Entrenamiento
¿Qué es el entrenamiento deportivo?
Una mirada profunda y crítica sobre el deporte y el entrenamiento. Qué es el entrenamiento, qué son las cargas, cuáles son los límites. Los diversos tipos de deportistas. Y las claves para elegir correctamente un entrenador.
Entre los deportistas hablamos a diario sobre entrenamiento, cargas y ejercicios. Pero también es frecuente escuchar a los periodistas comentar -siempre con tono de estar al tanto- cosas como «el trabajo regenerativo» que realiza un equipo o el «trabajo de pretemporada» de cierto deporte.
Estos conceptos provenientes de las ciencias del entrenamiento son utilizados cotidianamente por los actores de la actividad física y el deporte. Pero por los desaciertos que se observan a diario pareciera que sus significados no quedan del todo claros: ¿Todas las personas entienden lo mismo cuando se refieren a conceptos de entrenamiento? ¿Qué es una carga de trabajo físico? ¿Cuáles son los efectos que produce?
Asociadas a estas cuestiones surgen otras reflexiones: Los entrenadores y docentes que se encuentran a cargo de estas prácticas, ¿son todos iguales?, ¿están formados profesionalmente?, ¿cuánto mayor trayectoria deportiva se tiene, se es mejor entrenador?
Para ir aclarando, comencemos por precisar algunas terminologías e ideas.
Qué y cómo
El entrenamiento deportivo ha sido definido por diversos autores. En una de sus consideraciones es una actividad atlética sistemática de larga duración, ordenada de manera progresiva e individual, dirigida a trasformar las funciones fisiológicas y psicológicas humanas. Representa aquel término colectivo que describe todas las medidas utilizadas para el incremento y mantenimiento del rendimiento deportivo (Grosser, Brüggeman & Zintl, 1989).
El entrenamiento deportivo tiene las siguientes características particulares:
➟ Es un proceso planificado pedagógico y científico.
➟ Se aplican una serie de ejercicios corporales.
➟ Se desarrollan las capacidades físicas, mentales y sociales del atleta o equipo.
➟ Implica también una preparación técnica, táctica y estratégica.
➟ Se estudia la reglamentación e historia del deporte practicado.
Es por ello que el entrenamiento deportivo debe estar constituido por las siguientes preparaciones:
➟ Entrenamiento físico.
➟ Entrenamiento técnico.
➟ Entrenamiento táctico y estratégico.
➟ Entrenamiento psicológico y/o mental.
➟ Reglamentaciones del deporte.
➟ Historia y anécdotas del deporte practicado.
Las cargas
El entrenamiento deportivo posee un componente general y otro específico (especializado), dependiendo de la etapa de preparación anual o plurianual en que se encuentra el atleta o equipo.
Para fisiólogos como Astrand, el entrenamiento deportivo implica exponer al organismo a una carga de entrenamiento o una tensión de trabajo de intensidad, duración y frecuencia suficiente como para producir un efecto de entrenamiento observable y mensurable, es decir un mejoramiento de las funciones para las cuales se está entrenando. Con el objeto de lograr ese efecto de entrenamiento, es necesario exponer al organismo a una sobrecarga, es decir, a una tensión mayor a la que se encuentra regularmente durante la vida cotidiana (Astrand). Otros autores, como Fritz Zintl, definen la carga de entrenamiento como la totalidad de los estímulos de movimiento efectuados sobre el organismo.
La carga está constituida por cinco componentes: intensidad, volumen, duración, densidad y frecuencia.
➟ La intensidad se define como el grado de exigencia de la carga de entrenamiento, o bien el rendimiento definido como el trabajo por unidad de tiempo. La intensidad refleja el aspecto cualitativo de la carga y se mide, entre otros, por la velocidad de traslación, peso relativo, ácido láctico, complejidad del ejercicio, frecuencia del ejercicio por unidad de tiempo, cantidad de kilómetros, etcétera.
➟ El volumen es la cantidad de trabajo realizado durante una o varias sesiones de entrenamiento. El volumen de entrenamiento expresa la cantidad de trabajo realizado, por lo que puede cuantificarse por la cantidad de elementos, número de repeticiones, tiempo, etcétera.
➟ La duración del estímulo es el tiempo durante el cual el estímulo de movimiento tiene un efecto motriz sobre la musculatura. Su unidad de medida son las horas, los minutos y los segundos.
➟ La densidad de la carga de entrenamiento es la relación entre el trabajo (la actividad efectiva) y el descanso.
➟ La frecuencia de la carga es el número de veces que se aplica el estímulo motor dentro de la sesión de entrenamiento (frecuencia intra-sesión) o en un microciclo (frecuencia inter-sesión.)
La dosis adecuada
La carga de entrenamiento es la verdadera base de la adaptación y del consiguiente aumento del rendimiento. Para la dosificación de la carga, son obligatorias tres leyes biológicas:
1. Un estímulo que esté por debajo del umbral no produce adaptación.
2. Un estímulo demasiado alto produce sobreentrenamiento.
3. Las adaptaciones específicas necesitan cargas específicas.
Las dos primeras leyes mencionadas están relacionadas con la ley de Schultz-Arndt o regla de los niveles de los estímulos, que determina cinco niveles de carga:
1. Cargas inútiles.
2. Cargas regenerativas.
3. Cargas de mantenimiento.
4. Cargas adaptativas o desarrolladoras.
5. Cargas perjudiciales.
Tanto las cargas inútiles o ineficaces, que no producen adaptación, como las cargas perjudiciales, que provocan agotamiento o sobreentrenamiento, no deberían ser de interés para el entrenador.
El proceso esencial del entrenamiento es la determinación de la carga externa y su correspondiente dosificación (Fritz Zintl, Entrenamiento de la Resistencia.)
Agresión y adaptación
Después de lo dicho por estos grandes autores y científicos, podemos acordar que esa adaptación de la que tanto se habla como objetivo del entrenamiento deportivo es producto de una «agresión» contra el individuo. Se está atentando contra su integridad física y psíquica. Por más pedagógico y planificado que sea el proceso, estamos agrediendo, «cargando» contra el metabolismo, las articulaciones, la musculatura, lo psicológico, y contra todos los componentes de nuestro organismo.
Esta agresión, administrada en forma sistemática y con cierto grado de continuidad, es lo que permite la adaptación tan anhelada. De esta manera es que se pueden soportar los diferentes esfuerzos a los que nos sometemos para ser más eficientes en la práctica del deporte.
Todo por deporte
Aquí deberíamos hacer algunas consideraciones en cuanto al deporte, su práctica y sus diferentes modalidades.
¿Qué es deporte?: Se entiende por deporte un juego. Sí, un juego, con reglas estrictas o pautadas en el marco de una asociación o federación que establece cuál es la forma de jugarlo y cómo se sanciona a aquel que rompe las normas.
Hay diferentes tipos de deportes, de acuerdo las características y al entorno en el que se desarrollan. Pueden ser de entorno abierto, como los de equipos con pelota (fútbol, voleibol, etcétera) o de pugilato (lucha, boxeo.) O de carácter cerrado, donde el entorno permanece fijo, como en el atletismo, el ciclismo, la natación o la gimnasia rítmica. Igualmente hay casos que pueden plantear dudas sobre estas clasificaciones: El mountain bike es ciclismo, pero el entorno en el que se desarrolla es cambiante. Por lo tanto es de entorno abierto. En cambio, el ciclismo en pista es de entorno cerrado, ya que la pista se encuentra siempre en las mismas condiciones, nadie le mueve la pista al corredor o cambia el lugar de la llegada. Pero, en síntesis, lo que predomina y se toma como parámetro es la mayor o menor incertidumbre que se puede presentar al practicar un deporte. Nadie sabe lo que puede hacer un jugador de básquetbol en un partido (deporte de entorno abierto), pero sí se sabe lo que va a hacer un nadador en los 100 metros de nado pecho, más allá del mayor o menor esfuerzo (deporte de entorno de cerrado.)
En la actualidad existe una fuerte tendencia a practicar deportes que podríamos denominar de «adrenalina». Hay dos grupos bien definidos de ellos:
➟ Los deportes de riesgo, como el rafting o el jumping, donde la adrenalina se descarga ante el gran peligro y riesgo que se corre al realizarlo.
➟ Los deportes de duración, como las carreras de aventura, el triatlón o las travesías ciclísticas, donde la adrenalina, además de otras hormonas, se libera ante el gran esfuerzo en el tiempo.
Estos formatos de deportes hacen que el practicante pase por diferentes etapas en un orden lógico. Las mismas pueden complementarse o superponerse en distintos momentos de la vida atlética:
1. Tratar de hacerlo, es decir que el rival a vencer es el medio (por ejemplo, terminar un maratón o un partido de fútbol o llegar caminando a Luján.)
2. Hacerlo mejor que antes, mejorar el tiempo anterior, hacerlo más rápido o hacerlo de manera más eficaz.
3. Hacerlo mejor que el otro, ese que llegó antes que yo en la carrera («En la próxima voy a intentar ganarle…»)
Alto rendimiento o recreación
También podemos diferenciar entre lo que se conoce como deporte social o recreativo y el deporte de alto rendimiento, considerado también como deporte espectáculo.
Para que un deportista sea considerado de alto rendimiento debe contar como mínimo con una marca o un resultado a nivel regional (sudamericano, panamericano, europeo, etcétera.) También lo es quien obtiene una retribución en dinero por competir deportivamente.
Todo deportista que no sea de alto rendimiento es un deportista recreativo o social. Es la persona que con un mayor o menor grado de obsesión o responsabilidad realiza sistemáticamente una actividad física. Son múltiples las causas que determinan el tiempo que le dedica a esta práctica. Un limitante puede ser el acceso a instalaciones deportivas adecuadas, ya sea por distancia o por su alto costo. Un acicate para llegar más lejos puede ser el disponer de una capacidad genética especial y convicciones como para aspirar a convertirse en un profesional.
En este segmento podemos incluir, además, a los que desarrollan actividades motrices con el objetivo de controlar algunos aspectos particulares, como el peso corporal, el asma, las afecciones cardiacas y circulatorias, o quieren dejar de fumar, etcétera. Y hasta sencillamente como una forma de sentirse bien física y psíquicamente.
Otra variante es el deporte escolar. Tiene carácter formativo y sirve como un medio educativo. Aquí, quizás lo más importante de su práctica pasa por educar en normas de convivencia, aceptación de las reglas y normas o tolerancia a la frustración. En este caso el deporte no debe ser un fin en sí mismo, como en el caso del deporte de alto rendimiento, sino un medio para formar mejores personas.
A cada cual según sus intereses
Estamos convencidos que el mayor de los problemas al que nos enfrentamos en la actualidad con respecto a la práctica y aprendizaje de los deportes es la contradicción que existe entre los deportistas y los diferentes tipos de deporte que mencionamos en el punto anterior. Este desconcierto produce graves perjuicios a niños, jóvenes y adultos que se acercan a la actividad física.
Imaginemos a un chico que realiza deporte escolar o a un adulto que quiere realizar prácticas de deporte recreativo y el profesor o entrenador encargado de planificar y orientar sus actividades los somete a cargas de trabajo de deporte de alto rendimiento. Es muy probable que terminen lesionándose o huyendo del deporte. (Quizás uno de cada tantos «sobreviva» a estos acontecimientos, lo que demostraría que se trata de una persona con condiciones suficientes como para ser un deportista profesional…, lo que no dejaría de ser algo así como salir premiado en la lotería con el premio mayor, aunque a un costo altísimo. El camino correcto para esto sería contar con un programa de selección de talentos deportivos. Cualquier otro camino destruye lentamente futuras generaciones de deportistas.)
Lo que muchos entrenadores no entienden es que sólo el 0,2% de la población accede al deporte de alto rendimiento (según datos de la UNESCO), el resto somos deportistas sociales o recreativos. Entonces, para qué temibles cargas de trabajo cuando se trata de chicos o jóvenes que se inician o adultos que se suman sólo para sentirse bien.
También es un error el caso opuesto: Un deportista de alto nivel competitivo efectuando actividades propias del deporte recreativo no evolucionaría, estaría perdiendo el tiempo.
Capacidades y estímulos
¿De qué depende que un deportista sea de alto rendimiento o recreativo? Básicamente de su capacidad física, de la herencia y la genética que le haya tocado en suerte, que en definitiva será parte de lo que determine su aptitud para la actividad física y el deporte.
Estas capacidades físicas, llamadas por K. Meinel «condicionales», son las que el ser humano trae de nacimiento, están en todos nosotros y potencialmente pueden desarrollarse en función de los estímulos que se reciban. A su vez, hasta dónde puede llegar su incremento también está condicionado genéticamente.
Las capacidades de las que hablamos son la Fuerza, la Velocidad, y la Resistencia.
Vamos a dar un ejemplo de los techos que están establecidos por nuestra genética en una de estas capacidades. La resistencia depende de múltiples factores, pero una vez que se comienza a estimular y por ende a mejorar, se van «limando» la mayoría de los factores exógenos. Igualmente se llega a un límite, que está dado específicamente por la posibilidad que tienen las células musculares de captar oxígeno para tomar la energía que le brinda el ATP que llega y se aloja en los músculos. Esta disponibilidad es lo que se llama Volumen Máximo de Oxigeno (VO2Max) y es lo que determina definitivamente la capacidad de lo que llamamos resistencia.
Al principio de este mismo apartado mencionamos la aptitud para la actividad física y el deporte. Esta es la que establece la diferencia entre un deportista de elite con el resto de los mortales. Pero cuando esta aptitud que lo hace diferente se encuentra en un contexto socioeconómico adecuado, es sostenida y apoyada por una familia, por una educación, una alimentación y un servicio de salud, y si todo esto es acompañado por los estímulos y cuidados apropiados, planificados y proyectados por un profesional, esta persona puede con el tiempo convertirse en un deportista competente.
Es importante destacar un punto: Cuando aparece un chico con algunos atributos hay que cuidarlo, hay que evitar saturarlo, hay que hacer lo posible para que no se lesione y que no se aburra o se canse antes de que llegue a convertirse en profesional. Son muchas las oportunidades que se pierden por la ansiedad, la falta de conocimiento o los intereses personales de los entrenadores o padres, que quieren obtener un campeón antes de tiempo. Y la mayoría de las veces el resultado es fatal, truncando las posibilidades reales del chico, por más aptitudes que posea. Hay casos que terminan con una lesión irreversible o con un agotamiento total, siendo la decepción del joven tan grande que termina alejándose para siempre del deporte ¿De qué sirve ser campeón juvenil si después no puede como adulto, en el deporte «de verdad», llegar a participar de un juego olímpico o de un campeonato mundial? Que en última instancia es el gran anhelo de todo deportista de alto rendimiento.
Ser entrenador
Entonces, y finalmente, ¿qué es ser un entrenador?
El entrenador es una persona que enseña y entrena a atletas en las bases de las diferentes técnicas y tácticas de un deporte. La función del entrenador es la atención individual del atleta para perfeccionar su técnica y rendimiento deportivo. En los deportes de equipo se encarga, además, de conducir las prácticas.
Un buen entrenador se caracteriza por un conocimiento básico del deporte, un sistema de entrenamiento organizado, lógico y racional. También debe tener buena capacidad de comunicación y manejar estrategias pedagógicas.
Debe propiciar la honestidad de sus entrenados, poseer una personalidad motivadora, ser estable emocionalmente y conservar autocontrol en situaciones deportivas de tensión. Debe estar siempre dispuesto a compartir su conocimiento con otros: deportistas, padres y colegas.
Algunos piensan que para ser entrenador solo basta con ser ético. Pero la ética se construye con la formación y el conocimiento que brinda la lectura sistemática, no se da por sí sola. Y el conocimiento se obtiene con estudios superiores. No existe el camino autodidáctico para lograrlo, sino que uno se convierte en un profesional a partir de educarse y formarse institucionalmente, en una casa de estudios que avale su labor experta. Para poner un ejemplo, a nadie se le ocurriría operarse de la rodilla o sacarse una muela con un «médico» o un «odontólogo» que solo tengan ética (si es que la tuviesen) y no la formación profesional o el título habilitante. Lo lógico es que busquemos la atención de un profesional de la salud que nos brinde confianza, y esa seguridad se apoya en su saber académico.
Volviendo al deporte, surge el siguiente interrogante: ¿Por qué a la hora de elegir a alguien para organizar y planificar nuestro futuro deportivo o el de nuestros hijos terminamos eligiendo, por ejemplo, a un ex deportista (en el mejor de los casos), que al parecer cuanto más alto llegó en el deporte, más sabe? ¿Será que debemos poner nuestra salud o la de nuestros hijos en sus manos por el mero hecho de haber sido deportista también él? ¿Será que debemos otorgarle la autoridad para «agredirnos» cuando la formación la tiene sólo por su propia experiencia y no por títulos?
Es alarmante que en nuestro país esta actividad no esté legislada y regulada. Hoy cualquiera sale a la calle a captar gente para «entrenar», se denomina a si mismo «Personal Trainer» y con esto ya está en condiciones de «atender» y ocuparse de la «vida deportiva» de otros.
Lamentablemente hay muchas personas que no entienden las diferencias que existen entre alguien que estudió y otro que no lo hizo. Y hasta algunos incautos creen que para ser Profesor o Licenciado en Actividad Física no se estudia, que se trata de un simple «cursito». No encuentran diferencias entre el que simplemente asistió a una jornada de actualización o informativa con un profesional que posee formación terciaria o universitaria.
A esta altura puede que alguno ya esté pensando que con la formación únicamente no alcanza. Y es así, porque parte de la formación tiene que ver además con trabajo de campo, con aplicar lo que se ve teóricamente en las pistas o los gimnasios. Para ello hace falta un conocimiento profundo del deporte, años de práctica y experiencia, haber vivenciado en sí mismo y en las actividades desarrolladas por otros lo que dicen los libros y las investigaciones. A la hora de ponerse en las manos de un entrenador no debería dar lo mismo aquel que tiene experiencia que el que no, como aquel que se formó que el que no lo hizo.
En suma
Como síntesis de esta nota, deberíamos tener en cuenta lo siguiente:
➟ Todo entrenamiento es una agresión, y esta agresión que nos propinan y nos propinamos debe ser planificada y organizada por un profesional de la Actividad Física y el Deporte.
➟ Los profesionales se forman en las instituciones educativas de nivel superior, y además deben adquirir cierto grado de experiencia práctica antes de colocarse al frente de un entrenamiento.
➟ Aclararnos cuáles son nuestras capacidades y posibilidades de progreso deportivo, y en función de esto conocer cuáles son nuestros atributos y debilidades, para, de esta manera, ubicarnos dentro de los diferentes segmentos de deportistas.
➟ El deporte es un juego, aunque lamentablemente en la mayoría de los casos está institucionalmente manejado por personas que poseen intereses particulares.
Si tomáramos un poco más en serio estas consideraciones, nuestro futuro deportivo individual y colectivo -como país- sería un poco mejor, más productivo y placentero.
Por Carlos «Paco» González: Profesor Nacional de Educación Física, Licenciado en Actividad Física y Deportes y Psicólogo Social. Fue Jefe de Equipo de Triatlón en los JJOO Sydney 2000. Es triatleta desde hace 20 años y ha participado en campeonatos panamericanos y mundiales de distancia olímpica. Fue Finisher de seis Ironman, incluido Hawaii. Ha corrido 10 maratones, siendo su mejor marca de 2h 48m 12s. Contacto: tripaco@ciudad.com.ar.
Bibliografía:
Lambert Georges: El Entrenamiento Deportivo, Paidotribo, 1994.
Meinel y Schnabel: Teoría del Movimiento, Stadium, 1984.
Astrand Rodahl: Fisiología del Ejercicio Físico, Panamericana, 1985.
Zintl, F: Entrenamiento de la Resistencia. Fundamentos, Métodos y dirección del entrenamiento, Roca, 1991.
Deporte y Entrenamiento
Una programa de nutrición para ganar masa muscular que aporta estabilidad y potencia al ciclista
Más allá de buscar tener un cuerpo definido, ganar (o preservar) masa muscular es esencial para el rendimiento deportivo. Entre otros beneficios, tener masa muscular favorece la estabilidad, aporta fuerza, potencia y previene lesiones.
Este proceso es conocido como hipertrofia y tiene que ver con el crecimiento muscular de forma progresiva.
Para alcanzar este objetivo, además del entrenamiento específico de fuerza, la alimentación juega un rol clave.
Ésta debe ser a base de un superávit calórico, donde se consuman más calorías de las que se gastan.
Pero en este camino también se debe aumentar la ingesta de proteínas diarias, un macronutriente que colabora en la formación de los tejidos de los músculos, siendo los huevos, el pescado de aguas profundas como el salmón, el atún, la trucha y, las carnes magras las mejores fuentes de este nutriente, debido a su calidad y a que también aportan calcio, vitamina D y B12, fibra y Omega-3, nutrientes esenciales para el correcto funcionamiento del cerebro, del metabolismo y para fortalecer el aparato músculo-esquelético.
Pero para un correcto aumento de la masa muscular, la ingesta de proteínas debe complementarse con el consumo de otras fuentes de alimentos. En especial los carbohidratos, porque aportan energía y grasas saludables.
Entre las grasas saludables recomendadas se encuentran la palta, los frutos secos, aceitunas y aceite de oliva. Lo ideal sería incluir al menos una porción de alguno de ellos en cada comida del día. Así estaremos aumentando nuestra ingesta calórica y además nos aportarán un efecto antiinflamatorio protector contra lesiones y que favorece los procesos de recuperación ante los entrenamientos. Dentro del grupo de los carbohidratos complejos se sugiere la ingesta de legumbres o cereales integrales. En relación a la porción de estos, deberían ocupar entre un cuarto y un tercio del plato.
Por otro lado, debemos cuidar la incorporación de minerales tales como el potasio y el magnesio, cuyo rol es colaborar en la recuperación de los músculos y evitar los cuadros de calambres. Los principales alimentos donde se encuentran ambos nutrientes son la palta, banana, dátiles, las verduras de hojas verdes como el kale y la espinaca.
En cuanto a los suplementos nutricionales, si bien estos no son esenciales, muchos aportan practicidad para cubrir las necesidades aumentadas que hemos mencionado.
En este sentido, los batidos de proteína de suero de leche o Whey protein nos permiten sumar una buena cuota de proteínas de alto valor biológico (tienen entre 20 y 25g/porción) en momentos del día en que estamos fuera de casa o que contamos con poco tiempo para hacer una ingesta más completa.
De igual modo, los suplementos de citrato de magnesio van a garantizar que cubramos los requerimientos de este nutriente, que además, en una dosis más alta, va a aportarnos un efecto de relajación psíquico y muscular.
Una mención aparte merece la creatina. El monohidrato de creatina es hoy uno de los suplementos más estudiados, clasificado cómo Clase A (seguro y efectivo) y que ha demostrado favorecer, en el marco de un plan de entrenamiento adecuado y teniendo cubiertos los requerimientos nutricionales, la recuperación y el crecimiento muscular.
Texto: Juan Pablo Bruno, licenciado en nutrición (MN 7292, MP 2818), nutricionista deportivo.
Atención online y presencial: whatsapp 2954-645889 | Instagram @juanbrunonutricionista
Foto: Imagen de vecstock en Freepik
Deporte y Entrenamiento
Diversión garantizada en bicicleta: cómo se hace y para qué sirve un pump track
A menos que ya seas usuario de uno, seguramente te preguntaras qué es un pump track. Básicamente explicado, es un sendero o pista cerrada con un sentido de giro (no establecido) en el que se pueden dar tantas vueltas en bicicleta como tu cuerpo lo permita, al ritmo y velocidad que tu técnica lo permita. En ellos podés, si tenés técnica, andar en una bicicleta sin cadena y sin frenos, alcanzando velocidades tan altas como 30 km/h. Sin cadena parecería un milagro, pero no lo es. Es pura técnica y un trabajo aeróbico súper divertido tanto para niños como para adultos.
LOS PRINCIPIOS A TENER EN CUENTA
En términos generales estas instalaciones se hacen en espacios reducidos, tan reducidos como un patio mediano o una cancha de tenis. Los más grandes como una cancha de futbol 5 o 7.
Si bien hay muchos videos de cómo hacer un pump track y es algo que parece bastante fácil, en realidad hacerlo bien no es tan simple como parece. Es decir; si querés hacer un pump track para divertirte con tus amigos o para tus hijos es algo que podes improvisar: bastan una pala y una carretilla. Pero si queres hacer algo más serio, una instalación en un espacio público, un espacio deportivo, una plaza o club, tenés que pensar en algo más profesional en cuanto a diseño y prestaciones. Hacer un pump track es una suma de ecuaciones matemáticas que están mucho más lejos de lo que el ojo puede calcular.
Pero dejando de lado la ciencia, detrás de un pump track podemos decir que sin duda alguna este tipo de instalaciones deben ser tenidas en cuenta tanto por los usuarios como por las entidades gubernamentales, ya que dan fácil acceso a una práctica deportiva, son seguros, aumentan la destreza de los usuarios y son generadores de cambio social, ya que en esos espacios, no existe por ejemplo, la discriminación; todas las bicis y clases sociales son bienvenidas. Y por supuesto, colaboran a reducir el número de accidentes viales con ciclistas, ya que estos aumentan considerablemente su destreza en la conducción.
LOS DIVERSOS MODELOS DE PUMP TRACKS
Actualmente existen cuatro tipo de pump tracks: los de tierra, los de suelo natural, los modulares y los de asfalto. Vamos a hablar brevemente de cada uno.
Estos son los que básicamente haces y construís entre amigos en el fondo de una casa o en un terreno disponible. Como dijimos al principio, necesitaremos solo palas, carretillas, voluntad… y agua. En términos generales se hacen cavando y sacando tierra del propio lugar o incorporando tierra externa de alguna obra cercana. Dependiendo del tamaño y voluntad, se pueden hacer en un fin de semana. Pero requieren riego y el mantenimiento suele ser un dolor de cabeza que genera prácticamente el mismo esfuerzo que el que se aplicó en construirlo. De hecho es común que cada vez que vamos a usarlos nos demanden algunos toques con pala y rastrillo, y dada las características del material suelen consumir mucha agua en riego.
Un quick tip: si tenes árboles, hacelo debajo de ellos, porque la sombra te ahorra mucho mantenimiento y mucha agua.
Se ven como de tierra, huelen a tierra, se sienten como tierra… pero es algo mucho más complejo, es un suelo compuesto. Nuestra asociación, International Mountain Biking Association (IMBA) es especialista en este tipo de instalaciones. Se trata de utilizar un porcentaje de suelo local mezclado con ciertos porcentajes de arena, piedra y otros áridos. Esto básicamente genera un pump:
– amigable con el medio ambiente,
– sostenible,
– que requiere poco mantenimiento,
– que necesita riego pero mínimo,
– que no se erosiona con el uso,
– que se puede usar en condiciones de humedad aceptables y
– que no hace barro.
Si el suelo está tan bien preparado que se pueden realmente esculpir las formas que busques, estos suelen ser claramente más grandes y son ideales para espacios públicos, ya que cuentan con un diseño integral y profesional. Pero al mismo tiempo son ideales para parques públicos, ya que no son invasivos con el entorno natural. Por otro lado si fuera necesario modificarlos o ampliarlos, es totalmente posible y accesible hacerlo.
Premoldeados
Estos se tratan de piezas que tienen determinado diseño, están premoldeadas en hormigón y son particularmente atractivos para las instituciones estatales, ya que literalmente en cuatro horas podés tener un pump armado. No requiere altos costos de ingeniería o diseño, se adaptan a cualquier espacio plano, el mantenimiento es extremadamente bajo (cortar el pasto alrededor) y no requieren riego.
Por otro lado, también abren el espacio a un mayor abanico de usuarios, al poder ser utilizados por skaters, rollers, etcétera. La contra es que al ser piezas modulares, los diseños son limitados. Y se pierde el mayor atractivo de este tipo de instalaciones, y es que cada diseño sea distinto.
Por supuesto, en el mismo tamaño tienen un costo mayor que el de suelo, pero el costo a largo plazo es menor porque no requiere mantenimiento y lo pueden utilizar diferentes clases de usuarios, aunque no se integran muy bien al paisaje natural. Es algo así como colocar una vereda de hormigón en un parque…
Su ventaja radica en que se puede desmontar con la misma velocidad con la que se armó. Por otro lado, si se desea ampliar solo hay que sumar más módulos.
Asfalto
Al igual que el anterior, estos son bastante atractivos para las instituciones estatales porque abarcan varias clases de usuarios. El problema es que su costo es alto, ya que, para empezar, hay que realizar un pump de suelo previamente, para luego cubrirlo con asfalto. El mantenimiento es bajo pero sí requieren riego para mantener el pasto crecido en los espacios intermedios, ya que el asfalto, al no absorber agua, tiende a hacer acumular agua en la parte interna de las curvas, lo que genera que el suelo se sature de agua y el pump comience a hundirse generando fracturas y daño en el mismo.
Si bien son una solución atractiva, los municipios tienen que pensar muy bien a la hora de optar por esta opción, ya que no es la mejor a nivel ambiental. Tirar en un parque más de 1000 metros cúbicos de asfalto y generar en ese espacio verde el impacto visual de una autopista no suena realmente como la mejor opción.
Por otro lado ocurre lo mismo que con los pump modulares. Terminan siendo formas muy similares entre sí y si fuera necesario ampliarlos a futuro, resultará muy costoso hacerlo; incluso en algunos casos eso implica rehacerlo por completo. Es por este motivo que estos pump track desde el inicio suelen ser estructuras considerablemente más grandes.
QUÉ MODELO ELEGIR
Ahora bien: ¿Cuál elegir entre todas estas opciones? Qué dilema. El concejo más simple es el siguiente: si el grupo de amigos se ve sumido en un ataque repentino de ansiedad después de leer esta nota y se lanza a buscar videos en youtube, la respuesta es simple: aprovechá esa ansiedad antes de que se pase, agarrá la pala y en el fondo de tu casa, en un baldío (mejor pump que basural…) o en la plaza (si te dan permiso), a cavar y construir uno. No te va a salir bien, eso es seguro, pero con la práctica vas a mejorar y si tenés dudas consúltanos que te vamos a pasar info o buscá en la web, que hay mucha pero mucha info.
Pero si podés superar el ataque de ansiedad y querés hacer algo más profesional y no sabés qué hacer, nuestro consejo es que lo hagas de suelo. Las otras dos opciones son atractivas, no lo podemos negar, pero hacerlo de suelo tiene sus ventajas. Primero, es amigable con el medio ambiente, nadie se va a quejar de que se esté construyendo algo de tierra en un espacio público, pero si tirás asfalto en una plaza… puede no verse del todo bien.
Por otro lado, estamos hablando de bicicletas de montaña y BMX, no de bicicletas de ruta, y la idea primordial es acercar a los usuarios a un entorno natural, generando un encuentro amigable con la naturaleza.
O sea, vivís en una ciudad rodeado de asfalto y vas a seguir andando en asfalto en la plaza, por favor… Plus: el mantenimiento puede ser organizado periódicamente con los usuarios, lo que genera un lugar de educación ambiental y se les enseña a los niños a cuidar las instalaciones.
Si no, muy bonito, viene el gobierno y me pone una plaza y se rompe o la rompo y el gobierno la arregla, mientras que con este tipo de instalaciones el mensaje es distinto, el gobierno te dio esto pero es tu responsabilidad cuidarlo.
Otra ventaja es que en esta opción el nivel de accidentes es mínimo. En un pump de asfalto, al poder alcanzar altas velocidades y generar saltos, el nivel de accidentes suele ser más alto. Por otro lado el costo es casi la mitad, con lo cual en vez de uno se pueden hacer dos, con diseños distintos en distintas partes de la ciudad, generando flujo de usuarios de un lado al otro, fomentando el turismo barrial y un atractivo turístico genuino.
La realidad es que sin importar qué opción se tome. los pump podrían ser los mejores amigos del gobierno y de los ciudadanos, ya que generan un cambio social real, cambiando también la opinión que tiene el público de los funcionarios. A la vez generan ingresos en las zonas aledañas, ya que los ciclistas somos grandes consumidores gastronómicos, a fin de cuentas nuestro combustible.
Finalmente, la verdadera pregunta no es cuál es el mejor, la verdadera pregunta es cómo puede ser posible que todavía no haya uno en cada plaza.
Para más información no dudes en contactarnos. Desde IMBA podes asesorarte en cómo hacer un pump y hasta en cómo conseguir el permiso de tu gobierno local.
• Pump de tierra: info@vos_y_tus_amigos
• Pump de suelo: info@imba.com.ar
• Pump premoldeado: presasuh@hotmail.com
• Pump de asfalto: info@velosolutions.com
Por Alejandro Minuzzi: presidente de IMBA Argentina y director de IMBA Latinoamérica.
http://www.imba.com.ar/ | https://www.instagram.com/imba_argentina/?hl=es-la | https://www.facebook.com/search/top?q=imba%20argentina
Deporte y Entrenamiento
MTB: La fuerza y la técnica, compañeras inseparables
Alejandro Palma, uno de los Coach UCI más destacados del mountain bike americano, nos habla del desarrollo de la fuerza y su estrecha relación con las capacidades técnicas en el mountain bike. (más…)
Deporte y Entrenamiento
El costado psicológico y emocional de las lesiones en el ciclismo
La medicina moderna le está dando cada vez más valor al estado anímico en los procesos de recuperación de lesiones deportivas. El espíritu positivo termina siendo, en la mayoría de los casos, decisivo, por lo que descuidar la cabeza en estos trances puede ser determinante para achicar o alargar los tiempos de convalecencia o rehabilitación. Del mismo modo, estar en tu eje personal es vital también para prevenir las lesiones y el ciclismo no queda ajeno a esta realidad.
El estado mental-emocional puede ser determinante, tanto en el proceso que lleva a la lesión deportiva como en los tiempos de recuperación del atleta.
Contrariamente a lo que suelen pensar algunos ciclistas, lesionarse o no hacerlo no es una mera cuestión de suerte sino que depende de factores físicos, psicológicos, emocionales y situacionales relacionados con el ciclismo. De allí la importancia de educar sobre el valor de los cuidados preventivos.
Por qué nos lesionamos
Una de las razones más frecuentes de las lesiones, aunque parezca mentira, es por no tener conciencia del estado de nuestro cuerpo. El ciclista suele trabajar en modo autómata o, como decimos los coachs deportivos, en transparencia, respondiendo a instrucciones desde chico, sin preguntarse el por qué y para qué hace lo que hace, sin poner el foco en aprender a aprender (y en algunos casos a desaprender o reaprender determinadas técnicas y, mucho menos, autoconocerse). Cuando se siente bien entrena y cuando no se siente tan bien o tiene algunas molestias ¡también entrena! Todo sea por aquella creencia de que “siempre hay que dar el 101 por ciento”.
El cuerpo es una unidad. Si hay una molestia importante en un miembro, tarde o temprano, el trabajo que realiza el ciclista por proteger el miembro afectado (consciente o inconscientemente) repercutirá en el otro o en otra parte del cuerpo que esté haciendo el balance o la compensación.
Del mismo modo, un estado anímico de estrés/angustia que provoque tensión en la zona cervical, por citar un ejemplo, a la corta o a la larga traerá consecuencias sobre aquellas partes del cuerpo que, por una cuestión postural, estén haciendo un sobre esfuerzo, generando un desgaste o tensión extra que podría llevar a una lesión.
Otra de las causas recurrentes en las lesiones, especialmente las musculares, es el ocultamiento de síntomas de parte del ciclista, que suele retacearle información al entrenador respecto a su estado real, exponiéndose a entrenar normalmente en condiciones no ideales (por ejemplo con alguna molestia, dolores, mal descansado o mal alimentado).
Estrategias preventivas
De allí que sea decisivo para potenciar los factores preventivos, establecer una relación de confianza con el médico deportólogo o kinesiólogo del equipo y, por qué no, con el preparador físico, ya que esto contribuye directamente a incrementar la seguridad y con ella un mejor estado anímico, que potencia la disciplina en el proceso de recuperación.
En esos momentos es muy importante que el ciclista continúe entrenando con la asistencia de un coach deportivo, por ejemplo, en técnicas como la visualización, lo que le permitirá seguir en contacto con su disciplina deportiva y con más seguridad a nivel mental para afrontar el retorno.
Al igual que lo que sucede en sectores corporativos o empresariales, el buen clima de trabajo juega también un papel vital en esta historia. Un entrenador exigente por encima de los límites aconsejables puede provocar tensión grupal y con ella individual, incrementando las tensiones anímicas y musculares, que luego darán lugar a contracturas, molestias y a la larga hasta lesiones musculares.
Es así que, a la hora de planificar el entrenamiento de ciclismo, es importante apuntarse algunos tips o estrategias que pueden contribuir a la prevención, tales como:
• Mejorar la formación específica del ciclista, informando sobre la importancia que tienen la preparación física, los hábitos de vida saludables y el conocimiento de los factores de riesgo en la prevención de las lesiones deportivas.
• Trabajar sobre el autoconocimiento suele ser determinante en este punto. Conocerse para saber reconocer hasta dónde exigirse, cuáles son sus niveles y umbrales de dolor soportables, etcétera. Aprender sobre el propio cuerpo da seguridad al ciclista.
• Entrenar los recursos mentales del atleta: proporcionando estrategias que permitan reducir la probabilidad de lesionarse (técnicas de relajación, visualización, control de la atención, reestructuración cognitiva, etcétera).
• Planificar el entrenamiento y la competición con objetivos realistas, personalizando el entrenamiento según el nivel de destreza del ciclista y los objetivos individuales establecidos,
• Mejorar los recursos técnicos del deportista, escogiendo adecuadamente los ejercicios destinados a la mejora de la ejecución. Cuanto más preparado física y mentalmente esté el ciclista para realizar un determinado movimiento, ejercicio o gesto técnico, menos probabilidades tendrá de sufrir una lesión.
Es importante aceptar que la lesión forma parte de la práctica deportiva en todos sus ámbitos. Naturalizar la lesión contribuye a bajar los niveles de angustia que trae consigo y potencia la capacidad de encarar el proceso de rehabilitación con la cabeza despejada y el espíritu positivo, consiguiendo de esta manera mayores posibilidades de éxito.
Por Andrea Romano*
*Coach y trainer, con la siguiente formación: Profesora de Educación Física (IPEF), Entrenadora Personal (UNC), Diplomada en Gestión Gerencial (Blas Pascal), Coach Deportiva (Unisport/Barcelona), Coach Ontológico Profesional certificada internacionalmente (ICF) y Coach Organizacional y Ejecutiva certificada (Unisport/Barcelona): andreamromano@live.com
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