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Ciclismo urbano

Calles salvajes: “Hoy quisieron matarme”

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Tengo 21 años, desde hace más de 10 que me manejo con bastante autonomía por la ciudad. A los 9 o 10 años empecé a ir a la escuela en bicicleta, vivía en Baigorria. Cuando empecé la secundaria me empecé a mover en colectivo por un tema de distancia y tuve a la bici bastante abandonada, hasta que me mudé a Rosario.
Al poco tiempo de mudarme la bici se hizo una parte fundamental de mí, no sólo para trasladarme sino para trabajar. Recorrí diversas “plataformas” de envíos a domicilio y después empecé a hacer bicimensajería por mi cuenta. El último gran cambio que hice fue meterme en la mecánica de bicicletas, que es mi trabajo actual.
Moverse en bicicleta en la ciudad es algo que puede ser fantástico, y este año, entre la pandemia y los meses donde no hubo transporte urbano, esto se evidenció fuertemente. Rápidamente la municipalidad de Rosario dispuso nuevas bicisendas en las principales avenidas de la ciudad (un reclamo que se venía haciendo desde hace mucho).
Pero pese a todos los avances que hubo (principal y casi únicamente más bicisendas), andar en bici por la ciudad sigue siendo un desafío. Podría nombrar de memoria diversos lugares específicos donde por un diseño mediocre y hasta diría negligente, la nueva infraestructura ciclística genera más problemas que soluciones. Desde la esquina de Entre Ríos y Córdoba, donde por culpa de taxis, patrulleros y autos particulares mal estacionados, los colectivos siempre se terminan subiendo a la bicisenda, o la bicisenda de Avenida Pellegrini, por donde constantemente las motos circulan a alta velocidad.
Hoy me tocó vivir un par de situaciones de riesgo. Venía por la bicisenda de Avenida Ovidio Lagos al 4000, una camioneta dobló a la izquierda sin el guiño y sin mirar y estuve a centímetros de terminar abajo. Un par de cuadras más al norte, otra camioneta, esperando para doblar a la izquierda, nuevamente sin el guiño y completamente cruzada sobre la bicisenda. La pude esquivar por la derecha y al pasar golpeé en la parte trasera de la chata para hacerle saber que estaba haciendo todo mal. Avancé unos metros, miré para atrás, la camioneta puso reversa en el medio de la avenida y encaró para mi lado. Seguí avanzando y para poder tomar más distancia pasé un semáforo en rojo. La camioneta hizo lo mismo, pasó el semáforo en rojo, adelantando a los demás autos por la derecha. Me alcanzó. La tenía a centímetros atrás mío. Sentía como aceleraba y clavaba los frenos justo antes de tocarme. No sabía si la contaba. El escenario de ser atropellado cada vez era más real y cercano. Doblé en contramano a la derecha. La camioneta también dobló en contramano. Ya estaba, no le importaba nada. Vi un garaje abierto, un taller mecánico, me metí. No había nadie, pegue unos gritos, no salía nadie. Por suerte aparecieron unos vecinos que habían visto toda la secuencia y se quedaron un rato conmigo. Nunca me temblaron tanto las piernas.
No sé cuál es la solución pero tengo en claro cual es el principal problema. Ningún ciclista puede estar seguro en la calle mientras haya gente arriba de un auto con este tipo de actitudes negligentes y en algunos casos criminales. Y al estado parece no importarle. ¿Cuándo fue la última vez que escucharon de una multa por no usar el guiño? ¿Alguna vez vieron cómo multaban a una moto por ir por la bicisenda?
Es incontable la cantidad de veces que sufrí en carne propia la negligencia, impunidad y violencia por parte de automovilistas. Ya me cansé. Me cansé de pedir las cosas bien, me cansé de decir amablemente (o no tanto) “poné el guiño”, me cansé de que me manden a la mierda después de eso, que me amenacen de muerte o que me digan que en la esquina se bajan y me cagan a piñas. Si vas a poner en riesgo mi vida por no usar el guiño o no mirar los espejos y encima ni siquiera vas a pedir disculpas o aceptar tu error, si creés que no merezco circular en la misma calle por la que lo haces vos, no esperes que reaccione amablemente, se acabó, podes despedirte del guiño o del espejito que no usás. No te preocupes, eso se puede volver a comprar, y si existiera una multa debería ser bastante más cara.
¿Los ciclistas a veces hacemos cosas incorrectas? Solo puedo hablar desde mi lugar, y sí, paso semáforos en rojo a diario entre otras cosas, pero con la certeza de que jamás puse en riesgo la vida de nadie, ni siquiera la mía, y muchísimo menos a propósito.
Si un día me muero en un “accidente” probablemente sea abajo de una Hilux último modelo con todos los papeles al día.

Julian Casiello: juliancasiello@gmail.com

Foto: @bicipaladin

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Clases para aprender a andar en bici en Buenos Aires

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Laureano Núñez es ciclista, organiza salidas en bici para principiantes y da clases para todos aquellos –adultos y niños a partir de los 12 años– que aun no saben pedalear y quieren aprender. Las clases son 100% personalizadas.
Debido a la situación actual, disponen de comunicación electrónica para un distanciamiento social efectivo.
Las clases se realizan en Puerto Madero, una vez por semana, acordando los horarios según los requerimientos de los alumnos, y duran una hora.
La idea es tener nociones básicas de cómo pedalear en la ciudad, aprender la técnica, perder el miedo y practicar. También se enseñan nociones básicas de mecánica (como arreglar una pinchadura y cambiar una cámara) y teoría básica sobre seguridad vial para movernos de forma segura.
Las clases finalizan cuando el alumno siente que alcanzó su meta y siente que puede seguir por si solo.

Más info sobre las clases: 112823-1343

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Ciclismo urbano

Seguros Rivadavia: Bici Pro, la cobertura especial para ciclistas que compiten

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Seguros Rivadavia desarrolló un seguro que otorga la máxima seguridad a los que andamos en bicicleta: protege al asegurado y a su bicicleta ante fenómenos tales como el robo, los accidentes personales y la responsabilidad civil, pudiendo incluir el robo de efectos personales, equipos electrónicos o daños.

Seguros Rivadavia ofrece tres alternativas, de acuerdo a las características de la bicicleta y el uso dado a la misma: Bici Total, Bici Max y Bici Pro. En esta nota te contamos sobre el plan Bici Pro, un producto especialmente diseñado para ciclistas que participan en competencias amateurs, con mayor flexibilidad en las sumas asegurables y coberturas a medida.

Coberturas
-Robo Total.
-Robo de Efectos Personales.
-Robo de Equipos Electrónicos Portátiles.
-Daños a la Bicicleta.
-Muerte Accidental.
-Invalidez Total y Parcial Permanente por Accidente.
-Gastos de Asistencia Médico-Farmacéutica por Accidente.
-Cobertura de Responsabilidad Civil del Ciclista.

Coberturas adicionales para todos los planes
Con el fin de brindar un servicio de excelencia, para este seguro se ofrecen, sin cargo, los siguientes servicios ante una urgencia:
-Traslado por avería de la bicicleta.
-Asistencia por rotura de neumático.
-Reintegro de medicamentos como consecuencia de intento de robo.
-Envío de taxi o remís para traslado a domicilio a causa de robo.
-Envío de ambulancia hasta el centro médico más cercano en caso de accidente.
-Cambio de cerraduras por robo.
-Envío de taxi o remís hasta la dependencia policial más cercana en caso de robo.
-Reembolso de gastos de DNI por robo.
-Asesoramiento legal ante el robo o accidente sufrido.
-Conexión con centros de reparación de bicicletas.

 

Visitá el cotizador online de Seguros Rivadavia en http://www.segurosrivadavia.com/personas/bicicletas/cotizacion.php

Para más información: www.segurosrivadavia.com | 0810-999-3200 | info@segurosrivadavia.com
O bien contactarse con cualquiera de los Productores Asesores de Seguros Rivadavia en todo el país.

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Ciclismo urbano

Ya está todo listo en Mar del Plata para el 5° Foro Argentino de la Bici, a celebrarse entre el 10 y el 12 de noviembre

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El evento ciudadano a favor de la movilidad sostenible más importante del país ya está preparado para recibirte en la ciudad de Mar del Plata entre el 10 y 12 de noviembre próximos. Luego de que en el pasado pre-foro en la Villa Victoria se viviese una jornada de gran entusiasmo y amor por la bicicleta, la ciudad se prepara para la quinta edición de un Foro que reúne a gente del todo el país.


El  cronograma aún no está cerrado, pero  podemos  adelantar  algunas  actividades que pondrán muy felices a quienes amen a la bicicleta y la movilidad sostenible.

El día viernes 10 de noviembre, las actividades se realizarán en la Plaza Mitre (Colón y Mitre). Allí habrá varias charlas:
-Cómo construir infraestructuras seguras.
-Siniestralidad vial.
-ONGs vinculadas a la bici y el cicloactivismo.
-Una actividad con la ONG marplatense Guías a la par, con prueba de tándems y convocatoria de guías.
-Demostraciones de bicipolo, deporte que está arribando a Mardel.
-Números de monociclos y demostración de Stunt.
-Talleres para infancias, para aprender a andar en bici y cuidados a tener en cuenta.

Y a las 17 hs se saldrá pedaleando en caravana hacia el camping municipal Centro Scout, donde acamparán los cicloviajeros que vayan llegando desde todo el país, y a donde se desarrollarán los siguientes días del Foro.

Esa misma noche se proyectarán cortometrajes y habrá un encuentro en el bar cultural La Periferia, ubicado a unas cuadras del camping.

El día sábado, ya en el camping, la jornada comenzará con una clase de yoga ofrecida por Lulea. Luego se realizará un paseo en bici recorriendo la naturaleza de la zona, para
regresar al medio día y disfrutar de un día pleno de charlas interesantísimas, entre otras:

-Mujeres y disidencias en el mundo de la ciclomecánica.
-Experiencias de viajar en bicicleta.
-Psicología del tránsito.
-Diseño y arte enfocado en la bicicleta.

También habrá talleres de primeros auxilios, emparchado y sobre aprender a andar en bicicleta.

En la jornada del domingo, más distendida, se eligirá la ciudad sede del FAB 2025 y luego de almorzar se partirá en una caravana colectiva hacia el centro, para darle un cierre a puro pedal, a este encuentro que dará que hablar.

Recordamos que todas las actividades son gratuitas y abiertas a toda la comunidad.

Info: Agustín Arevalo (11 58222110)  | Luciana Fernandez Ravelo (11 69811446) |  Vanesa Camino (2233 482931) | Luz Calabrese ( 2235 794099)
Fotos: Patricio Devoto y Soledad Gonzalez Lagarde  @soledadgonzalezlagarde

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Ciclismo urbano

3 ventajas y 3 desventajas del ciclismo urbano

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LO POSITIVO
Tiempo al tiempo
Dice una vieja frase que el tiempo es oro, pero en verdad ni todo el oro del mundo puede comprarnos tiempo de vida. Por eso el primer ítem en esta lista corresponde al invaluable beneficio de controlar nuestros horarios. Contrariamente al cliché acerca de los ciclistas urbanos, estos no eligen tanto la bici por ahorrar dinero ni por amor al medio ambiente, pero sí lo hacen por esta ventaja.
La comparación más clara las podemos hacer con el uso del automóvil particular. El viaje de un punto a otro de la ciudad manejando está sujeto a numerosos factores que hacen impredecible el horario de llegada. Embotellamientos, desvíos, cortes y conseguir un lugar de estacionamiento son cuestiones que afectan directamente el tiempo que nos llevará arribar a destino. Para paliar esta situación algunos conductores eligen salir con mucha anticipación, lo que, si bien puede resultar útil, en definitiva no es otra cosa que alargar la duración del viaje.
Respecto del transporte público en nuestro país, la bici todavía sigue siendo mejor ya que colectivos, trenes y subtes no suelen cumplir los horarios establecidos. Esto puede generar largas esperas en las paradas y estaciones, lo que torna muy difícil ser puntuales en nuestros compromisos. Si en cambio comparamos ir en bici o ir caminando, encontramos que ambas opciones comparten la previsibilidad del tiempo y los horarios de llegada. Pero si de tiempo de viaje se trata, trasladarse pedaleando podría llevarnos la tercera o la cuarta parte de hacerlo a pie.

Estar presentes
Moverse en dos ruedas permite estar en una conexión total con la ciudad. Necesitamos que casi todos nuestros sentidos estén en alerta. Esto nos lleva a estar presentes en el aquí y el ahora, algo que desarrolla muy sabiamente Juan Carlos Kreimer en su libro Bici Zen (Grupo Planeta, 2013). El beneficio es llegar a destino sintiéndonos con energía. Esto impacta positivamente en el rendimiento de quien se moviliza a trabajar o estudiar. Además, estar atentos durante todo el viaje hará que cada trayecto sea distinto. Aún si repetimos la misma ruta constantemente siempre habrá algo en el entorno que nos llamará la atención porque vamos en el mejor vehículo descapotable que se puede usar en una ciudad.

Comunidad
Este punto está muy relacionado al anterior. Contrariamente al aislamiento y la competencia que puede generar el uso del auto particular, la bici promueve el encuentro humano. La cercanía física, el poder estar cara a cara con el otro fomenta la rehumanización de la gran ciudad. Cruzar una mirada, hacer un comentario (¡sí, aunque sea sobre el clima!) o ayudar a resolver un pinchazo nos saca del individualismo y hace que las personas pasen de ser cohabitantes de un espacio físico a miembros de una comunidad. Esta diferencia no se da solamente con los autos; curiosamente también ocurre con el transporte público.
Tal vez en el futuro la gente que viaje en colectivo o tren entable relaciones más parecidas a las de los ciclistas. Pero por el momento les sugiero que hagan el siguiente experimento: al detener la bici en un semáforo prueben entablar una conversación con el ciclista que se detuvo a su lado. Ahora intenten hacer lo mismo en un subte con la persona que va parada junto a ustedes. Intuyo que encontrarán una diferencia.

LO NEGATIVO
Vulnerabilidad
En los países de nuestra región los ciclistas todavía somos muy vulnerables frente al transporte motorizado. Aunque la reaparición masiva de la bicicleta en el escenario urbano lleva ya más de un lustro, todavía es vista por mucha gente como algo extraño. Las últimas décadas se encargaron de fijar en el imaginario colectivo que las calles son de los autos. Esta intrusión de la bici genera reiteradas conductas violentas de parte de quienes manejan un vehículo grande y pesado y que muchas veces ponen en serio riesgo la integridad de los ciclistas. Poco a poco pareciera que esto va cambiando, pero hay que admitir que todavía estamos muy lejos de que nuestras calles sean bike friendly.

Clima
Es cierto que no tiene por qué ser un impedimento para agarrar la bici, pero siendo sinceros, hay días en que la temperatura, el viento y la humedad no son para nada favorables al ciclista urbano. Si bien existen varios trucos que ayudan a minimizar los inconvenientes de andar con lluvia, nieve o un solazo que raje la tierra, lo cierto es que los climas extremos no son nada agradables para optar por la bici. Más de una vez vamos a mirar con ojos de perro mojado a aquellos felices automovilistas, atascados pero con el bendito aire acondicionado.

Prejuicios
Fue tan grande el reinado del automóvil durante décadas que se llegó a pensar que quien no poseía uno era un marginal. El progreso era tener un auto propio y andar en bici era para pobres, hippies o veganos. Todavía esta idea persiste, aunque ya agrietada y con vistas a quebrarse del todo en los tiempos que vendrán. Por lo tanto es común recibir ciertos comentarios desagradables y discriminatorios cuando le contamos a gente desconocida que nos movemos en bici. La tendencia va cambiando (hoy hay CEOs de multinacionales que van a trabajar en bici) pero es necesario saber que todavía es muy frecuente enfrentar este tipo de situaciones.

Les propongo que hagamos una acción concreta: enviar esta nota a alguna persona que podríamos entusiasmar para que empiece a trasladarse en bici por la ciudad. Quizás estas palabras honestas acerca del ciclismo urbano puedan hacer florecer más ciclistas por las calles de la ciudad.

*Periodista y guía de ciclismo urbano en eventos turísticos y corporativos:
Twitter: @tincholehmann, tincholehmann.com.ar

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