habitabilidad, pero sobre todo resistente al viento y al agua. Aunque parezca mentira no todas lo son. Un buen consejo: colocar un film de polietileno debajo de la carpa que sea 5 cm más chico que la misma. Esto protegerá la superficie, evitará que se moje con la humedad del piso y agilizará el guardado.
– Bolsa de dormir: lo importante es no pasar frío. En épocas de calor uno puede destaparse pero con frío no se duerme y depende del lugar y la época nos puede costar la vida. En el mercado existen bolsas de dormir con distintos rellenos: sintéticas y de plumas. Las primeras son más económicas, tienen más volumen y más peso, mientras que las de plumas son más caras, más chicas y livianas. Se recomienda usar aislantes debajo de la bolsa, porque suavizan la dureza del piso y aíslan el frío.
3. Seleccionar la ropa
Soy partidario de usar ropa de ciclismo (calzas cortas o largas para el viaje), ya que es más cómoda. El resto de la ropa, sintética, 0% algodón: remeras, pantalones desmontables (dos en uno pantalón – bermuda) y medias cortas y largas. En cuanto al abrigo, que sea lo más entallado posible, ya que eso evita la pérdida de calor. Siempre vistámonos con capas finas:
A. Camiseta térmica.
B. Chaleco de micropolar o softshell fino.
C. Campera de polar o micropolar.
D. Rompevientos impermeable.
De la A a la D se pueden combinar o colocar todas juntas según la temperatura.
4. Tener la bici en condiciones
Con una bicicleta de 18 velocidades para arriba, podemos viajar. Con una monomarcha y/o fixie no lo recomendamos, porque los cambios ayudan y mucho. No hace falta demasiada sofisticación en el rodado, incluso eso lo hace más difícil de reparar en caso de un imprevisto. En honor a la verdad, teniendo la bicicleta en condiciones, nunca se me presentó un problema en un viaje, sólo pinchaduras y alguna cubierta tajeada. Por eso, es recomendable hacer un service antes de salir.
Por otra parte, el portaequipajes marcará la diferencia en un viaje. Lo recomendamos, ya sea de aluminio o acero, mínimo de dos rayos por lado o, ideal, de tres, y que cubran bien la “espalda” de la alforja.
De repuesto, debemos llevar dos cámaras, parches chicos y grandes y solución, corta cadena, sacacubiertas, inflador, tornillos de repuesto y multiherramientas.
5. ¿Cómo llevar todo esto?
Para todo esto, con alforjas traseras de 50 litros, un bolso estanco de 36 litros sobre las alforjas, un bolso frontal de 6 litros y un bajo asiento, estaremos bien. Los elementos pueden distribuirse de la siguiente manera:
– Alforjas: ropa, equipo y bolsa de dormir.
– Bolso estanco: carpa, aislante y resto del equipo.
– Bolso frontal: cámara de fotos, snacks, rompevientos, linterna y protector solar.
– Bajo asiento: repuestos, cámara, cortacadena, etcétera.
*Cicloturista, diseñador industrial y creador de la marca Halawa: www.halawa.com.ar | Instagram @halawaalforjas | Facebook: Halawa
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carlos knudsen
11 diciembre, 2015 a las 8:21 pm
Excelente contenido de la nota .. Aunque pedaleo hace tiempo es bueno recordar cuando comenzamos a andar gracias.
Irving
9 marzo, 2016 a las 4:52 pm
¡Excelentes contenidos! También llevo rato rodando pero muy poco con una bici de alta gama. Me decidí por una bicicleta de gama alta que por una moto y sé que tomé la mejor decisión, estoy muy contento con ella y recién busco de todo para mantenerla a punto por mi mismo y sólo en caso de ser necesario llevarla con el mecánico, seguiré muy de cerca está página, saludos desde la Ciudad De México.
debi
23 mayo, 2016 a las 3:51 pm
hola,
agregaría el miedo a usar las zapatillas con traba y las caídas que las acompañan!
Yo, particularmente, no me animo a ir trabada en la calle
Saludos!
debi
23 mayo, 2016 a las 3:53 pm
Con respecto a los grupos de entrenamiento…yo no encuentro un grupo que entrene de día en el KDT o en otra pista de CABA. Suelen entrenar de noche y no me siento segura para ir de noche.
Si me pueden asesorar…Gracias!
jose luis
2 febrero, 2020 a las 7:05 pm
con la calza puesta me lastimo entre las piernas. Que hago para evitarlo.
Biciclub
2 febrero, 2020 a las 10:47 pm
Hola José Luis, la calza con badana se usa sin ropa de interior, ¿la usás así? ¿En que parte de las piernas te lastima? ¿en el roce con el asiento?