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Deporte y Entrenamiento

Las fotos y un magnífico relato de la Vuelta del Porvenir femenina corrida en San Luis

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Entre el 9 y el 13 de febrero pasados se corrió en San Luis la Vuelta del Provenir, una carrera de ruta por etapas en las que hubo una sección masculina y una femenina. De esta última trata esta vívida crónica.

 

El Porvenir de las ladies
Por Sofia Enecoiz

El Merry móvil viaja hacia la tierra prometida de San Luis, capital del ciclismo. Atraviesa la lluvia y de fondo suena un éxito tras otro de Alejandro Sanz. Viajo otra vez con Mariela y Sofía, ahora las dos forman parte del mismo equipo, el Weber Shimano Ladies Power. 

El ciclismo es federal, nos obliga a viajar por todo el país. Las chicas se turnan para manejar, yo voy de observadora. A último momento surge la posibilidad de ir a cubrir la Vuelta del Porvenir y se concede mi sueño de ser prensa oficialmente. Hacemos una parada para dormir en un típico hotel de camioneros en la localidad de Vedia, llegamos por la noche, parece un pueblo fantasma. Los pisos del hospedaje están alfombrados, detalle que me hace conectar con cualquier verano de mi niñez en la costa. Dormimos las tres en un cuarto con tres camas y un ventilador que nos sobrevuela; emite el sonido blanco que ayuda a conciliar el sueño. Hay un detalle que me llama la atención: ambas corredoras utilizan grabaciones de meditaciones para ir a dormir. Me pregunto si eso me serviría a mí en una situación de concentración, nunca lo probé, mi meditación es el rumiar de las alas del artefacto destartalado. 

Partimos a la mañana. Me levanto más temprano que ellas, bajo al desayunador y para mi sorpresa no estoy sola; varias parejas de hombres me imitan tomando café y comiendo medialunas. Adivino: han de ser choferes que, como Mariela y Sofía, se turnan en largas jornadas de carretera. Cuando bajan, las chicas comienzan la ingesta de hidratos. El desayuno es pobre en frutas. 

El segundo tramo del viaje se hace corto. Coincidimos las tres en que parar y dormir ha sido una idea estupenda. Mariela y Sofía hacen contenido para las redes, las personales y las del equipo, analizan el perfil de la carrera, la lista de corredoras inscritas, hasta que un cartel nos sorprende: San Luis, reza el arco que vigila la entrada a la provincia. Dos columnas de piedra gruesa custodian a los lados de la ruta. Al traspasarlas el ingreso se hace efectivo. 

Decidimos almorzar antes de llegar a Juana Koslay. Encontramos un comedor rutero para nada elegante, con una moza desmemoriada del menú. 

Los deportistas y la comida son un tema aparte. Previo a la competencia las restricciones alimenticias son necesarias: continúa la carga de hidratos. Pedimos unos ravioles, ellas con aceite porque mejor no correr ningún riesgo estomacal, yo me animo y pido un tuco, que en realidad no es más que la salsa de estofado a la que le han quitado la carne. No tengo un paladar tan inocente y reconozco el dejo de la grasa de algún animal en mi plato. 

Sofía y Mariela paran en el Ave Fénix, un club que hospeda deportistas de todos los rubros, ubicado sobre Avenida del Viento Chorrillero, en Juana Koslay. Allí la organización destinó cuartos para todos los equipos femeninos que participarán de la jornada de dos días de la Vuelta del Porvenir. Hay algo particular en la ubicación de este nuevo hospedaje: el chorrillo. Es el nombre de la geografía puntana donde va a tener lugar toda la carrera, tanto masculina como femenina, y su viento, el chorrillero, es además un elemento clave en el deporte que se va a desarrollar a lo largo de estos días. El chorrillero, a pesar de las molestias que ocasiona a los ciclistas, reporta beneficios no despreciables: en la época de los fuertes calores, como el verano que transitamos, sopla atemperando el clima. Al parecer, nosotras llegamos con el aliento fresco que mueve a los chorrillos entre las piedras de los ríos secos de San Luis. 

Al día siguiente es la carrera, primera etapa. La noche previa, las Ladies tienen charla técnica con el director del equipo, el Pampa Ferrari. Yo me hospedo en otro lugar, con representantes de prensa, pero también me preparo: apilo la ropa en un rincón del cuarto. Mañana 6 de la mañana arriba, directo a la largada, gracias a Verónica, manager del equipo, que me asegura un lugar en el auto de auxilio de la Ladies. Es mi primera vez en una caravana. 

La primera etapa

El sábado amanece frío y despejado, casi como si no fuese febrero en la provincia puntana. Me arrimo hacia la largada y veo el amanecer entre las incipientes montañas. Sin embargo no estoy segura de que San Luis tenga picos de cordillera, son como el inicio de otra geografía que se desarrolla con mayor intensidad en Mendoza. 

El arco de largada tiene impreso el nombre de la Vuelta, esta es la segunda edición. Ubico al equipo, sus corredoras, auxiliares y autos; al principio pienso que voy a ser inservible, que solo vine para mirar y retratar situaciones. Cuando Gustavo, mecánico y asistente del Ladies, me da su cámara y me dice si puedo sacar algunas fotos durante la carrera me doy cuenta que mi rol va a ser otro. 

Las corredoras están, en su mayoría, acompañadas por algún miembro familiar. Las junior directamente viajan con todo el entorno: madre, padre, hermanos y hermanas. Las corredoras madres han traído a sus hijos. El ciclismo es familia, escuché decir una vez en Lanús y acá, a cientos de kilómetros de las casas de cada corredora, se comprueba. Cada una de ellas tiene un pequeño ritual: una madre hace una trenza con el pelo de su hija que sobresale del casco, el padre de otra le pasa un trocito de banana perfectamente fraccionado con antelación, el técnico les arrima sus caramañolas especialmente cargadas con lo que toma cada una. Sanguchitos de membrillo, sobran.

Ordenamos la chata, Gustavo le pone el número 7 a la parte trasera; buena suerte, pienso yo. Nos acompaña el enredo de ruedas, bicicleta de auxilio y la tensión, sobre todo la tensión de estar a punto de largar. 

El equipo se acomoda en la largada y Gustavo recoge las camperas de todas sus corredoras. Larga la primera etapa del Porvenir y nosotros atrás, una larga fila de autos, la famosa caravana. Hay un orden, una idiosincrasia diré, que seguir: adelante de todo, detrás del pelotón, están los comisarios repartidos en dos vehículos: uno en moto, el otro en un auto. Luego, siguen los autos de auxilio neutral que, por alguna razón que desconocemos, se han ubicado detrás de los comisarios, aunque por lo general van al fondo de la caravana, cuando ya no hay otro auxilio posible. Después, seguimos nosotros, los autos de los equipos, en fila según el número que ha tocado por sorteo el día previo. El 7, dentro de todo, es una buena posición. Fantaseamos que podremos ver la carrera, aunque en realidad solo veremos partes. 

Maneja la chata el padre de Vane, una de las corredoras, un cordobés simpático y por demás relajado; en el asiento de acompañante va Gustavo, imagino que debe haber sido corredor también, y que por lo flaco y chiquito que es seguro ha subido bien más de un puerto. Hay tensión entre ellos, siento que a Gustavo le gustaría estar manejando, da indicaciones, le recuerda al padre de Vane que no tiene que pasarse a la mano izquierda, la caravana siempre por derecha. Cuando el auto agarra una bajada y el pelotón una subida lo vemos, a lo lejos, como una nube compacta multicolor de cabezas encascadas; es en uno de esos subibajas que me parece ver a Mercedes Fadiga levantar la mano: pide auxilio. Me sorprendo un poco de mí misma: cómo puedo reconocer a alguien en ese mundo de piernas y manubrios apretados, pero al mismo tiempo pienso que Mechi es bastante particular, reconocible entre la multitud. 

El auto de auxilio se prende fuego; Gustavo le grita con todo al padre de Vane: ¡Ahora sí, por la izquierda! Pasamos por lugares imposibles, abriéndonos camino a los bocinazos. Mechi, que ya está siendo auxiliada por un auto neutral, le grita a Gustavo que dale, que se apure, que ahora ya está, y él, que llega tarde, no logra ponerle la rueda que se merece la campeona argentina de ruta. En un segundo Mechi se sube al sillín y Gustavo empuja y corretea a su lado. Ahora tenemos que alcanzarla a la caravana. Mercedes trepa como solo había visto en televisión, en carreras pro tour, es como si lanzara una telaraña que la acerca a los autos. Mariela Delgado baja para buscarla, para ayudarla a conectar con el pelotón, y ahí van, en la danza de la caravana, como dos gitanas que conocen la coreografía a la perfección.

La carrera se vuelve paisaje: aparece el dique La Florida con sus ondulaciones y el pelotón se estrella contra el fondo azulado de puentes carcomidos por el tiempo. Más de una corredora pincha en ese terreno. Las pasamos, esquivamos a los autos de otros equipos que también las auxilian, que sufren lo que sufrimos nosotros al principio de carrera. Gustavo reconoce qué corredora es capaz de alcanzar nuevamente al pelotón y qué corredora va a terminar con el coche escoba. Por momentos dice: esta chiquita tiene miedo, con esa cadencia no va a llegar. 

En el murallón del dique presenciamos el ataque de Lola Rodríguez, la experimentada corredora del Club Ciclista del Plata que viene de ganar el Tour Femenino Internacional de Uruguay, una carrera casi obligatoria en el calendario femenino de América del Sur. El momento de quiebre está en esa subida, es el único tramo en el que puede romper al pelotón. En el auto discutimos que si la fuga no se arma acá el sprint va a ser masivo. Hay una reducción pero no es definitiva, las que quedan colgadas aún pueden acoplarse y el pelotón mayoritario todavía conserva una buena cantidad de corredoras, unas 25 de 70. Para mi sorpresa, la meta montaña se la queda Eliana Tocha, algo en lo que voy a pensar ahora y a futuro, intentar comprender cómo la sprinter del grupo gana esa posición.

La bajada no la vemos, me contarán después que fueron rápido, algunas tocan los 70 km/h. El pelotón ingresa en la zona de la rotonda de El Durazno, una ruta arbolada, en gran estado y rápida. Allí se define la meta sprint, que tampoco la vemos. Nos acercamos al auto del Pampa, que nos hace señas, y con una sonrisa nos dice: la ganó Mariela. Festejamos, a falta de radio tour los datos van y vienen entre vehículos. Me la imagino a Delgado apretando el manillar y mostrando los dientes; quizás la lanzó Sofi, pienso. 

Ya se termina, les comento a Sergio, el conductor, y a Gustavo, ¿Ya? me responden. Y sí, quedan menos de 20 kilómetros. Acá veo la diferencia entre las Ladies y la mayoría de los otros equipos: llegan juntas al final. Sofía ya me había dicho: vas a ver que nosotras vamos a ir juntas adelante y así las veo en el último kilómetro: armadas, formando una estela con los mismos colores. Sin embargo sus diferencias físicas me dejan reconocer a cada corredora por su nombre. Se desprenden en los momentos justos: 1 kilómetro, 700 metros, 500 metros, 300 metros, 200 metros y los 100 metros finales son de la sprinter, la locomotora Tocha, que pasa la meta con las manos en alto y una sonrisa de oreja a oreja.

Nosotros, desde el auto, tenemos un ángulo rarísimo, un perfil del sprint, las seguimos de costado, como un traveling cinematográfico y de hecho intentamos filmar: Gustavo y yo sacamos medio cuerpo de las ventanillas y agitamos nuestros celulares para captar ese momento, aunque ambos sabemos que es imposible. No lo vemos pero lo escuchamos, el relator nos cuenta que es Eliana la ganadora y que las Ladies se llevan los laureles de la primera jornada del Porvenir. 

Segunda etapa

La segunda etapa de la Vuelta es incertidumbre para mí: aún no sé cómo voy a llegar a la largada. A diferencia de ayer, la etapa larga a 7 kilómetros de donde estoy parando. Descarto ir pedaleando, ya que voy a transitar el recorrido junto con el auto de auxilio de las Ladies, otra vez. 

Bajo a desayunar con la idea de pedir un remís en la recepción. Hablo con la recepcionista antes de desayunar, quien muy amable me responde que ella se ocupa de conseguirme algo, que no es fácil pero que hará el intento. Las mesas del comedor están dispuestas en dos formas: las redondas son para los equipos (la prensa duerme en el mismo lugar que el Team Medellín, la selección de Chile, Swift Carbon Pro Cycling de Brasil, la selección de Paraguay y Construcciones Zea de Colombia) y las cuadradas para los mortales, que en su mayoría somos prensa. 

Sentado, en la esquina del salón, lo veo a Enrike con k; así se va a presentar él momentos después. Toma un yogur con cereales y café, tiene ojeras como yo, de esas que vienen inherentes a uno, no importa si estamos cansados o descansados. Me presento y le consulto cómo va a llegar a la largada de hoy, me dice que le envíe mi teléfono, que me va a poner en una combi para prensa (otro sueño más en menos de 15 minutos). Conversamos sobre ciclismo, medios, referentes. Me comenta que trabaja para Voces del Ciclismo, un reconocido portal que suele entrevistar a los ciclistas ni bien se bajan de la bicicleta al terminar una carrera. 

Termino mi café un poco ansiosa. Aún no sé si viajaré en la combi, en un remís o si tendré que improvisar algo, cuando bajan otros tres periodistas: José Luis Rojo Mallea, el reconocido fotógrafo que está en todas las grandes vueltas, y la dupla de Tiempo de Descuento: Marcela Dutto, fotógrafa también, y Sebastián Fernández, que no es ni más ni menos que el presentador y relator de toda la Vuelta del Porvenir. La combi, nos dicen por mensajito, queda cancelada. Me arrimo a esta mesa de trabajadores del ciclismo para garronearles un lugar en el auto. Se consultan entre ellos y, finalmente, me dicen que sí, que vamos a viajar apretados pero que no hay problema. Los veré trabajar a lo largo de toda la etapa, a diferencia mío ellos cubren todas las categorías, tienen una jornada de más de 12 horas de trabajo. 

Llegamos a la largada y cada quien dispara para sus puestos. Otra vez tengo que buscar al equipo. Hoy estoy un poco más relajada, conozco a Gustavo, a Sergio, al Pampa. Los veo, todos juntos con las corredoras, que, por cierto, también están más distendidas. Hace más calor que el día anterior y la carrera para ellas ya no está en juego sino que deben asegurarla, mantenerla en sus manos. ¿Qué significa esto? Que tendrán que correr estratégicamente, como si antes no lo hubieran hecho también, pero ahora es otra decisión deportiva, el objetivo es controlar la carrera. 

Esta vez el recorrido es un circuito que las corredoras tendrán que repetir tres veces. El día anterior fuimos a reconocerlo con algunas ciclistas: es rápido, con una meta montaña agresiva y una meta volante que aparece luego de una larga bajada. Antes de que larguen, el Pampa me pregunta si me estoy divirtiendo, que cómo veo la carrera. Le cuento mi inquietud: ¿cómo puede ser que la sprinter del equipo haya ganado las metas de montaña? Me cuenta que Tocha, además de estar en un gran estado de forma y de que estas carreras no suponen subidas largas y de mucho porcentaje, tiene mentalidad de ganadora. Él dice que, a pesar de sus jóvenes 16 años, Tocha se propone algo y va fondo, que el no pareciera no estar en su vocabulario. 

Gustavo me pregunta si puedo ir yo a buscarles las camperas a las chicas que ya están en la largada; definitivamente ya me hicieron una más en este equipo. Aprovecho para sacarles unas fotos y ver sus caras con los nervios contenidos y un pie en el suelo antes de trabarlos en pedales. Mercedes, que está adelante de todo, al igual que el resto de sus compañeras mira al piso y justo antes de que toquen la chicharra y se escuche el clásico “vía, vía”, se persigna. Comienza la carrera. 

Corro hacia el auto, Sergio y Gustavo ya están listos. Hoy tenemos una posición complicada en la caravana. Como el circuito es más trabado y justo delante nuestro queda una Transfer de San Juan, la visión está obstruida. Hacemos la primera vuelta en nuestro lugar, Sergio cada tanto se asoma por la izquierda para ver un poco más. Nada. Otro día sin radio tour, vamos ciegos, a la vieja usanza. 

El Ladies deja ver su estrategia desde el inicio: imponen un ritmo muy fuerte, con el objetivo de que nadie pueda contraatacar, resguardan a Tocha para que pueda mantener el maillot de junior, la montaña y de la general, en una redonda furiosa. Gustavo propone que en la segunda vuelta nos ubiquemos en la subida larga que termina en el Peaje Perilago para dar abastecimiento. Parece una buena idea, ya que el equipo cuenta con un auto mejor posicionado en la caravana para brindarles auxilio. Cortamos camino en la rotonda de la YPF y bordeamos el Dique Cruz de Piedra, un embalse de agua que se lucirá en las fotos aéreas. 

Sergio estaciona la camioneta bajo la sombra, Gustavo nos reparte botellas de agua para las corredoras y los tres preparamos nuestros celulares para filmarlas cuando pasen. Me ubico en el borde de la curva, pienso que es el mejor ángulo para retratar al pelotón y espero. A mi lado hay una familia numerosa; cuento: madre, padre, dos hijos, un bebé y alguien que adivino como tío. Juntos, entre neveras con pan dulce y avituallamiento para algún corredor, esperan sentados en sillas reposeras y analizan la etapa masculina del día anterior. Más adelante hay una van ploteada con la leyenda de una escuela de ciclismo. Sus dueños están tomando mate, también esperan a las corredoras. 

Sergio le grita a Gustavo y como un eco me llega a mí: ¡Ahí vienen! A lo lejos, del otro lado del dique, las veo. Al principio son una mancha indistinguible, un tren de un solo vagón que avanza. Al acercarse los colores de cada jersey se encienden y las corredoras se vuelven individuos. En la punta ataca Lola Rodriguez, a esta altura es sin duda las más combativa de la montaña. Atrás, como una sombra que no se va a despegar, viene Sofía Martelli mordiéndose los dientes y yo no puedo no gritarle: ¡Dale, Sofi! Hay dos momentos por demás emocionantes para observar una carrera: un tramo de montaña y el sprint final. En ese momento me doy cuenta que esta carrera se reduce a esas dos situaciones. Martelli esconde tras su rueda a Tocha, la chiquita, la sprinter, y extrañamente se la ve contenta. No puedo decir por qué, pero pareciera que tiene una sonrisa en la cara. Arriba, luego del peaje, la ganadora es  Nelismar Gómez, del Castaño Team. 

Nos subimos otra vez al auto. Esta vez Gustavo propone ir a la puerta del Ave Fénix para otro avituallamiento. Les pido que me dejen en la rotonda antes de la llegada, preciso ver la definición de esta etapa en la meta sprint. Me bajo rápido, como si fuésemos un grupo comando y yo la criminal más buscada del condado. Ellos doblan en la rotonda para acortar camino, antes de que pasen las ciclistas. Camino bajo el sol, que hoy sí está tremendo y me arrepiento de haberme puesto pantalones largos; el clima de San Luis puede ser impredecible. 

Me paro al lado de la mesita de los comisarios, quizás el único lugar con sombra en la zona de la terminal de ómnibus. Estamos bajo el techo del arco de llegada, busco la mejor posición para ver y grabar el sprint. A mi lado los jueces analizan números, anotan tiempos, se comunican por radio con el comisario que está en la carrera. Veo que Sebastián Fernandez tiene su celular en un trípode, lo suficientemente alto como para que yo me acuclille abajo y grabe desde un ángulo inferior la definición de la etapa. Le pido permiso y me ubico. Ahora esperamos, de oído nos van cantando por dónde pasa el pelotón: faltan 10 kilómetros, están en el peaje, ya van a doblar. Aparecen, la estampida final que pasa por entremedio del vallado. Traigo conmigo dos celulares, uno para filmar en cámara lenta y el otro normal. Me pregunto qué veré yo, si por las pantallas o el vivo. 

El final es velocidad toda junta que se nos viene encima, como una ola a punto de romper. Tocha, Granizal y Aguirre quedan bien posicionadas para disputarse el primero, segundo y tercer puesto. Nosotros, los espectadores, vemos esa forma en la que se bambolean los cuerpos: de un lado hacia el otro, los codos flexionados que sacuden el manillar, la cabeza hacia abajo y por último el lanzamiento hacia adelante de la bicicleta, a ver quién pasa la línea primera. 

La ganadora es Granizal. Incluso lo sabe microsegundos antes de traspasar la meta, pasa por el arco con las manos extendidas hacia el aire y siento que la escucho gritar. Luego, Tocha, y tercera Ludmila Aguirre. Tras ellas el resto de las ciclistas pasa con la inercia del embalaje. Un final apretadísimo, dice Sebastián, de Tiempo de Descuento, por el micrófono, y yo respiro, extiendo las rodillas y pienso: se terminó. 

 

Por Sofia Enecoiz: sofiaenecoiz@gmail.com 

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Deporte y Entrenamiento

Zion en Rio Pinto: nuevos modelos de ruta y MTB y una gran actuación deportiva de su equipo

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Durante la reciente edición del Desafío al Valle del Río Pinto, la popular carrera que se desarrolla todos los años en La Cumbre, provincia de Córdoba, estuvo presente con un importante stand la marca Zion, con la presencia de su equipo marketing, desarrollo de producto, ventas y el Zion Factory Racing Team.

La marca presentó muchas novedades. Una nueva gama de colores de su modelo de entrada a la competición de aluminio, la nueva Zion Strix color azul brillante, la Strix GT con equipamiento Shimano de 11 velocidades y dos nuevos modelos de ruta full aluminio con transmisión LTWOO, horquilla de carbono, transmisión Shimano Sora y frenos a disco. En relación a estos modelos ruteros, Maxi Maddalena, gerente general de la marca, señaló lo siguiente: “Nuestros clientes nos pedían bicis de ruta, y por eso nos lanzamos a full con dos modelos de inicio de gama”

Las miradas más exigentes y los gestos de aprobación se las llevaron las nuevas doble suspensión de MTB, otra de las novedades de la marca. Una versión de carbono con 100 mm de recorrido y otra versión de aluminio con 120 mm, los dos modelos con grupo Shimano Deore de 12 velocidades (1×12).
“Los dos modelos — dijo Joaquín Cuenca. encargado de desarrollo técnico— cuentan con sistema anti-rebote, lo que hace que, incluso al estar la suspensiones abiertas, el usuario no pueda perder potencia a la hora de un pedaleo exigente.”
Tomas Bellati, gerente de ventas, agregó: “El usuario quiere nuevos looks, nuevos colores, y sobre todo que, al cambiar de bici, ese esfuerzo económico se note, es decir que sienta un cambio con respecto a su bici anterior. Ese es el objetivo que nos planteamos con cada modelo. Partimos de la base de ¿quién la va a usar?, ¿que busca en esa nueva bici?”

Un claro ejemplo de estos conceptos es el modelo Ovanta, con un cuadro con un centro de gravedad mas bajo y transmisión 1×10, pensada para los usuarios de MTB que se están iniciando y que quieren subir un escalón hacia algo más pro, pero sin tanto presupuesto.
En el stand todos los visitantes podían disfrutar de una cerveza fría de la marca Ortuzar, empresa que acompañó a Zion en el evento.
Por su parte, el Zion Factory Racing Team participó de la carrera que se desarrolló el domingo, logrando que ZION se subiese al podio de los ganadores. Nehuén Olguín se llevo el primer lugar en Juveniles, mientras que Agustín Córdoba se quedó con el sexto lugar en categoría Elite. Terminada la carrera, tuvimos la oportunidad de conversar con ellos.

Olguín: dos presencias, dos triunfos


A Olguín, ganador de la categoría Juveniles sobre su Zion Diablo (cuadro rigido de carbono), le pedimos que nos contara cómo había sido la previa a la carrera y cómo se había sentido durante y después del desafío:
“Fue una carrera muy dura, desafiante, que había proyectado a principio de año como uno de los mayores objetivos de mi temporada, y pude conseguir un buen resultado, obteniendo el primer lugar en mi categoría y un buen lugar en la general.
Las sensaciones previas fueron buenas; estuve tranquilo porque ya conocía el circuito, ya que el año pasado lo había corrido también logrado un primer lugar en la categoría Prejuveniles. Este año pude mejorar mi tiempo por 8 minutos, logrando un tiempo total de 3 horas 4 minutos.”



“Las sensaciones en carrera fueron totalmente positivas. Rodé escapado 83 kilómetros, prácticamente desde la largada hasta la llegada. Y las sensaciones post carrera fueron una mezcla de emociones, debido al arduo trabajo y la gran preparación que demanda esta carrera.
La estrategia de carrera se dio como estaba planificada, lo que me hizo estar tranquilo y concentrado todo el tiempo.
Quiero agradecer a todas las marcas y en especial a mi familia, que hace posible que yo esté en este tipo de eventos. Además quiero destacar la predisposición que tuvo el equipo Zion durante el fin de semana. Nos recibieron muy bien y nos atendieron de manera excelente. No quiero dejar de lado los agradecimientos a mi profe, Jose Olarte, quien cumple un rol importante en mi preparación deportiva.”

Agustín Córdoba Álvarez: “Todo fue una fiesta”

El sexto puesto en Elite de Agustín Córdoba fue el corolario de varias jornadas en La Cumbre a la espera del día decisivo: “Fueron días de pura diversión junto a mi equipo y amigos. El trabajo ya estaba hecho, sólo quedaba disfrutar. Sí tengo que admitir que en la carrera me desconecto de todo, pero antes y después todo fue fiesta y puro disfrute.”

¿Con que bici la corriste? Contamos como está equipada y como la sentiste en carrera.

Competí con mi bicicleta Zion Diablo full carbono, equipada con componentes Shimano. Mi bici es un material de lujo para este tipo de carreras.

¿Cuantos Río Pinto corriste y como te sentiste en este respecto de otros?

Es mi segundo Río Pinto. Lo disfruté un poco más que el anterior, ya que conocía el trazado y pude armar una estrategia de carrera en base a eso. También creo que se rodó mucho más fuerte que el año pasado..

¿Cómo te preparaste?

Junto a mi entrenador José Olarte venimos trabajando hace varios meses. Participé en algunas fechas de la temporada de ruta en Mendoza pensando en este objetivo y también con entrenamientos específicos y gimnasio,

¿Qué parte del circuito te gustó más?

El segmento que más me gustó fue la subida de San Marcos. Puse un buen ritmo al escalar, estaba preparado para eso.

¿Cuál parte la sentiste más dura?

El tramo más exigente fueron los últimos kilómetros, debido al desgaste físico acumulado y a la tensión del pelotón en el que viajaba, todos corredores de muy buen nivel y nadie estaba dispuesto a darse por vencido.

Respecto de los resultados y tiempos de carrera, ¿fue como lo planeaste?

Pude quedarme con el sexto puesto de la categoría con un buen tiempo. Estoy muy conforme con mi rendimiento, pero siempre quedan cosas por mejorar, Junto a mi compañero Nehuén ya estamos esperando la próxima edición.
Pasamos unos lindos días, buenos momentos y fue una buena carrera. Siempre es un placer compartir estas cosas con el Zion Racing Team.

zion-bikes.com

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Eventos

El corredor Lito Oviedo responde 5 preguntas sobre el Desafio de las Nubes

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¿Qué es lo que más se disfruta de la carrera?
Lo que más disfruto de la carrera es el entorno, los paisajes, el circuito y la organización.

¿Qué es lo mejor del circuito?
Es muy divertido. Tiene partes técnicas y rápidas.

¿Lo corrés con doble o HT?
La bici para este año será doble, sin dudas la Epic SW hace la diferencia en las sendas.

¿Cuantas veces la corriste?
4 veces.

¿Qué le dirías a alguien que está en dudas de correrla?
Es una carrera muy linda, unas de mis favoritas del NOA. El viaje, los días previos y la carrera hacen que uno siempre quiera volver a Salta, así que ya estoy esperando para disfrutar un año más.

El Desafio de las Nubes celebra su 10ma edición el 9 de junio, en la ciudad de Salta. Conocé más acá

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Salta: se viene la 10ª edición del Desafío de las Nubes, la carrera premium de MTB argentino

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El Desafío de las Nubes, esa clásica salteña de categoría premium del MTB argentino que cada año suma más y más participantes, va por su décima edición. Este año la fecha elegida es el 9 de junio y se espera recibir una gran cantidad de corredores de todas las provincias del país, así como de Bolivia, Uruguay y Paraguay.
Como desde su nacimiento, este Desafío será una verdadera fiesta del MTB, con tres días de Expo en el espectacular marco del la Reserva Natural Campo General Belgrano, un lugar perfecto para disfrutar de la naturaleza en familia o con amigos y hacer el reconocimiento del circuito durante los días previos.


La carrera se disputará el domingo 9 de junio, mientras que la Expo, con la presencia de las grandes marcas del país y numerosas bicicleterías, se desarrollará desde el viernes 7 hasta el mismo domingo de la competencia
¿Por qué destacamos como premium a esta carrera? No en vano, ya que presta servicios excepcionales y únicos en el país a todos los concurrentes, además de renovarse cada año, buscando mejorar y agregar servicios de calidad al ciclista.
En cuanto a lo deportivo, en esta ocasión habrá dos recorridos competitivos: un rural de 80 kilómetros y un circuito de cross country de 50 kilómetros, y dos recorridos para aquellos que se inician en la actividad (promocionales): un rural de 30 kilómetros y un XC de 35 kilómetros.


Todas las pruebas se desarrollarán dentro de las 4.000 hectáreas que integran la reserva natural Loma Balcón, un marco natural privilegiado, con un característico paisaje de praderas que se combina con relieves más complejos, donde los bikers podrán experimentar todo tipo de terrenos y dificultades naturales: arcilla, arena, barro, piedra y lajas, en un recorrido que transcurre entre sendas anchas y de herradura, con cuestas y descensos de diferentes niveles de complejidad en los que podrán desarrollar todo su potencial.
Hay premios en cada categoría del 1º al 5º puesto y premios en las generales de damas y caballeros en circuitos competitivos del 1º al 10º.


Y por si todo esto fuera poco, el evento ofrece la posibilidad de disfrutar de Salta en todos los niveles. Enterate de todos los detalles en la web del evento.
¡Y por nada te pierdas corroborar en persona por qué al Desafío de las Nubes lo calificamos como premium…!!

www.desafiodelasnubes.com.ar

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Deporte y Entrenamiento

Una programa de nutrición para ganar masa muscular que aporta estabilidad y potencia al ciclista

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Más allá de buscar tener un cuerpo definido, ganar (o preservar) masa muscular es esencial para el rendimiento deportivo. Entre otros beneficios, tener masa muscular favorece la estabilidad, aporta fuerza, potencia y previene lesiones.
Este proceso es conocido como hipertrofia y tiene que ver con el crecimiento muscular de forma progresiva.
Para alcanzar este objetivo, además del entrenamiento específico de fuerza, la alimentación juega un rol clave.
Ésta debe ser a base de un superávit calórico, donde se consuman más calorías de las que se gastan.
Pero en este camino también se debe aumentar la ingesta de proteínas diarias, un macronutriente que colabora en la formación de los tejidos de los músculos, siendo los huevos, el pescado de aguas profundas como el salmón, el atún, la trucha y, las carnes magras las mejores fuentes de este nutriente, debido a su calidad y a que también aportan calcio, vitamina D y B12, fibra y Omega-3, nutrientes esenciales para el correcto funcionamiento del cerebro, del metabolismo y para fortalecer el aparato músculo-esquelético.
Pero para un correcto aumento de la masa muscular, la ingesta de proteínas debe complementarse con el consumo de otras fuentes de alimentos. En especial los carbohidratos, porque aportan energía y grasas saludables.
Entre las grasas saludables recomendadas se encuentran la palta, los frutos secos, aceitunas y aceite de oliva. Lo ideal sería incluir al menos una porción de alguno de ellos en cada comida del día. Así estaremos aumentando nuestra ingesta calórica y además nos aportarán un efecto antiinflamatorio protector contra lesiones y que favorece los procesos de recuperación ante los entrenamientos. Dentro del grupo de los carbohidratos complejos se sugiere la ingesta de legumbres o cereales integrales. En relación a la porción de estos, deberían ocupar entre un cuarto y un tercio del plato.
Por otro lado, debemos cuidar la incorporación de minerales tales como el potasio y el magnesio, cuyo rol es colaborar en la recuperación de los músculos y evitar los cuadros de calambres. Los principales alimentos donde se encuentran ambos nutrientes son la palta, banana, dátiles, las verduras de hojas verdes como el kale y la espinaca.
En cuanto a los suplementos nutricionales, si bien estos no son esenciales, muchos aportan practicidad para cubrir las necesidades aumentadas que hemos mencionado.
En este sentido, los batidos de proteína de suero de leche o Whey protein nos permiten sumar una buena cuota de proteínas de alto valor biológico (tienen entre 20 y 25g/porción) en momentos del día en que estamos fuera de casa o que contamos con poco tiempo para hacer una ingesta más completa.
De igual modo, los suplementos de citrato de magnesio van a garantizar que cubramos los requerimientos de este nutriente, que además, en una dosis más alta, va a aportarnos un efecto de relajación psíquico y muscular.
Una mención aparte merece la creatina. El monohidrato de creatina es hoy uno de los suplementos más estudiados, clasificado cómo Clase A (seguro y efectivo) y que ha demostrado favorecer, en el marco de un plan de entrenamiento adecuado y teniendo cubiertos los requerimientos nutricionales, la recuperación y el crecimiento muscular.

Texto: Juan Pablo Bruno, licenciado en nutrición (MN 7292, MP 2818), nutricionista deportivo.
Atención online y presencial: whatsapp 2954-645889 | Instagram @juanbrunonutricionista
Foto: Imagen de vecstock en Freepik

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